Cuatro proyectos, enmarcados en una agenda de desarrollo sostenible, buscan darle una nueva cara a esta ciudad colombiana y convertirla en un referente latinoamericano de bienestar y calidad de vida.
Manizales, ciudad de poco más de 400 mil habitantes, siempre ha sido una ciudad modélica en Colombia. Pero hoy quiere dar el salto hacia una ciudad sostenible de talla mundial. La actual administración de la ciudad, liderada por el alcalde Carlos Mario Marín, viene proponiendo un pacto social alrededor de una serie de proyectos que delinean una ciudad sostenible y a escala humana, pero que además en los actuales momentos de crisis derivados de la pandemia de COVID-19, ayudan a la reactivación económica y social
LA Network dialogó en extenso con Natalia Escobar Santander, secretaria de Planeación de Manizales, para conocer los proyectos más importantes de este plan y su impacto positivo en la ciudad.
¿Cuál es el diagnóstico que han hecho ustedes como Administración para proponer esta nueva ruta de ciudad sostenible?
Manizales, en general, es una ciudad que ha tenido buenos indicadores. Es una ciudad que ha logrado, a pesar de ser una ciudad pequeña, de ser una ciudad en la mitad de las montañas, de ser una ciudad con resultados bastante positivos incluso en algunos temas relacionados con sostenibilidad, es una ciudad que uno pudiera decir que ha venido haciéndolo mejor que muchas ciudades de Colombia; eso no quiere decir que lo estemos haciendo de una manera óptima y que no tengamos muchos retos por delante. La ciudad, en términos de sostenibilidad, es una ciudad donde tenemos muchas personas que caminan, pero donde la inversión pública se ha centrado más en los desarrollos de infraestructura vial; también es una ciudad que necesita hacer mejoramientos en temas de impactos ambientales ya que, por ejemplo, no tenemos planta de tratamiento de aguas residuales.
En temas de transporte público no tenemos aún un sistema de transporte integrado y allí hay una serie de retos importantes: buscamos avanzar hacia esas tecnologías que sean mucho más limpias y que nos permitan mejorar la calidad del aire en la ciudad, que no es la peor, pero tampoco estamos cumpliendo las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). En espacio público el balance es muy similar, puede que estemos por encima del promedio nacional en la disponibilidad de espacio público por habitante, pero todavía nos hace falta mucho para llegar a los estándares internacionales; entonces, reconocemos que la ciudad lo ha venido haciendo bien, pero tenemos que fortalecer mucho más las acciones que nos permitan convertirnos en una ciudad más sostenible, una ciudad que permita que las generaciones futuras disfruten de un mejor lugar para vivir, de un lugar que tenga acceso a espacios públicos, un lugar en el que el aire sea limpio y se pueda respirar, un lugar que mitigue los impactos ambientales en los afluentes hídricos, ese es el objetivo que tenemos en esta administración.
Uno de los mayores atributos que tiene Manizales es el de ciudad universitaria. ¿Cómo pretenden aprovechar este elemento en el diseño de ciudad sostenible?
Los indicadores muestran que Manizales es una ciudad con una vocación universitaria muy importante. De hecho, si uno lo mira en términos económicos, es uno de los sectores que nos generan ventajas competitivas, y es uno de aquellos en los que queremos ejercer un fortalecimiento que nos permita impulsar la economía ligada a este sector, pero también impulsar un desarrollo urbano que nos permita integrar todo lo que representan las universidades en Manizales. Entonces, este proyecto que está en diseños de fase III por parte de la Universidad Nacional, lo que busca es conectar las diferentes sedes de las universidades con un sistema de movilidad sostenible, de espacio público, de generación de andenes y de parques lineales, que permita tejer un hilo urbano que una las diferentes sedes de las universidades a lo largo de la línea transversal de la ciudad y que nos permita también que la ciudad en su desarrollo urbano y en su infraestructura pública sea un gran campus, que los ciudadanos y los estudiantes que decidan venir a estudiar a Manizales casi que no encuentren que están saliendo en algún momento de la universidad si quieren ir a otra, sino que haya un sistema de movilidad y de espacio público que esté pensado para integrar las diferentes sedes universitarias.
¿Pensar en este proyecto es posible porque las propias universidades han trabajado en esa integración ya?
Aquí las universidades han hecho un esfuerzo muy grande en integrarse, ellos tienen un sistema que se llama SUMA, en donde los estudiantes, por ejemplo, pueden tomar clases en diferentes universidades independientemente de dónde se matriculen, y con esto lo que vamos a hacer es que también físicamente vamos a estar avanzando en integrar las universidades y en hacer de la universidad un gran campus, esto es muy importante por lo que significa la generación de conocimiento, la generación de valor económico y también nos permite avanzar en los temas relacionados con espacio público y movilidad sostenible, porque se genera todo un corredor de conectividad a lo largo de las universidades. Manizales tiene una gran ventaja y es que casi ya tenemos una ciudad de 15 minutos, no nos toca trabajar mucho para tenerla, lo que debemos es fortalecer lo que tenemos actualmente.
