El sector metroferroviario no se detiene

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René Albisser
9 febrero, 2021 - Movilidad

La pandemia por COVID-19 provocó, sin duda, un cataclismo en la economía mundial, una recesión que no se veía desde los albores del siglo XX. Pero lo cierto es que no podemos seguir llorando sobre la leche derramada y lo único que nos queda es activar lo más pronto posible la recuperación económica, en la medida en que el proceso de vacunación en cada uno de los países lo permita, eso sí, enfocados en una estrategia de crecimiento verde, sostenible con el planeta.

En ese escenario, el sector metroferroviario puede convertirse en un gran aportante a la reactivación del empleo en todos aquellos países donde hoy se definen nuevos proyectos o la continuidad de algunos que se vieron interrumpidos por la pandemia. La inmensa mayoría de ellos movidos por energía eléctrica, por energía limpia.

En el mundo hay mapeados, por lo menos, una veintena de proyectos de todo tipo que van desde trenes de alta velocidad hasta tranvías de mediana capacidad. Europa, Asia y América tienen los más importantes proyectos en marcha. En este caso, detallaré solo algunos de ellos.

La línea 1 de Ho Chi Minh (la ciudad más poblada de Vietnam), será la primera línea de metro en esta urbe, cuya entrada en operación se prevé para este año. La línea de 14 estaciones tiene planificada su conexión con la línea 2, que ya tiene también fecha tentativa de operación en 2026.

Otro proyecto importante en Asia es el metro de Riad (Arabia Saudita) de 176 km y seis líneas, que está programado para abrir sus primeras líneas también en este 2021. El costo de las obras se estima en US $ 24.400 millones, lo que lo hace uno de los proyectos más potentes en la actualidad.

Pero sin duda, China aporta los proyectos más ambiciosos en materia ferroviaria, entre ellos el tren de alta velocidad Zhengzhou – Wanzhou, una línea de 818 km que tendrá una velocidad inicial de 350 km/ h. Este país ya anunció en 2020 su interés de aumentar el tamaño de su red de alta velocidad a 70.000 km para 2035. La red hoy tiene una longitud total de 36.000 km y es la más grande del mundo.

¿Y en América Latina qué proyectos son los más importantes en el horizonte? En el caso de Brasil, están el monorriel de 19,2 km de Salvador de Bahía, que espera transportar 172.000 pasajeros por día; y también está la línea 17-Oro del monorriel de São Paulo, una obra llena de dificultades y polémicas, pero que ya parece en curso.

En Colombia cuatro proyectos, aún en fases muy preliminares, son esperanza para la reactivación económica en las tres principales ciudades: el metro de Bogotá, el metro ligero de la 80 en Medellín, al igual que el Tren del Río (tramo funcional del ferrocarril de Antioquia), que aún está pendiente de su financiación por parte de la Nación; y el Tren de Cercanías que uniría las ciudades de Cali, Palmira, Jamundí y Yumbo, un proyecto del que ya hemos hablado en este mismo espacio.

Pero quizás el proyecto ferroviario más grande y por ello el más complejo en este hemisferio es el Tren Maya en México. Su construcción comenzó en junio de 2020, espera recorrer desde 2023 cerca de 1554 kilómetros en siete tramos con 19 estaciones para transporte de pasajeros y carga en los cincos estados del deprimido sur mexicano: Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

La verdad es que este tren sigue generando mucha incertidumbre entre las comunidades de influencia por sus impactos en el medio ambiente y su dudoso valor de desarrollo, pero es la obra más importante del presidente Andrés Manuel López Obrador. El proyecto originalmente tenía un costo de US $ 3.400 millones, pero ahora ha aumentado a US $ 6.800 millones.

Como puede ver amigo lector, el sector metroferroviario está más activo que nunca, ayudando a hacer la transición hacia una movilidad sostenible con el uso de energías limpias y generando miles de empleos, absolutamente necesarios para superar el enorme hueco que hizo el COVID-19 en la economía global. Nuestro deseo: que todos estos proyectos se encarrilen y avancen.

Hasta pronto y gracias por su lectura.