El sector inmobiliario se bate en retirada

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LA Network

Cada vez se hacen menos casas…
Vivienda en construcción. Foto; Archivo LA Network

El viernes pasado, Citibanamex ajustó por cuarta ocasión a la baja su pronóstico de crecimiento para la economía mexicana, dejándolo en un ya muy, pero muy flaco, 0.9 por ciento.

Esto pasó en la semana en que esa misma prensa revelaba que la generación de nuevos empleos formales había caído 88 % y que la producción de vivienda se redujo 27 %… Y en la misma semana en que el INEGI diera a conocer indicadores que confirmaban la tendencia a la baja de la industria de la construcción.

Pasó apenas unos días después de que fuera también noticia el que estaban suspendidos o clausurados 42 % de los poco más de 1 100 proyectos inmobiliarios reportados como “activos” en la Ciudad de México.

Al tiempo que escribo estas líneas, las cadenas productivas relacionadas con construcción, sector inmobiliario y vivienda, buscan trabajar con las autoridades para crear condiciones que permitan la reactivación de sus actividades, pero, lo cierto es, que quienes ya se preparan para levantar el vuelo en busca de mejores destinos, son los inversionistas.

Es evidente que todos estos sectores van mal, que la economía en su conjunto también va mal, y que eso poco a poco va minando la confianza de consumidores e inversionistas.

¿Qué puede pensar un inversionista que tiene puesto su capital en un proyecto inmobiliario que lleva ya varios meses detenido, sin que haya señales que indiquen cuándo se podría reiniciar la construcción?

¿Qué puede pensar un inversionista que llevaba años confiando en el sector vivienda, para levantarse un día con la noticia de un cambio de políticas que habría de provocar que las casas en que invirtió se quedaran asoleándose, sin posibilidad de ser vendidas y generando costos financieros que mataban toda viabilidad de la inversión?

¿Qué pueden pensar los inversionistas que llevan meses en espera de la formalización de una nueva Política Nacional de Vivienda?

¿Qué pueden pensar quienes invirtieron en una planta para producir materiales de construcción, que hace mucho dejó de producir porque la falta de ventas provocó la saturación de sus inventarios?

Por supuesto, el promedio del desempeño de estos sectores se forma por muchos que la están pasando muy mal, y por otros pocos que por lo que ustedes gusten y manden, están teniendo buenos resultados.

Porque claro que hay historias de éxito en medio de la desaceleración… pero no son suficientes…

No son suficientes para estas cadenas productivas, ni para sus inversionistas… Y mucho menos para una sociedad que requiere esos empleos y necesitan las casas que se están dejando de producir.

Y lo dicho, en estos sistemas productivos habrá muchos que tengan que hacerse bolita y esperar que pase la ola esperando sobrevivir…

Pero hay otros, los inversionistas, que no saben hacerse bolita y que muy posiblemente se van a ir, porque la naturaleza de su actividad es así… Volátil… Siempre en busca de destinos de inversión que les ofrezcan rentabilidad, desde luego, pero, sobre todo, seguridad y certeza.

El sector inmobiliario se bate en retirada, con el enorme daño que le implican la pérdida del segmento de vivienda económica y el colapso que esta industria vive en la Ciudad de México.

Muy lamentable, porque en días en que se habla de desaceleración económica y pérdida de empleo, qué tal le caerían a México los más de 100 000 empleos que se han perdido en el sector inmobiliario de la capital del país y los puntitos del PIB que pudieran haber aportado los miles de viviendas que se dejaron de hacer.

Ojalá que al esfuerzo que realiza el sector privado para crear condiciones que permitan volver a encender motores, corresponda el mismo esfuerzo por parte de los organismos públicos.

Esto es un sistema, de nada vale la voluntad de la iniciativa privada de querer invertir, producir y generar empleos, si esa voluntad no es compartida por las autoridades.