Cada vez es más importante para la innovación en las ciudades, la relación entre las grandes empresas y las startups. Pero también que ambas organizaciones tengan un ecosistema de innovación optimo en esas urbes que permita el desarrollo y la competitividad. La Network conversó con Ricardo García, un experto colombiano en el tema, que hoy trabaja en el desarrollo de Android para Google y que estará en Innovation Land 2017 en Medellín.
Ricardo García es ingeniero electrónico de la Universidad Pontificia Bolivariana de Colombia. Además es Magister en Ciencia en Ingeniería de Música (Universidad de Miami) y en Ciencias y Artes de los Medios del MIT.
Ha publicado investigaciones y patentado invenciones en modelos psicoacústicos del sonido. También tecnologías para salud auditiva, marcas de agua para audio, optimización de algoritmos de síntesis de sonido utilizando Machine Learning y modelos evolutivos.
Ha trabajado en la academia y la industria como científico de audio, aplicando sus conocimientos en el procesamiento en tiempo real en plataformas móviles y actualmente es Ingeniero de Software Senior para Infraestructura de Android en Google.
García, quién estará como conferencista en Innovation Land 2017 en Medellín, nos dio visión sobre la importancia de la innovación, la relación entre empresas y startups y de los ecosistemas de innovación en las ciudades.
De acuerdo con tu experiencia en diferentes compañías norteamericanas ¿Cuáles son los comportamientos de las organizaciones para relacionarse con los ecosistemas de innovación de las ciudades?
Muchas organizaciones ven una relación con los ecosistemas de innovación como un altruismo recíproco: “Si el ambiente de innovación en mi ciudad mejora, mi organización mejora y todos ganamos”. Representantes de las organizaciones participan activamente de los eventos, talleres, y seminarios que se hacen en los hubs de innovación, inclusive patrocinando y organizando muchos de ellos. Es común tener empleados de las organizaciones como miembros de planta de los hubs de innovación, donde están enfocados en algún proyecto técnico propio de la organización, pero a la vez son parte activa de la comunidad. Comparten su tiempo, experiencia, contactos y cuando es posible, recursos técnicos y económicos; mientras ellos mismos ganan conocimiento y traen de vuelta a su organización información de primera mano de los proyectos, necesidades y tendencias actuales.
¿Cómo crees que debe ser el trabajo conjunto entre las grandes empresas y las startups?
Las grandes empresas tienen los recursos y la oportunidad de “estar cerca” de los proyectos, ideas e innovaciones hechas por los startups. Una buena forma es ser parte activa de los hubs de innovación, patrocinar eventos y talleres, ofrecer espacios físicos, mentoría y capital para startups. Para las startups el tener contacto directo con la gran empresa y aprender de primera mano qué problemas son importantes para ellos, puede ayudar a establecer su plan de negocio.
¿Cuáles consideras que son las principales rigideces de las empresas en un mundo digital?
Aunque suena cliché, creo que es cierto en muchas formas que las grandes empresas se mueven lento, mientras las startups pueden avanzar rápido. Este es el caso de empresas con códigos base enormes (por ejemplo Android), donde se debe tener una muy buena infraestructura para manejar cambios, planear nuevos módulos y una arquitectura que permita a miles de colaboradores interactuar de una forma eficiente; todo esto mientras el código es lo suficientemente estable para utilizarse en el producto actual y mantener la compatibilidad con productos anteriores. Al tener código fresco, pocos colaboradores y pocos productos que mantener, las startups pueden embarcarse en cambios grandes y moverse mucho más rápido.
¿Cómo piensan los profesionales en el entorno en que te desenvuelves? ¿Qué les gusta y qué no les gusta?
Un rasgo muy común que quisiera resaltar es la curiosidad. Es común encontrarse con personas que apasionadamente quieren conocer más del mundo, aprender más de todo. Son personas que valoran cuestionar las cosas, discutir diferentes puntos de vista; pero siempre bajo un rigor científico: si alguien tiene algo qué decir, esa persona debe estar dispuesta a mostrar evidencia, datos concretos que respalden su punto de vista. Son personas que valoran el poder ensayar cosas nuevas, ideas nuevas. Es muy común empezar una conversación con un ¿qué tal si?