La unificación sería terrible para Callao, un análisis sobre los peligros del centralismo en la planificación

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Bryan Castillo Dávila
1 agosto, 2022 - Metrópoli

Recientemente se vuelve a escuchar la idea de anexar la ciudad del Callao a la ciudad de Lima Metropolitana, algo que de nuevo solo tiene una voz llevando el discurso de la conversación, en este artículo humildemente y con mucho respeto ofrezco una visión desde la ciudad del Callao y cómo esa idea no trae sino perpetuar las problemáticas urbano-territoriales en la primera ciudad portuaria del Perú.

Al empezar este artículo debo mencionar que al igual que un famoso TikTok, hay que hacer la precisión que, no es hacia la persona, es hacia el punto.

Por muchos años, incluso décadas, se ha escuchado por parte de urbanistas limeños el deseo de unificar la ciudad capital de Lima con la ciudad portuaria del Callao. Una propuesta que no solo significa cambios de gestión urbana sino incluso cambios de Constitución Política. A continuación, vendremos explicando más sobre toda esta problemática planteada por la ciudad capital.

La idea de una única unidad de gestión territorial, tiende a estar sustentada con pensares y frases como “así será más fácil gestionar la ciudad metropolitana”, “hoy es absurdo que las cámaras de seguridad llegan al límite entre Lima y Callao y no exista continuidad en el servicio”, o incluso algunas más fatalistas y categóricas como “es evidente para todos que es insostenible o ilógico seguir la gestión de Lima y Callao separados”. Ante estas y todas las demás frases y “sustentos” que exponen desde un grupo importante de urbanistas limeños, surgen algunos cuestionamientos desde el lado chalaco de la planificación.

¿Según quién o qué análisis se sostiene que unificar Callao con Lima plantea una mejora en la gestión territorial, si hoy, Lima Metropolitana no puede ni si quiera brindar el servicio de agua potable a su distrito más poblado?

Al igual que con el transporte urbano, el tema de las cámaras de seguridad pueden ser trabajados bajo una entidad especializada cuyo ámbito de acción sean ambas ciudades, con lo cual se evidencia que no existe necesidad de cambiar ningún tipo de gestión urbana ni Constitución Política, entonces, ¿para qué buscan centralizar todo?

Y finalmente, al día de hoy, para cualquier ojo analítico es evidente que la gestión urbana del Callao se ha visto influenciada fuertemente por las voces de urbanistas y visiones limeñas, desde planes urbanos de la ciudad del Callao hechos por el Instituto Metropolitano de Planificación de Lima hasta urbanistas limeños que apoyan proyectos que truncan el desarrollo urbano de la ciudad chalaca. Por lo mismo, es imposible no evidenciar que existe una necesidad enorme por que la primera ciudad puerto del Perú pueda tener su voz propia desde sus propios ciudadanos y profesionales que viven y buscan mejorar su ciudad.

Volviendo a todas esas frases, intenciones y deseos casi fetichistas de un importante grupo de urbanistas capitalinos, muchos con gran y merecido reconocimiento profesional, han rebotado a lo largo de los años, y sin ninguna contra parte, generando un imaginario ideal hacia unificar Callao con Lima. Sin embargo, es posible que por primera vez, se pueda hablar de la ciudad del Callao en un escenario de igualdad de condiciones, ya que por primera vez la metrópoli portuaria tiene un Plan de Desarrollo Metropolitano que ha analizado la ciudad del Callao de manera integral, ofreciendo un diagnóstico urbano inédito que evidencia tanto las brechas y necesidades, como los potenciales y fortalezas de la urbe. Evidentemente también existe una serie de propuestas de mejora en función priorizando la urbe chalaca, incluso luego plantea cómo articular algunos puntos con la urbe capitalina. A lo anteriormente señalado debemos sumar la incidencia ciudadana y profesional que está teniendo la ciudad a través de colectivos ciudadanos desde los cuales también se analiza, produce y traduce a un lenguaje ciudadano los importantes temas urbanos, ciudadanos, sociales y culturales de la metrópoli del Callao.

En ese sentido y referente a la premisa inicial, este artículo intenta ser un grano de arena frente a una tormenta urbano-limeña que a lo largo de los años no ha parado en su búsqueda de centralizar la planificación. Incluso hoy, cuando escribo estas líneas soy consciente que mi voz resulta ser nada frente a instituciones capitalinas especializadas en ciudad, urbanismo, arquitectura, así como medios de comunicación y redes en general que comulgan con la visión centralizada, y errada, de unir Callao a Lima. Sin embargo, por el enorme amor a mi ciudad y teniendo la razón de mi lado considero importante exponer algunos puntos para sustentar por qué Callao jamás debe ser parte de Lima.

