La apuesta contó con el apoyo de la organización The Trust for the Americas, que financió el proyecto e hizo un convenio con la Universidad Nacional de Colombia.
Estudiantes de la Universidad Nacional de Colombia y población en proceso de reincorporación social, fueron los encargados de liderar proyectos con jóvenes indígenas, afrodescendientes y campesinos, procedentes de los municipios colombianos de Tumaco, Barbacoas y Ricaurte (Nariño), quienes, desde el Laboratorio de Innovación para la Paz, impulsaron apuestas como un biodigestor para producir gas, un repelente orgánico y artesanías elaboradas con plásticos reciclados.
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El objetivo, según destaca Cristian Torres García, coordinador de los talleres, “fue desarrollar un proceso de formación en la elaboración de iniciativas de impacto comunitario para la construcción de paz”, y remarcó que “ya hay quienes vienen desarrollando algunos proyectos y buscan fortalecerlos”.
Dentro de las iniciativas de algunos de los participantes figura el Consejo Comunitario Camurí, cuyos integrantes buscan contribuir a recuperar el ambiente con un biodigestor para aprovechar los residuos orgánicos y producir gas. Asimismo, plantean trabajar con abono orgánico a partir de los insumos de residuos.
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De su lado, otro grupo de participantes se interesó en crear un “repelente” orgánico, o un líquido para fumigar a los mosquitos que están contagiando a los pobladores de distintas enfermedades. Igualmente, quieren contar con tanques de agua, ya que no cuentan con acueducto ni alcantarillado. A su vez, una asociación de mujeres de la zona urbana trabaja en la reutilización de materiales plásticos –en especial de botellas– para hacer artesanías. Por el momento necesitan una máquina compactadora para procesar mejor el plástico.
Al final del proceso, la organización The Trust for the Américas (suscrita a la OEA), junto con un jurado mixto, premiarán las dos mejores propuestas juveniles con capital semilla que les servirá para poner en operación sus proyectos. Además, el convenio estuvo liderado e implementado por el Centro de Pensamiento y Seguimiento al Diálogo de Paz, la División de Investigación Sede Bogotá y ViveLab, de la U.N.
Con información de la Agencia de Prensa U.N.
