Medellín y su Área Metropolitana año tras año, especialmente en la época decembrina vive una experiencia que para algunos es llamada como de la cultura paisa, animados porque se está en una época que invita a la celebración, la alegría y con ello a La Pólvora. Sin el ánimo de polemizar sobre si el uso de la pólvora es malo o es bueno, además porque particularmente no me gusta, debo decir que en los entornos urbanos se requiere más conciencia sobre su mal uso. Para lo que algunos llaman celebración, para otros son quemaduras, ya sea por manipulación directa o como observadores en el 2015 hubo 244 quemados en Antioquia.
En el abordaje integral de la pólvora se han tocado diferentes frentes y se han realizado año tras año campañas que han ayudado a generar conciencia; sin embargo, hay una población importante en nuestras ciudades que se ve igual de afectada por el uso indiscriminado de la pólvora y que tenía muy pocas acciones para disminuir el nivel de afectación que tiene: la fauna silvestre y doméstica con la cual cohabitamos este territorio.
Algunos de los efectos que produce la pólvora en los animales son: traumatismo severo, especialmente en los sentidos visuales, auditivos y afectación de las estructuras aéreas. Sensaciones de perturbación de la localización, sobreexcitación que desencadena una respuesta de huida que puede provocar colisiones con estructuras. Muchas de las especies rescatadas después de que se ha presentado este tipo de espectáculo de luces y sonido, son aves que colisionan contra vidrios de ventanas, generándose en ellas traumas craneales y de sistema osteomuscular. Abandono de nidos en horas de la noche, momento en el que bajan las temperaturas, los polluelos se ven expuestos a proceso de hipotermia con la consecuente muerte de los mismos.
En el 2015, conscientes de ésta problemática, se realizó en Medellín una campaña llamada “La Huellatón”; ésta campaña desde su concepción fue un ejemplo de trabajo articulado entre los organismos del estado y la empresa privada en torno a un objetivo común como lo es disminuir los afectados por la pólvora cada año en Medellín y el Valle de Aburrá. Con el liderazgo de la Agencia de Publicidad Red Pepper, quienes llevaron la idea inicial al Área Metropolitana del Valle de Aburrá, se inicio el 15 de Julio un mensaje innovador sobre cómo la pólvora afectaba a la fauna de nuestro Valle de Aburrá, y mas allá de solo pensar en la protección de los niños y adultos quemados por los malos manejos que se le dan a estos elementos pirotécnicos, se hizo una invitación a que se hablara por los que no tienen voz y que como símbolo de ésta revolución animal se colocara la huella por parte de cada uno de los animales de compañía, que apoyaban la campaña y con esto demostrar a la ciudad que hacen parte del hábitat urbano y que al verse afectados por una práctica del ser humano.
Con el #JuntosVenceremos, la campaña Huellatón logró en 85 días recoger 22.429 huellas de animales que dijeron #NoMásPólvora ganando un Guinness Record, y movilizando a toda una región que es cada vez más convencida que los animales de compañía hacen parte fundamental de nuestras familias y que nuestras prácticas, muchas veces irresponsables con la naturaleza, los afectan y existen personas, mas allá de los egos, más allá de lo privado y lo publico, más allá de ellos mismos que hoy Hablamos por los que tienen Voz.