En uno de los casos, un vehículo fue detectado por placas adulteradas y sin documentos de rodamiento o seguros.
El transporte informal en Latinoamérica ha expendido sus formas de llegar a los usuarios, y con ellos llegan casos de inseguridad, servicio irregular, ausencia de normas, y un servicio que se presta sin las condiciones establecidas por la ley en relación con documentación, horarios y lugares de parqueo y parada.
Ante este panorama, la Municipalidad de Lima optó por incrementar más y mejores medidas que eviten que la propagación de estos sistemas de transporte que carecen de lo básico y legal para ejercer la labor, y en las últimas horas unos 30 vehículos dedicados al transporte informal, que tenían deudas por papeletas y ponían en riesgo la vida de pasajeros, fueron llevados al depósito de la Municipalidad, en un operativo conjunto con la Policía Nacional en diversos puntos de la capital peruana.
El operativo, llevado a cabo el pasado viernes en la noche, tuvo como sus puntos de instalación las avenidas Arequipa, Javier Prado y Próceres, vías que forman parte de los corredores Tacna-Garcilaso-Arequipa, Javier Prado-La Marina- Faucett, y San Juan de Lurigancho- Brasil, y que contó con la participación de unos 80 agentes, entre inspectores de transporte y policías.
La gerente de Transporte Urbano de Lima, Elvira Moscoso, destacó que los operativos se intensificarán con la presencia de la Policía Nacional y exhortó a los usuarios a utilizar unidades de transporte formales como los buses de los corredores o de las empresas de transporte autorizadas.
En la primera avenida se intervinieron taxis informales, cuyos choferes no tenían licencia de conducir, carecían de la credencial respectiva o que hacían colectivo, por lo que se les impusieron multas económicas y los vehículos fueron llevados al depósito.
De su lado, en Javier Prado y Próceres se retuvieron busetas que circulaban sin autorización para hacer transporte público y que debían miles de soles en papeletas por infracciones a las normas de tránsito y transporte. Además, estas unidades ponían en riesgo la integridad de los pasajeros al no contar con el Certificado de Inspección Técnica Vehicular (CITV) ni con el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT), infracciones consideradas como muy graves.