El renacimiento de los trenes de lujo

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René Albisser
29 diciembre, 2024 - Movilidad

Recientemente viajé con mi esposa y una pareja de amigos a Perú para conocer el emblemático Machu Picchu. Al llegar a Cusco es necesario tomar un tren con destino a la localidad de Aguas Calientes, para luego dirigirse a la ciudad sagrada. Este tren -muy bien equipado para el turismo- me hizo reflexionar sobre el auge que vienen teniendo los trenes de lujo en el mundo. Desde las majestuosas rutas europeas hasta los paisajes íntimos de Asia y África, estos trenes están redefiniendo el concepto de viaje.

Vale decir que los vagones de estas máquinas están diseñados con opulencia, evocando la elegancia de una era pasada mientras ofrecen las comodidades de un hotel cinco estrellas. Desde suites privadas con baños de mármol hasta vagones comedor con chefs renombrados, estos trenes son una invitación al buen gusto.

Un ejemplo icónico es el Venice Simplon-Orient-Express, que transporta a los pasajeros desde Londres a Venecia a través de casi toda Europa, con un diseño art déco y un servicio excepcional. Este tren no solo ofrece vistas impresionantes de los Alpes suizos o las colinas italianas, sino también una experiencia que transporta a sus viajeros a la década de 1920.

Ya les había hablado en una columna pasada sobre la experiencia del Glacier Express, que atraviesa los Alpes suizos y permite disfrutar de unas vistas privilegiadas desde un tren de lujo diseñado para ello con grandes ventanales.

Otro muy famoso es el Rocky Mountaineer en Canadá, que ofrece recorridos a través de las Montañas Rocosas, promoviendo una experiencia inmersiva en la naturaleza sin dañarla. La compañía operadora de la ruta también está comprometida con iniciativas de conservación para proteger los ecosistemas por los que viaja.

En Sudáfrica, el Rovos Rail lleva a los viajeros a través de paisajes que van desde sabanas hasta viñedos, mientras que, en India, el Palace on Wheels recrea la experiencia de viajar como la realeza, explorando los antiguos palacios y fortalezas de Rajastán.

Los trenes de lujo también juegan un papel clave en la promoción del turismo cultural. En su mayoría, estas rutas están diseñadas para conectar a los viajeros con sitios históricos, comunidades locales y tradiciones milenarias. En Perú, el Belmond Andean Explorer lleva a los pasajeros desde Cusco hasta el Lago Titicaca y Arequipa, ofreciendo una ventana al rico patrimonio de los Andes. O el Hiram Bingham, que debe su nombre al explorador estadounidense que redescubrió la ciudadela de Machu Picchu, explora la grandeza del imperio inca.

El mercado global de trenes de lujo está creciendo a un ritmo impresionante. Según un informe de Allied Market Research, se espera que el mercado alcance los casi 11 mil millones de dólares para 2031, impulsado por el aumento del turismo de lujo y la demanda de experiencias personalizadas. Los viajeros modernos están dispuestos a pagar más por experiencias que ofrezcan autenticidad, exclusividad y comodidad.

Mientras que el diseño clásico y la nostalgia son parte del encanto de estos trenes, muchas empresas están adoptando tecnologías modernas para atraer a nuevos viajeros. Desde sistemas de energía solar hasta trenes eléctricos de alta velocidad, el futuro de los trenes de lujo promete ser tanto innovador como sostenible.

Además, en un momento en que el turismo responsable y la sostenibilidad son prioritarios, estos trenes se presentan como una alternativa ecológica frente a los vuelos de corta distancia. Los trenes producen significativamente menos emisiones de carbono que los aviones, y muchas compañías están invirtiendo en tecnologías para hacerlos aún más “verdes”.

Así que, aprovechando esta época de descanso y planes, propóngase hacer un tour en alguno de estos trenes el año entrante. Sería increíble. Yo ya tengo unos cuantos en la mira. Aprovecho esta reflexión para desearles un gran año 2025. ¡Y sobre rieles!

Hasta pronto y gracias por su lectura.