Promover la ley de arbolado urbano y detrás de ella iniciar un proceso de educación ambiental, es el principal objetivo de este colectivo de ciudadanos con representación en todo el país. LA Network dialogó con su vocera.
Saber cuántos son es complejo. Determinar su estado de salud, su deforestación o calcular cuáles ciudades o municipios están más afectados por su deterioro, también requeriría un trabajo extenso. Sin embargo, lo que sí está claro, es que en Chile los ciudadanos están tomando cartas en el asunto para salvar el arbolado urbano y promover mayores siembras y protección.
El ejemplo más relevante de activismo en favor de los árboles en ese país es la Red Nacional Pro Ley de Arbolado Urbano, un movimiento ciudadano y ambientalista conformado a la fecha por 16 organizaciones desplegadas en distintas zonas de Chile.
“Estamos algo dispersos en el territorio, pero muy unidos en esta campaña. Tenemos representación en siete regiones del país. Estamos organizados de tal manera que, desde un grupo pequeño, pero representativo, se coordinan nuestras acciones que se comparten con todos los integrantes”, relata Cecilia Michea, vocera de la Red.
Proteger el arbolado desde las normas
La propuesta de la Red comenzó a tomar forma en abril de 2018, cuando una campaña ciudadana le dio vida a esta apuesta por el medio ambiente. Luego, el 2 de octubre, llegaron hasta el Ministerio de Agricultura de Chile con una propuesta de ley de arbolado, que permitiera reforzar el proyecto de ley denominado “Ley Arbolito”, impulsado por el Gobierno del presidente Sebastián Piñera y cuya finalidad es actualizar la regulación de la tala, poda y cuidado del arbolado en zonas urbanas, atribuyendo ciertas funciones y deberes a la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y a los municipios.
“Nos encontramos en espera de la entrega de su borrador, participamos de la mesa de trabajo en torno a este proyecto”, destacó Michea. Mientras tanto, el grupo de trabajo avanza en el perfeccionamiento de una propuesta de ordenanza municipal modelo para ofrecer a los municipios libre de costo y planificando futuras charlas sobre arbolado urbano.
“Uno de nuestros objetivos es la revalorización del árbol, que se identifique como un ser vivo, para lo cual creemos firmemente que la clave es la educación ambiental. Por eso, mantenemos constante cercanía a través de las redes sociales y prontamente a través de charlas”, remarca Michea.
La necesidad de regular y atender todas las regiones
En Chile el mal manejo del arbolado urbano se extiende en todo el territorio y ni las zonas turísticas se salvan. “No podríamos identificar un municipio y decir que es el peor”, afirma Michea, pero está claro que todas las regiones necesitan poner atención especial sobre las normas que regulan las actividades ilegales en contra del arbolado.
“Hemos llegado a esta situación por la ausencia de normas que regulen el manejo de los árboles. Los tiempos ambientales que vivimos requieren de normas claras con sanciones a quienes los perjudiquen y definición de compensaciones en árboles para reponer…Se debe dar prioridad al cuidado de los ecosistemas urbanos, la protección de la biodiversidad que solo se logrará con Educación + Educación + Normas, por eso la importancia de trabajar con los municipios”, agrega.
Por ahora y sin conocimiento de los avances sobre el proyecto de ley, tras la última reunión sostenida el 4 de diciembre pasado, la Red se enfoca en la mencionada ordenanza de Áreas Verdes y Arbolado Urbano, la cual avanza en conversaciones con los municipios.
Por último, convocan a los ciudadanos a que se empoderen de este tema, con un llamado a pensar en el futuro. “Solo un árbol adulto nos puede entregar todos sus beneficios ecosistémicos. Que nuestras acciones sean por preservar la vida para proteger ese futuro. Estamos llamados a la acción climática. Ya no podemos ser indiferentes”, sentenció Cecilia Michea.