Esta planta contribuye a elevar el nivel de oxígeno disuelto en el río Medellín a un promedio de 5 mg/l (cinco miligramos por litro), característica de los ríos descontaminados.
EPM, la empresa de servicios públicos de la ciudad de Medellín, inauguró este martes la Planta de Tratamiento Aguas Claras, una de las más modernas de América Latina por la avanzada tecnología que emplea y la más grande de su tipo en Colombia.
Con la entrada en operación de Aguas Claras, unida a la Planta San Fernando (de las mismas características, pero de menor tamaño), EPM espera recolectar en promedio el 84 % de las aguas residuales del Valle de Aburrá para tratarlas, evitando que lleguen al río Aburrá-Medellín más de 140 toneladas diarias de materia orgánica, equivalentes a lo que pueden transportar 10 tractocamiones con carga completa.
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“La recuperación del río permite que sus riberas se puedan destinar a desarrollos urbanísticos y espacios para la recreación y parques lineales, tal como sucede actualmente en el trayecto ya saneado del río”, destacó Jorge Londoño De la Cuesta, gerente de EPM.
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Con la operación de Aguas Claras, todos los habitantes del área metropolitana de Medellín obtienen beneficios ambientales, así como las poblaciones ubicadas aguas abajo de la planta. De esta forma, no solo se trata del río Medellín, se aporta a los demás ríos principales de Colombia.
El costo total del proyecto fue 1,6 billones de pesos, con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por 450 millones de dólares.