Inaugurado en 2015 con enfoque para personas en situación de discapacidad, cada vez se abre a más posibilidades eliminando las diferencias. El proyecto acaba de ser finalista de los LATAM Smart City Awards 2019 en Puebla.
El Parque de la Amistad de Montevideo, único en su tipo en Latinoamérica al ser diseñado para la recreación y la actividad física de la población en situación de discapacidad de la capital uruguaya, vive un 2019 lleno de satisfacciones: acaba de ser nombrado proyecto finalista en los LATAM Smart City Awards 2019 en Puebla, pero, lo más importante: llegó a sus primeros cuatro años con una afluencia acumulada de 50 000 visitantes y la inyección de una ‘dosis’ de crecimiento que lo llevará de sus 2 000 m2 iniciales, a un total de 10 000 para seguir impactando no solo a esta población uruguaya, a sus niños y adolescentes, sino también y en general, a las mentes que ponen barreras en el acceso al espacio público de las ciudades.
LA Network dialogó en la ciudad de Puebla (México) con Sebastián Fernández Chifflet, integrante de la Intendencia de Montevideo e impulsor permanente por la accesibilidad y la inclusión en su país.
Allí, Fernández Chifflet explicó que el parque nació en 2015 ante “la mirada de los espacios públicos y la pregunta que nos hacíamos en ese momento y nos seguimos haciendo que es: ¿quiénes juegan y quiénes no juegan en los espacios públicos de la ciudad?”.
Para ese momento, la obra pública fue una respuesta a ese interrogante sobre cuál era el nivel acceso de la población con discapacidad al espacio público, a los parques, y cuál era el nivel de disfrute de la recreación que tenían.
De allí que “empezamos a soñar con una idea que era construir un parque que tuviera un paisaje aromático, que entre otras cosas ofreciera un paisaje táctil, con superficies y espacios que tuvieran información más allá de la vista. Un parque que además tuviera propuestas recreativas con una idea y una línea pedagógica clara, de problematizar la vivencia, identificar barreras tanto actitudinales como comunicacionales y físicas en los entornos y que además pusieran valor positivo a la discapacidad”, explica Fernández.
Se integraron las voces e ideas de personas en situación de discapacidad, de profesionales, expertos e instituciones del entorno, que llevaron a la conclusión de que debía ser un espacio público sin barreras, con acceso a juegos para personas con limitaciones física, visual, mental y/o auditiva.
De esta manera surgió este espacio que requirió una inversión de cerca de dos millones de dólares y está ubicado junto al Planetario Municipal, que fue inaugurado el 23 de marzo de 2015 inspirado también en un parque israelí de similares características, y del que no se tienen referentes en Latinoamérica.
Rincón infantil, Agua, Anfiteatro, Tecnológico, Laberinto y Giro y Balanceo, fueron los seis sectores con los que se abrió el parque con todas las posibilidades para estimular los sentidos de los visitantes.
Una ampliación para un espacio público ganador
Pero más allá de la obra física con todo su potencial inclusivo y de accesibilidad, el Parque de la Amistad de Montevideo encarna también distintos y poderosos mensajes sobre las barreras simbólicas y la relación entre los ciudadanos, el espacio público y la ciudad, todo esto con base en las diferencias.
Por ello, ante la fase de ampliación que se desarrolla actualmente y que será entregada al servicio en el inicio del próximo año, Fernández Chifflet explica que la estrategia pedagógica con la que inició el parque se abre para acoger la diversidad sexual, a los adultos mayores, acoger una visión de género, étnica y sobre todo en los momentos actuales, una perspectiva sobre los fenómenos migrantes.
“Aunque nuestro mensaje pueda parecer contradictorio, es principalmente para la gente que no tiene discapacidad y es el de generar conciencia, empatía y hacerte parte de la situación, de la construcción y de la eliminación de las barreras que impiden a otros participar, eso es fundamental como elemento. Y lo otro es que cuando las personas en discapacidad lleguen al parque, se sientan iguales, tenidas en cuenta por igual en la propuesta que allí se desarrolla, en la utilización de los servicios, en la posibilidad de decidir qué le gusta y qué no le gusta; porque de eso se trata: de construir ciudadanía desde la concepción de la igualdad y a veces para construir igualdad tenemos que también pensar en la equidad”, manifestó Fernández.
Ahora, sobre la transformación del Parque de la Amistad, el funcionario de la Intendencia señaló que se tendrán estacionamientos, pues muchas personas en situación de discapacidad se movilizan en vehículos propios. También se van a incluir bici estacionamientos y ciclorrutas para articular el parque a este modo con los servicios de transporte públicos.
A ello se agregan más espacios para la flora, para la recreación, más escenarios deportivos para estimular la actividad física y por supuesto, más programación y actividades que son las que le dan vida al concepto de la amistad, de la ruptura de barreras y de la integración de todos los ciudadanos de esta urbe con base en la creación de espacios públicos pensados de manera diferente.
De hecho, el próximo mes de octubre se realizará en Salta (Arg.) el I Congreso Suramericano de Parques Urbanos para que esta región y Latinoamérica en general sigan pensando en la importancia del espacio público para incrementar la calidad de vida de los ciudadanos.