El africano Liberia es el nuevo en hacerlo y los últimos 35 lo han hecho en el último año y medio. Brasil todavía no lo hace.
La Enmienda Kigali al Protocolo de Montreal que pretende una reducción superior al 80 % hacia 2050 de los gases HFC (hidrofluorocarbonos), usados especialmente en la industria de la refrigeración, alcanzó una ratificación de 100 países tras la firma del africano Liberia.
Luego de que la enmienda entrara en vigor en enero del año anterior con 65 países ratificados, en los últimos 18 meses se ha logrado la ratificación de 35 estados más lo que fortalece el propósito general de este compromiso al que le falta que aproximadamente otro 50 %, es decir 98 países, ratifiquen este documento promulgado en 2016.
“La Enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal, un acuerdo internacional para reducir el uso de hidrofluorocarbonos (HFC), ha alcanzado un hito: Liberia se convirtió en la nación número 100 en ratificar la enmienda, dando un impulso a la acción climática global” ratificó el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Justamente Mali, otro país africano, fue el primero en ratificar la Enmienda de Kigali en 2017, a la que posteriormente se sumó en bloque la Unión Europea y un grupo de países pequeños que permitió la activación de esta al inicio del año anterior.
Precisamente, las estimaciones sugieren que las emisiones evitadas hacia 2100 podrían alcanzar de 5.6 a 8.7 gigatoneladas equivalentes de CO2 por año.
En total, esto equivaldría a más de diez años de emisiones anuales actuales de CO2; lo que evitaría hasta 0.4 ° C de calentamiento para fines de siglo en el entendido que, si bien los HFC no son una amenaza para la capa de ozono, sí son un factor peligroso para el aumento del calentamiento global con impacto incluso mayor la del dióxido de carbono (CO2).
La ratificación 100 en medio de la pandemia
“Mientras enfrentamos los impactos de la pandemia, es crucial no olvidarnos de la acción climática”, expresó Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, quien además advirtió que el cambio climático es una amenaza incluso mayor que la crisis por COVID-19 y con el potencial de generar más miseria en el planeta: “tenemos que ser decididos para limitarlo».
En Latinoamérica países como Chile (el primero de la región en hacerlo), Ecuador, Colombia, Guatemala, Panamá, Uruguay, México, Argentina, Rep. Dominicana y Cuba; han ratificado la Enmienda de Kigali pero una duda gigante se cierne sobre Brasil que, tras la llegada de Jair Bolsonaro a la presidencia, no solo no ha ratificado este compromiso sino que además ha mostrado poca voluntad de unirse a la búsqueda mundial de la reducción del cambio climático con amenaza de retirarse del Acuerdo de París.
De hecho, en Brasil operan unos 28 millones de aires acondicionados y la tendencia es un crecimiento del 10 % anual según informa Proyecto Kigali, organización que busca la reducción del impacto de esta tecnología a través del mejoramiento del perfil de consumo.
Con la aplicación del Protocolo de Montreal, que sí cuenta con la firma de los 198 países miembros de Naciones Unidas, y la Enmienda, la capa de ozono ahora está en camino a la recuperación.
Los beneficios del Protocolo incluyen hasta dos millones de casos de cáncer de piel prevenidos cada año para 2030, un estimado de US$ 1.8 billones en beneficios de salud global y casi US$ 460.000 millones en daños evitados a la agricultura y la pesca hasta 2060.