El Metro hace de Quito una ciudad más inclusiva

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LA Network Ciudades
24 mayo, 2024 - Movilidad
Metro de Quito. Foto: Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito

Autores: Ana María Pinto – Jean Pol Armijos Leray

El Metro de Quito conduce a la capital ecuatoriana hacia el desarrollo sostenible, la integración y la inclusión social.

Este sistema de transporte hace de Quito una ciudad más inclusiva, priorizando los principios de diseño universal en su infraestructura, y mejorando la accesibilidad de diversos grupos de usuarios, con principal énfasis en aquellos de atención prioritaria como personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres embarazadas, niños, niñas, y adolescentes.

En segundo lugar, es un integrador social al construir un tejido poblacional con identidad colectiva del territorio urbano que fomenta la equidad sobre diferencias socioeconómicas y de ubicación habitacional. El Metro aumenta los niveles de accesibilidad de la población a equipamientos urbanos, servicios, y otras oportunidades.

Diseño inclusivo al servicio de la ciudadanía

En general en varios sistemas de transporte de América Latina y el Caribe, los grupos de atención prioritaria experimentan dificultades de accesibilidad y barreras físicas para alcanzar sus objetivos de movilidad. Muchas veces se cree equivocadamente que los costos de implementar accesibilidad universal en los sistemas de transporte son altos. Sin embargo, considerar estos criterios desde el diseño conceptual puede ahorrar un 4 % o más en los costos de infraestructura, al evitar modificaciones posteriores.

Línea guía para personas con discapacidad en el Metro de Quito. Foto: Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito

El proyecto del Metro de Quito consideró desde su etapa de diseño estos principios para eliminar barreras físicas, considerando que hay más de 70 mil personas con algún tipo de discapacidad que habitan la ciudad. Las 15 estaciones disponen de apropiada señalética, sistemas de audio, ascensores desde la superficie a los puntos de pago y al andén para tomar el tren, puertas de mayor tamaño con un botón de apertura automática en la entrada para uso exclusivo de grupos de atención prioritaria, pisos podotáctiles desde el ingreso hasta puntos de pago y andén, apoyos isquiáticos que permiten descansar en posición de pie, escaleras eléctricas y rampas, torniquetes de paso alargado para las personas con movilidad reducida y sistemas de lectura braille en ascensores y pasamanos de escaleras.

Todos los vagones de los trenes incluyen asientos de uso preferencial. Estos asientos de color rojo son exclusivos para personas con discapacidad, adultos mayores, mujeres embarazadas o usuarios con niños en brazos. Existen lugares específicos para personas con sillas de ruedas ubicados en el primer y último vagón y sistema de lectura braille en los botones de emergencia del tren.

De acuerdo con un reciente reporte del Metro de Quito, la percepción ciudadana respecto a la accesibilidad de sus estaciones y trenes es de 9,1 sobre 10, lo que refleja la alta satisfacción de los usuarios en este ámbito.

Como parte de la «Cultura Metro», que busca garantizar un espacio de convivencia armónica y difundir las normas y usos del sistema, un equipo de cerca de 76 guías educativos formados en atención a personas con discapacidad y otras necesidades específicas dan una asistencia personalizada.

El Metro de Quito como un integrador social

El transporte público cobra especial importancia para mejorar la integración social en muchas ciudades de nuestra región, donde persisten barreras de segregación espacial –generadas por un modelo de crecimiento urbano rápido y desordenado y orientado al automóvil particular– y donde se generan grandes tiempos de viaje y externalidades negativas como la congestión y la contaminación ambiental.

El Metro hace de Quito una ciudad más inclusiva, ya que genera un espacio de encuentro ciudadano para distintos niveles socioeconómicos de la población. Además, la ciudad se integra a través de la facilidad que brinda el Metro desplazarse de un punto a otro de la ciudad en tiempo relativamente corto, haciendo que la identidad ciudadana cobre una nueva dimensión.

Ascensor al interior del Metro de Quito. Foto: Empresa Pública Metropolitana Metro de Quito

Además, permite aumentar la accesibilidad de la población a las oportunidades urbanas (abastecimiento, servicios y empleo) para gran parte de la población, sobre todo para aquellas que se encuentran en sus periferias y que acuden al hipercentro urbano en busca de empleo. Por ejemplo, las personas que usan la Estación Quitumbe, contigua a una terminal de transporte interprovincial, pueden beneficiarse de llegar hasta el distrito financiero y comercial en la Estación Carolina en 26 minutos.

El Metro de Quito tiene como beneficiarios directos a los más de 50 mil estudiantes de la Universidad Central, la mayor universidad pública del país, que ahora pueden llegar directamente al campus disminuyendo significativamente los tiempos de viaje. Por ejemplo, un estudiante que vive en Solanda puede llegar en 17 minutos a la universidad reduciendo en la mitad su tiempo de viaje. Además, desde el Labrador, el Metro permite el acceso hasta la estación El Recreo, cercana al Hospital del IESS Quito Sur en solo 23 minutos, reduciendo en un 60% su tiempo de viaje.

La integración territorial que brinda el Metro y la relación que genera entre la población y su ciudad es también una oportunidad para promover políticas públicas orientadas hacia un desarrollo urbano más sostenible y equitativo.

Con un sistema de transporte público de primer nivel que fomenta la inclusión social y la integración territorial, la ciudad de Quito es ahora una ciudad más eficiente, incluyente y equitativa.