 

La ciudad es un video, no una foto

Debemos partir desde el inicio y no desde donde conviene para la narrativa de unificar dos urbes. Callao es un territorio autónomo desde el año 1836 (quinche años después de la Independencia del Perú), y ha funcionado como una ciudad incluso hacia finales del siglo XVI. (Época virreinal, cuando la ciudad puerto estaba amurallada y la ciudad de los reyes se reusaba a otorgarle la autonomía que la población del Callao demandaba, según nos informa el historiador Francisco Quirós Chueca en su libro “Historia del Callao, de puerto de Lima a Provincia Constitucional”).

Partiendo desde el año 1836, año en qué la ciudad del Callao ya siendo y funcionando como urbe, adquiría su autonomía político administrativa y la ciudad de Lima aún tenía su muralla (derrumbada en 1871), podemos referirnos al mapa de la portada (1891-1894) donde resulta evidente el momento en que territorialmente ambas eran dos ciudades autónomas únicamente conectadas solo mediante ejes viales, al igual que hoy en otras ciudades, provincias o regiones del Perú o del mundo. Ambas urbes existían y funcionaban en un Perú ya Independiente y se encontraban separados por unos 10 km aproximadamente, pasado el tiempo y ante el fracaso de la implementación de medidas de planificación urbana en un Perú centralizado, estamos hablando de un escenario distinto que debe ser entendido en su real dimensión. Al año 2022, las dos ciudades han crecido tanto que se encuentran en unas situación de conurbación, un proceso que recién empezó a darse hacia la década de 1970. Esta narrativa, sustentada en el proceso evolutivo de ambas ciudades es totalmente distinta a la narrativa que se oye desde la ciudad capital, donde se desconoce todo proceso autónomo, histórico, legal y real de la urbe chalaca. Esta negación de la autonomía urbano-histórica del Callao permite plantear narrativas como; “Callao es parte de Lima metropolitana”, “Callao es el puerto de Lima” o “Lima es una ciudad metropolitana enorme” a esta última frase, generalmente se adjunta una foto satelital actual donde se aprecia la ciudad del Callao y la ciudad de Lima conurbadas. Esta situación injusta e incluso incomprensible nos evidencia que, para analizar, hablar e incluso proponer algo sobre las ciudades, es necesario analizar todas las variables que en ella suceden, variables que van más allá de un análisis puntual sobre una foto de satelital.

 

El mito de la insostenibilidad en la gestión urbana

Para sostener el discurso de anexar la urbe chalaca a la gran capital, se menciona en foros, talleres, redes sociales, conversaciones académicas incluso marketing de empresas y prensa capitalina (que posee alcance nacional), que es insostenible continuar con una gestión urbana separada entre Callao y Lima. Al respecto existen dos ejes que deben aparecer en la mesa de discusión ya que evidencian lo vacío del mito de la insostenibilidad urbana. Al año 2022, la ciudad del Callao funciona como el polo logístico de la ciudad de Lima, algo que ha sido producto de visiones centralizadas de la planificación que desde la ciudad de Lima ve, analiza y entiende Callao como su patio logístico, algo que queda en evidencia en el diagnóstico del Plan de Desarrollo Metropolitano del Callao al 2040. Ese carácter mono funcional en servicio de la ciudad capital es producto de la imagen y modelo de ciudad que posee la ciudad del Callao, donde la existencia de la urbe chalaca importa en función que sirve única y exclusivamente como espacio sacrificado para la industria y movimiento logístico. Lo anteriormente señalado es posible evidenciar al comparar el plano de Modelo de Ciudad de la ciudad del Callao en el anterior Plan de Desarrollo Urbano del Callao, elaborado por el Instituto Metropolitano de Lima para la ciudad portuaria frente al Modelo de Ciudad del Callao elaborado por el Plan de Desarrollo Metropolitano del Callao, elaborado por el Ministerio de Vivienda.

En ese contexto resulta claro que muchas de las problemáticas que hoy existen en la ciudad del Callao, falta de ofertas educativas superior, ofertas culturales, recreativas, laborales, de vivienda e incluso problemáticas nacidas en Callao y que afectan a la ciudad de Lima, son gracias a un errado modelo de ciudad existente en la ciudad chalaca y que es producto de las visiones urbanas de Lima sobre el territorio chalaco. Es decir, actualmente la ciudad portuaria ya experimenta una realidad producto de una planificación centralizada, a pesar de no estar anexado a la ciudad de Lima.

