En este mundo convulsionado, que tiene los valores alterados, donde se va perdiendo la percepción sobre las cosas importantes, donde no se valora el respeto, donde se ha perdido la empatía, aparece la bicicleta como un medio de transporte que aporta frescura y a la vez genera discordia entre las personas porque se la considera un estorbo en el tránsito urbano cotidiano.
Escuchamos decir muchas veces que “la bicicleta es un estorbo”, ¿para quién? ¿por qué? ¿en qué contexto?
Un auto ocupa aproximadamente entre 8 y 10 m2 y pesa más de 1 tonelada mientras que una bicicleta convencional casi no llega a ocupar 1 m2 y pesa tan solo 15 kilogramos, entonces bajo este precepto básico estamos en condiciones de decir que la bicicleta ¿es un estorbo o es parte de la solución a los problemas de espacio que sufren hoy las ciudades?
¿Por qué algunos sostienen que la bicicleta es un estorbo? Básicamente porque la bicicleta al ponerse delante del auto a una velocidad reducida pareciera que eso molesta a quien cree tener mas derecho al espacio publico que quien se mueve en bicicleta. Pongámoslo en este contexto, la bicicleta puede desarrollar una velocidad promedio de entre 15 y 20 km/h a un ritmo urbano y eso parece molestar a quien por lo general no circula a menos de 40 km/h en calles o avenidas de cualquier ciudad.
Cuando decimos que la velocidad mata, nos estamos refiriendo precisamente a que ir a más de 30 km/h en la ciudad deja muy poco margen de seguridad para la maniobra y la frenada, lo que provocaría un daño irreparable en cualquier peatón o ciclista. Es entonces que nos preguntamos ¿por qué tenemos que ir a altas velocidades si en la vía nos vamos a encontrar con otros actores de tránsito que circulan mas lentamente y a los cuales podemos dañar seriamente?
La respuesta esta en el nivel de ansiedad que llevamos dentro y que nos persigue cada minuto de nuestras vidas. Vivimos superados por el tiempo como si el día no nos alcanzara para concretar todas nuestras tareas, pero ¿qué es más importante que cuidar nuestra vida y la de los demás? ¿Qué razón nos empuja a querer pasar más rápido por delante de un ciclista, poniendo en riesgo su integridad física, y que también tiene sus necesidades, ansiedades y preocupaciones, pero decide usar un medio de transporte más económico, menos contaminante, más eficiente, más versátil y ocupando el mínimo de espacio?
No comprendemos la importancia que tiene reducir la velocidad, y darnos cuenta que eso también es generar espacio, la velocidad también es un estorbo, la velocidad deja sin chances a los que quieren ir más lento. El espacio debemos cuidarlo, porque el espacio es de todos y si aprendemos a compartirlo podremos mejorar la convivencia y empoderará a los más vulnerables poniéndolos en igualdad de condiciones frente a la avasallante marcha de los vehículos motorizados.
No podemos seguir creyendo que si vamos en auto tenemos prioridad absoluta sobre la calzada simplemente porque vamos en un vehículo más rápido, más pesado y más grande, porque pensando de esa manera estamos menospreciando la importancia que tienen otros medios de transporte que contribuyen mucho mas eficientemente en procurar espacio para una mejor circulación de vehículos y personas, y eso es la bicicleta, es generadora de alegría, energía positiva, empatía, y de mucho espacio y aire limpio.
La bicicleta no es un estorbo, es parte de la solución a la falta de espacio en tu ciudad.
