Latinoamérica necesita mejores inversiones si quiere un futuro limpio, verde y sostenible

Latinoamérica necesita mejores inversiones si quiere un futuro limpio, verde y sostenible

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LA Network
5 agosto, 2021 - Ecología Urbana

Una nueva herramienta de seguimiento del gasto de recuperación por la pandemia por COVID-19, muestra que la recuperación ecológica es posible, pero se necesita una mejor inversión. 

Latinoamérica necesita mejores inversiones si quiere un futuro limpio, verde y sostenible
Una piscifactoría para la cría de tilapia de forma sostenible en Guatemala. Foto: ONU

La recuperación «verde» en América Latina y el Caribe es posible sin que sean imprescindibles nuevos recursos financieros, sino una mejor estrategia a la hora de invertir, según los resultados de una nueva herramienta que monitorea las políticas de gasto fiscal relacionadas con el COVID-19 anunciadas por los 33 países de la región.  

Esta es la conclusión a la que llegaron los investigadores, luego de utilizar el rastreador de la recuperación de América Latina y el Caribe, basado en la iniciativa del Observatorio de la Recuperación Global dirigido por el Proyecto de Recuperación Económica de la Universidad de Oxford, y que cuenta con el apoyo de los Programas de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y para el Medio Ambiente (PNUMA). 

«Alinear las inversiones con un futuro limpio, verde y sostenible no consiste tanto en gastar más, sino en gastar mejor», dijo la secretaria ejecutiva de ONU Cambio Climático, Patricia Espinosa, tras presentar los resultados iniciales de la herramienta rastreadora de la recuperación en América Latina y el Caribe. 

¿Se está invirtiendo bien en lo sostenible? 

Según la herramienta, la región se ha gastado en sectores no sostenibles 7 400 millones de dólares, frente a los 1 500 millones de dólares invertidos en iniciativas sostenibles. 

La responsable de ONU Cambio Climático y los líderes de los principales países e instituciones internacionales, debatieron sobre cuestiones apremiantes como el riesgo que corren las economías de la región si no alinean sus esfuerzos de recuperación con el Acuerdo de París, o la forma en la que los países de América Latina pueden aprovechar mejor el gasto en recuperación para acelerar la transición hacia una economía sostenible e inclusiva. 

En lo que respecta a las actividades habituales, el 74 % del gasto se destinó a infraestructuras de energías de origen fósil, y el 13 % a infraestructuras portuarias y aeroportuarias no sostenibles, lo que previsiblemente provocará un aumento de las emisiones de carbono. 

En los debates sobre políticas se identificaron opciones en materia de energía sostenible, energías renovables no convencionales, eficiencia energética, transporte público y privado con cero emisiones, y soluciones basadas en la naturaleza que garanticen la adaptación en sectores clave de los que dependen las comunidades, como la agricultura y el desarrollo urbano. 

Así funciona el rastreador 

Una de las funciones principales del rastreador es aportar transparencia al gasto de los gobiernos regionales, donde se indica el destino de los fondos y su potencial impacto económico, medioambiental y social.  

Igualmente, la herramienta está diseñada para mostrar soluciones políticas e identificar oportunidades de inversión más eficaces y sostenibles para gobiernos y otros actores. Los primeros resultados muestran que sólo seis de los 33 países de la región dedican más del 0,1 % de su PIB a gastos de recuperación. 

Además, esta nueva herramienta permite conocer la financiación que se destina a la recuperación de la pandemia teniendo en cuenta las circunstancias climáticas. 

América Latina se ha visto gravemente afectada por la pandemia por COVID-19. La región, que alberga al 8 % de la población mundial, ha registrado alrededor del 29 % de las muertes por la pandemia. La tragedia también es económica, ya que la región verá cómo su PIB se contrae un 7 % en 2020. 

La herramienta de seguimiento de recuperación se basa en la iniciativa del Observatorio de la Recuperación Global, dirigido por el Proyecto de Recuperación Económica de la Universidad de Oxford.