Un primer ejemplo claro para evidenciar como un errado modelo de ciudad afecta a una ciudad, en este caso a la ciudad de Callao e incluso a la ciudad de Lima, es analizar el eje vial de la avenida Tomas Valle. Una vía interregional que conecta el aeropuerto más importante del país (el aeropuerto del Callao, Jorge Chávez) y un terminal terrestre importante en la zona norte de la ciudad de Lima, incluso conectando con la carretera Panamericana (vía que conecta todo el continente americano de manera terrestre), es una avenida poco explotada como eje de desarrollo turístico y por el contrario se potencia, desde la capital peruana el turismo de un distrito ubicado en la zona centro sur de Lima. Considerando además que la mayor oferta hotelera, cultural y de trabajo se encuentra en el mencionado distrito (a la par con un distrito limeño vecino), se tiene un escenario en donde 10 millones de habitantes de Lima y 1 millón de habitantes de Callao, sumado a las personas extranjeras que llegan al Perú, buscan llegar irrevocablemente a esos dos distritos capitalinos. Este enfoque genera tanto tráfico vehicular sobre ambas urbes que hoy el escenario se presta para propuestas como la del Ministerio de Transportes y Comunicaciones de Perú – MTC. El MTC está decidiendo trasladar el tráfico vehicular de la actual avenida Faucett (actual vía de conexión al aeropuerto del Callao) hacia la avenida Santa Rosa además plantea la construcción de una carretera elevada de casi 4km que atraviese tres distritos de la ciudad del Callao, con la finalidad de conectar el aeropuerto del Callao con los 02 distritos turísticos de la ciudad de Lima. Esta obra truncaría toda posibilidad de concretar y desarrollar el potencial real de la avenida Santa Rosa tal como se identificó en el PDM Callao.

El segundo ejemplo que debe analizarse para demostrar que la insostenibilidad en la gestión urbana ya existe hoy y que no pasa por anexar la ciudad portuaria a la capital, sino en todo caso por entender que las problemáticas urbanas que suceden hoy son producto de una consecutiva de errores urbanos que nacieron de un igualmente errado enfoque centralizado de la planificación urbana. En ese sentido es insostenible que la ciudad del Callao siga teniendo imaginarios y funcionamientos que responden a las necesidades de la ciudad capital. Incluso para el caso de la ciudad de Lima resulta más importante el atender sus propias problemáticas en vez de pensar anexar un territorio que, a pesar de usar como su polo logístico, desconoce. Evidencia de lo antes dicho es la realidad que al día de hoy la ciudad capital es incapaz de dotar de servicios básicos a la totalidad de sus distritos, incluso teniendo constantes noticias periodísticas de problemas de servicios básicos en su distrito más poblado, un distrito que tiene incluso tanta población como toda la ciudad del Callao o toda la ciudad de Arequipa.

 

Problemas con la idea de unificar

La idea misma de unificar dos ciudades que tienen problemáticas muy particulares, que merecen su propio y profesional análisis, es hacer que se perpetúe el centralismo que tanto daño le hace al país, en donde el desarrollo profesional y personal puede solo darse en la ciudad capital, ya que el resto de ciudades peruanas no logran cubrir sus brechas y/o necesidades básicas, incluso debido abandonar su región de procedencia, para por ejemplo, ser atendidos en un hospital de la ciudad de Lima Metropolitana.

En el caso particular de la urbe chalaca, la idea de unificación plantea el continuar la subyugación de la ciudad del Callao, a costa del beneficio único y exclusivo de la ciudad de Lima, algo demostrado en el último Plan de Desarrollo Urbano de Callao elaborado por el Instituto Metropolitano de Planificación de Lima. A ello cabe mencionar que a nivel marketing, la ciudad de Lima se ha apropiado de la narrativa chalaca a tal punto que el aeropuerto del Callao tiene por código LIM, algo que unos años atrás una congresista de Callao intentó cambiar, pero recibió la negativa del ente regulador peruano bajo el sustento del marketing. Es imposible no ligar ese supuesto sustento al estigma que la misma ciudad capital a través de su prensa ha creado sobre la urbe chalaca.

