Uber pudo haber gastado en los últimos años más de 200 millones de dólares en demandas de operación y contratación.
Como una medida para proteger al gremio de los taxistas locales, el Gobierno de Guayaquil, Ecuador, decidió no permitir la operación de la aplicación para el servicio de taxis, Uber.
La decisión adoptada por el alcalde de la ciudad, Jaime Nobot, se dio a conocer por el Personero Municipal tras un encuentro con el Concejo y luego de que directivos de Uber hicieran presencia días atrás en la ciudad buscando despejar el camino para regular su operación.
En Guayaquil operan aproximadamente 15 mil taxistas regulados quienes, además de la prohibición de operación a Uber, se verán beneficiados tras la decisión (por una vez) de exonerarlos del pago de la segunda revisión técnico-mecánica anual que es obligatoria.
En Latinoamérica, uno de los últimos pasos para autorizar el funcionamiento de Uber lo realizó Sao Paulo. En la ciudad brasilera, fueron autorizados cinco mil carros para la operación bajo la plataforma, los cuales deberán pagar al gobierno local 0.10 reales (0.028 dólares) por cada kilómetro recorrido.
Uber, presente con operaciones en 408 ciudades del mundo y con una cifra no menor a 400 mil conductores en Estados Unidos, pudo haber gastado en los últimos años más de 200 millones de dólares en demandas, evitando ser llamados “ilegales” y entre el debate de reconocimiento de los conductores como empleados o contratistas.
