La UCA reveló que la pobreza en Rosario subió menos que en el resto del país durante 2016

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Juan Manuel Diaz
19 marzo, 2017 - Inclusión

Economía
La UCA reveló que la pobreza en Rosario subió menos que en el resto del país durante 2016
00:00 hs. El Barómetro de la Deuda Social detectó una baja de la indigencia en los últimos seis años. Igual, hay 313 mil pobres en el aglomerado.
por Mariano D Arrigo
pobreza. Menores que viven de juntar residuos.
pobreza. Menores que viven de juntar residuos.

En el primer año de gobierno de Mauricio Macri la pobreza en el Gran Rosario trepó del 18,5 por ciento al 21,6 por ciento y la indigencia se mantuvo estable en el 4 por ciento. Así lo indicó el sociólogo Agustín Salvia, director del Observatorio de la Deuda Social Argentina, dependiente de la Universidad Católica Argentina (UCA), quien presentó ayer en la sede local de esa casa de estudios el último informe del organismo.

Además, el especialista planteó que faltan “políticas de Estado” para atacar la pobreza y la indigencia y consideró “contradictorio” que dirigentes del kirchnerismo ahora usen las estadísticas de la UCA para criticar al actual gobierno nacional.

Según el Observatorio de la Universidad Católica unos 313 mil habitantes del Gran Rosario no tenían al tercer trimestre de 2016 ingresos suficientes para cubrir una canasta básica de alimentos y servicios —valuada 11 mil pesos para una familia tipo— mientras que unas 73 mil no llegaban a los 6.500 pesos requeridos para satisfacer sus necesidades básicas alimentarias.

A nivel nacional el Observatorio constató 13 millones de pobres y 2,7 millones de indigentes.

En ambos casos, Rosario exhibe mejores indicadores que el conjunto del país: 4 por ciento contra 6,9 por ciento en indigencia; 21,6 por ciento contra 32,9 por ciento en pobreza.

Sin embargo, se trata de fotografías. En la película, la UCA señala que la indigencia en Argentina creció entre 2010 y 2016 del 6,3 por ciento al 6,9 por ciento, y la pobreza del 26,5 por ciento al 32,9 por ciento. En el mismo período, en Rosario la indigencia bajó del 5,5 por ciento al 4 por ciento y la pobreza subió del 20,6 por ciento al 21,6 por ciento.

En términos absolutos: en los últimos seis años en el Gran Rosario 37 mil personas se sumaron a las filas de la pobreza y 15 mil dejaron de ser indigentes.

Dos períodos

Aquí el Observatorio de la Deuda Social distingue dos escenas: 2010-2015 y 2016. Así, caracteriza que durante los gobiernos de Cristina Fernández de Kirchner “a pesar de políticas contracíclicas, en el marco de un modelo con bajo nivel de inversiones, en un contexto adverso a nivel internacional y restricciones monetarias, se desaceleró la creación de puestos de trabajo y se estancaron las mejoras sociales”.

En tanto, “a partir de 2016, la devaluación de fines de 2015 y sus efectos inflacionarios, seguidos por medidas contractivas, ajustes en las tarifas y la falta de inversión privada y pública, generaron un escenario todavía más recesivo en materia laboral y social”.

En este marco, Savia resaltó que el año pasado la indigencia en Rosario se mantuvo en los mismos valores respecto de 2015, mientras que en el resto del país subió 1,5 por ciento. En su opinión esto se debió a las políticas sociales del Estado pero también al sostenimiento de las llamadas changas.

El impacto del empleo

“A diferencia de lo que pasó en Capital Federal, el Gran Buenos Aires y otros lugares en los que cayó el ingreso por empleos informales porque bajó el consumo de la clase media, eso en Rosario no sucedió”, sostuvo Savia. “El empleo informal se mantuvo, y es el complemento de ingreso que tienen las familias pobres; el 50 por ciento ó 60 por ciento por ciento del ingreso de una familia indigente lo constituyen los programas sociales y el resto es changas”, agregó.

Por su lado, el especialista sostuvo que la inflación viene bajando en los últimos meses y ello “puede favorecer una caída de la pobreza aunque no haya reactivación económica”. Si hay demanda de empleo “va a ser significativa la caída de la pobreza”, proyectó.

No obstante, evaluó más difícil la situación de la indigencia. “Para que baje tiene que haber más trabajo informal, o trabajo formal para los informales”, explicó.

Sobre esto Salvia valoró “lo que está haciendo el gobierno en materia estadística pero todavía no está planteado un escenario de definición de políticas de Estado” “Hay una estrategia de transición para salir de la crisis y fomentar el crecimiento pero falta una convocatoria a los distintos sectores no a discutir la cifra sino el problema”, remarcó.

Vinculado a esto, planteó que en la UCA los “asusta que se usen los números para aumentar la grieta social o política” y que les resulta “paradójico, contradictorio” que integrantes de los gobiernos kirchneristas que cuestionaron en su momento las estadísticas del Observatorio de la Deuda Social “ahora hagan uso de ellas”.

El informe de pobreza, argumentó, “es un trabajo académico y científico” cuyo objetivo es “visibilizar deudas sociales”.

El estudio relevó entre 2010 y 2016 alrededor de 5.700 hogares de 17 aglomerados urbanos de más de 80 mil habitantes: Area Metropolitana del Gran Buenos Aires (ciudad de Buenos Aires y 24 partidos del Conurbano), Gran Córdoba, Gran Rosario, Gran Mendoza, Gran Salta, Neuquén: Plottier-Cippoletti, Mar del Plata, Gran Salta, Gran Tucumán y Tafi Viejo, Gran Paraná, Gran Resistencia, Gran San Juan, Zárate, La Rioja, Goya, San Rafael, Comodoro Rivadavia, Ushuaia y Río Grande. En Rosario se encuestaron unos 600 hogares, y según la UCA el estudio tiene un margen de error de 2 por ciento.