António Guterres hizo un llamado a los líderes locales y nacionales por la igualdad y una respuesta más inclusiva ante la pandemia.
El Secretario General de la ONU, António Guterres, llamó este martes a las autoridades locales y nacionales, a “una acción decisiva y una cooperación más profunda”, entre ellos para responder de mejor manera a la pandemia global por coronavirus que ya deja cerca de 655.000 víctimas, 16.5 millones de contagiados y se concentra, en un 90 %, en el mundo urbano.
“Las ciudades están siendo las más afectadas por la crisis, muchas con sistemas de salud en tensión, servicios de agua y saneamiento inadecuados y otros desafíos. Este es especialmente el caso en las zonas más pobres, donde la pandemia ha expuesto desigualdades profundamente arraigadas”, expresó el Secretario con ocasión de la presentación del informe ‘COVID-19 en un mundo urbano’. El documento de 30 páginas de extensión es un resumen de los impactos generados por la crisis sanitaria y de recomendaciones a los tomadores de decisiones y a la sociedad entera para hacer de esta coyuntura, que ha revelado las enormes inequidades urbanas, una oportunidad para impulsar el desarrollo, la resiliencia y la inclusión.
“Pero las ciudades también albergan una extraordinaria solidaridad y resistencia. Extraños que se ayudan entre sí, calles que animan en apoyo de los trabajadores esenciales, empresas locales que donan suministros para salvar vidas”, manifestó Guterres.
El informe de políticas: las ciudades son problema y solución
Hacer frente a las desigualdades y el déficit de desarrollo; fortalecimiento de las capacidades de actores locales, particularmente gobiernos locales; y perseguir una resiliencia, inclusiva y recuperación económica verde.
Estas son las tres claves del informe que reitera lo expresado por múltiples voces en el mundo: la injusticia es igual a la basura que se arroja al mar, pronto regresará a la orilla para contaminar la playa.
“Por ejemplo, en Londres (Reino Unido), las tasas per cápita de infección en los municipios más pobres vienen siendo tres veces mayor que en los municipios más ricos”, señala el documento que señala además que el 24 % de la población mundial viven en barrios marginales (favelas, slums, tugurios, etc).
Pero hay más. Hasta 2017, el 29 % de la población mundial (2.200 millones de personas) carecía de una gestión segura el agua potable y el 55 % (4.200 millones de personas) carecían de servicios de saneamiento básico, lo que ha contribuido a la propagación e impacto de la pandemia.
Ahora, además del costo en vidas de la crisis y los impactos económicos mundiales, el informe destaca que la situación reducirá entre el 15 y el 25 % hasta 2021, las inversiones de las ciudades en servicios públicos, infraestructura y desarrollo urbano sustentable.
Además, la imposibilidad de usar a plenitud los sistemas de transporte público ha estimulado el uso de los modos privados: en China el aumento fue del 34 % aproximadamente.
En la provincia de Hubei la producción de residuos hospitalarios se incrementó en un 600 %, pasando de 40 a 240 toneladas por día. En Tailandia el uso del plástico aumentó un 62 % tan solo en abril.
Sin embargo, el Secretario General de la ONU indicó con esperanza que en las ciudades también vive el potencial para la superación de la crisis.
“Hemos visto expresar lo mejor del espíritu humano. A medida que respondemos a la pandemia y trabajamos hacia la recuperación, vemos a nuestras ciudades como centros de comunidad, innovación humana e ingenio. Hoy, tenemos la oportunidad de reflexionar y restablecer cómo vivimos, interactuamos y reconstruimos nuestras ciudades”.
Por ello, el informe incluyó un compendio de recomendaciones que pueden operar como solución ante los desafíos planteados y la principal es la priorización de las poblaciones urbanas vulnerables en las distintas fases de respuesta, haciendo énfasis en atacar, en el largo plazo, las desigualdades en el desarrollo.
Vivienda accesible y segura (evitando también desalojos y entregando apoyos económicos) y urgente acceso a agua potable y saneamiento básico especialmente en asentamientos informales; deben ser prioridades.
De la misma manera, Guterres destacó la necesidad del fortalecimiento de las capacidades de los gobiernos locales y la gobernanza a través de la ya mencionada articulación entre los niveles nacional y local.
Sobre la dimensión económica, el Secretario General, hizo un llamado por la “recuperación económica verde, resiliente e inclusiva”.
Aumento de la movilidad activa (caminata y bicicleta) y sus infraestructuras; incremento del espacio público, para impactar la calidad del aire; así como la urgente decisión para atacar el cambio climático.
Centrar los paquetes de estímulos económicos hacia una ruta baja en carbono, incluida la creación de empleo con un enfoque ecológico y aprovechar la capacidad de rápida adaptación de la sociedad como, por ejemplo, la transformación hacia el teletrabajo.
Destacó, igualmente, la necesidad de avanzar en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
“Ahora es el momento de repensar y remodelar el mundo urbano. Ahora es el momento de adaptarse a la realidad de esta y futuras pandemias”, concluyó Guterres.