El pasado miércoles 6.700 venezolanos atravesaron el cruce fronterizo de Tumbes, una cifra tres veces superior al pico alcanzado hace dos semanas.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) intensificó su respuesta humanitaria en los puntos fronterizos peruanos, ante el aumento de la entrada de refugiados e inmigrantes venezolanos a este país por la finalización de la concesión de permisos de residencia temporales. La agencia también reforzó sus servicios en Ecuador y Colombia.
“A principios de esta semana, los venezolanos que esperaban cruzar hacían cola durante dos o tres días hasta completar los trámites fronterizos exigidos, incluyendo procedimientos de inmigración y vacunas obligatorias. Miles de personas durmieron al aire libre, muchas de ellas necesitadas de atención médica y comida”, informó el portavoz de ACNUR, Babar Baloch.
El funcionario destacó que ACNUR incrementó su presencia en Tumbes con el objetivo de coordinar la respuesta humanitaria, aumentar la cobertura de protección e identificar y asistir a personas con necesidades específicas, como menores no acompañados o separados.
Agregó que, en las fronteras norte y sur de Ecuador, la agencia orienta a las familias venezolanas y detecta casos con necesidades específicas de protección, derivándolas a los servicios y programas estatales específicos; mientras que en Colombia se experimentó un aumento de salidas en dirección a Ecuador. Los cruces fronterizos de Rumichaca y San Miguel registraron unas 97 mil 500 llegadas durante el último mes.
Actualmente, las autoridades peruanas procesan unas mil solicitudes de asilo por día. Desde el 29 de octubre, la Comisión Especial para los Refugiados trabaja 24 horas al día para gestionar el aumento de peticiones. Más de 150.000 venezolanos han solicitado asilo en Perú desde el año 2014, según ACNUR.