Bajo el lema “Las ciudades para todos” este encuentro en París tendrá como tema central la inclusión social, pero no será el asunto exclusivo de la agenda.
A partir del encuentro de Medellín, Cities For Life dejó abierta una consulta global en torno a los retos que se enuncian a continuación, y cuyas respuestas fueron analizadas y discutidas durante el encuentro de Cities For Life Prep-Com en Hábitat III, realizado en octubre pasado en Quito. Las conclusiones harán parte de la temática en París. “En conjunto se definirán los elementos claves y se creará un plan de acción que empiece a dar solución a las diferentes problemáticas relacionadas con la consulta global”, precisan los organizadores.
Reto 1: La inclusión social
Entre los desafíos actuales más difíciles está sobrepasar las grandes inequidades que existen en nuestras ciudades. Más de las dos terceras partes de la población mundial vive en ciudades, en las cuales el índice de inequidad ha aumentado por encima de la alerta de las Naciones Unidas.
Un tercio de la población mundial (cerca de 863 millones de personas) vive en condiciones no aptas. Los habitantes de estas ciudades afrontan grandes problemáticas asociadas con la pobreza, el acceso a la vivienda y los servicios básicos, así como la informalidad laboral, el desempleo, la violencia, entre otros.
¿Cómo harías tu ciudad más incluyente?
Reto 2: la participación ciudadana
La participación ciudadana ha quedado lejos de ser limitada al ejercicio del derecho a votar. Las transformaciones y complejidades de las ciudades han llevado a repensar este concepto y convertirlo en protagonista a la hora de tomar decisiones.
El involucramiento del ciudadano en la planeación de las urbes se hace necesario, toda vez que las Ciudades para la Vida se plantean como ciudades co-construidas de manera dinámica y donde convergen las estrategias de los gobiernos con el conocimiento, experiencia, necesidad y opinión de los habitantes.
Para que la ciudadanía impulse estos desarrollos deben existir mecanismos que permitan la comunicación y el diálogo permanente entre las partes (habitantes-gobernantes), para así realizar propuestas conjuntas, co-crear soluciones e integrar a la comunidad al ejercicio de la política.
Organizaciones constituidas, redes de apoyo, incubadoras, laboratorios, observatorios, uso de herramienta digitales y tecnología social, entre otros, aparecen como alternativas para que los gobiernos empiecen a crear esos mecanismos de escucha y entender cuál debe ser su papel dentro de esta construcción ciudadana, de forma que la impulsen y aprovechen sin limitarla o entorpecerla y así lograr un co-gobierno donde el habitante pase de ser un órgano de consulta a órgano decisorio.
En consecuencia, ¿cómo pueden los gobiernos potenciar la participación de los ciudadanos en la gestión de las ciudades para la vida?
Reto 3: La protección del medio ambiente
El uso razonable de los recursos naturales, la preservación de las áreas rurales con su flora y fauna y la protección de la biodiversidad, es la forma más eficiente de conservar la economía, el patrimonio, la genética y por supuesto, la supervivencia para las poblaciones futuras.
Si bien todas las ciudades tienen clara su tarea de velar por la sostenibilidad del ecosistema ambiental, sus habitantes han ido en detrimento de esto, afectando no solo la conservación de las especies y de la naturaleza, sino llevando a alteraciones ambientales generadores de desastres naturales, pobreza y desestabilización de las sociedades.
¿Cómo adquirir cambios de comportamiento en el ciudadano para preservar el medio ambiente?
Reto 4: La movilidad
En general, las problemáticas de movilidad están presentes en todas las ciudades y generan un impacto directo, más allá del desarrollo de las mismas, en la vida cotidiana de quienes las habitan. Los tiempos de desplazamiento a los lugares de estudio y trabajo, la accesibilidad a los puntos de salud, espacios de ocio y deporte no están siendo los ideales, generando insatisfacción en la manera como se están planeando y desarrollando las ciudades, caos y frustración entre ciudadanos.
Esto ha convertido la movilidad en uno de los temas transversales para el bienestar y la calidad de vida y por ello las ciudades del futuro tienen como misión mejorar los movimientos internos de la ciudad, más allá de los medios de transporte, y proponer nuevas alternativas de renovación urbana que acerquen estrategias como el uso de la tecnología para reducir desplazamientos, construir ciudades concéntricas, movilidad alternativa, y todo aquello que permita que los desplazamientos para el acceso a los servicios básicos sean cortos, y haya un tránsito más fluido y descongestionado de los ciudadanos dentro de las urbes.
En una Ciudad para la Vida, ¿cuál sería la estrategia para lograr una movilidad efectiva?
Reto 5: El espacio público
Los espacios de convivencia, estos lugares públicos para circular en paz y armonía; puntos de encuentro y tránsito como los parques y las calles, son cada vez más demandados y necesitados por los habitantes de las ciudades.
Además de ser limitados por la demografía y expansión arquitectónica de las mismas, están siendo restringidos por una problemática que afecta las urbes: los habitantes de calle que convierten estos escenarios en territorios peligrosos e intransitables, reduciendo así los espacios de interacción social cotidiana de los ciudadanos.
La invasión de esta población genera abandono del espacio público y convierte zonas de esparcimiento en focos de inseguridad, consumo de drogas, falta de aseo, etcétera. El reto de las ciudades para la vida es recuperar estos sitios generando soluciones que permitan reducir el impacto y habitarlos como escenarios de bienestar.
¿Cómo reducir, por ejemplo, el mal uso del espacio público por los habitantes de calle?