 

El mito de que Callao estará mejor

Para nadie es sorpresa que la prensa limeña y en general la ciudad capital como estructura y/o ente generador de imaginarios y visiones sobre el país, ha creado un estigma sobre la ciudad del Callao. si hoy, la ciudad del Callao, que no es parte de Lima, es objeto de discriminación y discursos de odio por parte de ciudadanía que en redes sociales no repara en señalarnos como delincuentes que merecen desaparecer con un tsunami. En ese escenario, que además presenta problemáticas urbanas como ya se puntualizó líneas arriba, cuando se hablaba del mito de la insostenibilidad de la actual gobernabilidad, lo insostenible de la actual gobernanza urbana, es continuar con la subyugación de la ciudad del Callao en función de la ciudad de Lima. El poder de las visiones de la ciudad capital, sobre el territorio chalaco, han sido tan fuertes que aún, sin que Callao esté anexado a Lima, funcionalmente la ciudad puerto evidencia un carácter subyugado. Por lo mismo, «legalizar» esta situación resultaría en un acto injusto que perpetuaría todos los problemas que posee la ciudad del Callao, es decir, lo que hoy sufre la ciudad chalaca es prueba que anexar la ciudad del Callao a la ciudad de Lima es un ejercicio absurdo y desastroso.

 

Los problemas de Callao desaparecen cuando somos vistos como parte de Lima

Si hoy, que Callao posee su autonomía la Autoridad del Transporte Urbano de Lima y Callao, que se supone debe servir a ambas urbes, a casi 5 años desde su fundación no es capaz de brindar el servicio de transporte público a la ciudad del Callao, sin embargo en la ciudad de Lima ya posee 15 líneas de corredores que ofrecen el servicio, queda evidente que ante una supuesta anexión no existe ninguna certeza que el trato que recibirá el territorio chalaco sea igual al limeño. Además, es necesario señalar que los problemas de Callao desaparecen cuando somos vistos como parte de Lima, un ejemplo de ello es cómo cuando Callao es analizado como el territorio autónomo que es, la problemática de inundación y tsunami aparecen como riesgo principal a atender. Sin embargo, si Callao es visto como parte de Lima Metropolitana, el problema mayor termina siendo los deslizamientos y asentamientos en las laderas de Lima. Los problemas de una ciudad puerto son únicos y urgentes.

 

Las preguntas que no se hacen

La gran pregunta que humildemente se puede sugerir a la ciudad capital es; ¿hasta donde va a crecer Lima? La ciudad capital de Lima Metropolitana posee más de 40 distritos y una extensión de más de 80ha que parece no detenerse, ello plantea seguramente un sinfín de problemáticas y brechas a cubrir que debieran preocupar más que buscar sustento a un ideal centralista. Allí podríamos hablar de una falta de perspectiva en una visión centralizada

Hasta este punto hemos hablado netamente desde un punto de vista urbano territorial, sin embargo, existen muchos más cuestionamientos a nivel normativo, político, social, legal, cultural e incluso económico. Solo para dejar un punto en evidencia, además de lo ilógico que resulta querer cambiar la constitución por un ideal sin sustento probado, Callao es una ciudad que se encuentra dentro de la Provincia Constitucional del Callao (que posee rango de Departamento) y de la región que llevan el mismo nombre, ello plantea un presupuesto económico propio. En el caso de la región Callao, por ejemplo, gracias al Ministerio de Economía y Finanzas del Perú podemos saber que al año 2022 el presupuesto para ejecutar obras por impuestos es de s/. 534,107,639 soles, mientras que el de Lima (que posee una municipalidad metropolitana, con competencias de gobierno regional y municipio provincial en una sola institución) es a penas de un poco más de s/. 14,099,551 soles. Considerando que en el caso chalaco, el mencionado presupuesto hace que la región Callao aparezca siempre entre el segundo y tercer lugar de regiones con mayor presupuesto, solo en este sector;

¿Quién manejará dicho presupuesto millonario y en beneficio de quién?

Claro, podrán señalar el escenario de corrupción que ha existido en autoridades de Callao, pero de igual manera ha existido corrupción en gobernantes de Lima y en el resto de ciudades, provincias y regiones del Perú. Lamentablemente el centralismo limeño y el estigma que la capital del Perú le creó a la primera ciudad puerto es tan fuerte que muchas veces priva de una visión integral tanto a académicos como políticos dando paso a declaraciones hasta arrogantes de superioridad.

Esta discusión de unificar y/o anexar la ciudad del Callao a la ciudad de Lima, bajo supuestos sustentos de gestión urbana plantea un escenario desfavorable para la ciudad del Callao. Independientemente de lo escrito en el presente artículo es innegable que en el Perú solo existe una voz fuerte y es injusto que ese único territorio plantee cambios tan radicales sin un escenario de igualdad de condiciones entre todas las partes. #CallaoNoEsParteDeLima