¿De cuántas universidades estamos hablando en este proyecto?
En realidad, es un proyecto que está juntando a casi toda la ciudad, es un proyecto que en el mapa de Manizales la está atravesando desde el noroccidente hasta el suroriente, un proyecto que debe tener más o menos unos 16 kilómetros en el que casi que atravesamos la ciudad completa, porque tenemos a la Universidad de Manizales que queda en el extremo occidental, y las Universidades de Caldas y la Nacional que quedan más hacia el oriente de la ciudad, en dos partes que son casi que completamente opuestas, pero lo que hacemos con esto es juntarlas, atravesar el centro histórico y tener un corredor que va a estar uniendo desde los dos extremos que tenemos en las universidades. Son siete instituciones de educación superior que están registradas en la ciudad, y ellas a su vez tienen diferentes sedes, son unas 12 sedes que están articuladas en este proyecto, pero también en el corredor hay muchas instituciones de educación básica y media. Nosotros, al menos en el área de influencia del proyecto, estamos contando cerca de 50 mil estudiantes que van a ser impactados directamente por las intervenciones urbanas que se hagan, pero como la intervención abarca casi que toda la ciudad, finalmente es una intervención que independientemente de si eres estudiante o no, vas a poder caminar en mejores espacios o tener parques cerca de tu casa.
Siguiendo con la movilidad, otro proyecto clave es la nueva línea del cable aéreo, ¿qué podría decirnos sobre ella?
Manizales en este momento tiene dos líneas de cable aéreo (teleférico): una llega al centro de la ciudad, otra llega a Villamaría que es un municipio conurbado con Manizales que tiene una dinámica de municipio dormitorio. La tercera línea del cable aéreo, que es una línea que está planteada desde hace más o menos 10 años y está dentro del Plan de Ordenamiento Territorial, es una línea que nos va a permitir conectar desde el terminal hasta la zona de las universidades, y luego hasta el cable de la ciudad. Esta línea nos va a permitir conectar esas dos principales centralidades de la ciudad, además de la línea con Villamaría porque son tres líneas que confluyen y casi que hacen un sistema ya en sí mismo, porque las tres tienen la posibilidad de hacer intercambios; entonces, lo que vamos a tener es unido al centro de la ciudad, el municipio de Villamaría, y la zona del cable de la ciudad abarcando así las tres principales centralidades que tiene Manizales.
¿Qué dicen los estudios de tráfico de esta línea?
Esta es una línea que todos los estudios de tráfico nos han demostrado que es la línea que más pasajeros va a llegar a mover y la que va a permitir unos flujos positivos de sostenibilidad del sistema actual de cables aéreos. Esto adicional a todas las ventajas que tiene socioeconómicas, de reducción de los niveles de contaminación porque los cables aéreos funcionan con energía eléctrica, la disminución de los tiempos de viaje donde vamos a estar disminuyendo más del 50 % del tiempo promedio de viaje de este corredor de la ciudad, la reducción de la accidentalidad que también nos está mostrando que en el periodo de evaluación no vamos a tener muertos ni accidentes y se van a reducir en proporciones importantes las cifras de accidentalidad en la ciudad y, sobre todo, nos va a permitir una conexión segura en el sistema actual, porque lo que tenemos en el cable es que mientras más líneas tengamos, va a ser más atractivo para los ciudadanos hacer uso de él, porque van a tener la posibilidad de intercambios y transbordos. Nosotros con esta línea pasamos de 12 posibles trayectos a 42 posibles trayectos, es decir, ya va a ser un sistema que va a ser más interesante para los usuarios y que ya los ciudadanos, incluso los que tienen carro y están en la zona del cable, hasta pueden contemplar hacer uso del cable aéreo porque va a ser un sistema que está conectado y que les va a permitir llegar al centro de la ciudad en menos casi del tiempo que se demoran en vehículo particular, pero sin tener que buscar parqueadero o las otras condiciones que implica un vehículo particular.
Si le entendimos bien, ¿la nueva línea irriga tráfico también a la 1 y 2?
Exactamente. Nosotros en este momento estamos en cerca de 11 mil pasajeros que tendría la línea 3 solamente, y al sistema entero le estaríamos moviendo cerca de 20 mil pasajeros, esto nos lo han arrojado cuatro estudios diferentes, es decir, es una cifra consistente que nos da mucha tranquilidad porque son cuatro estudios en cuatro momentos, hechos por cuatro gobiernos diferentes que están llegando a esa misma cifra, entonces al tener ese incremento en el número de pasajeros actuales que tiene el sistema de cables aéreos, pues se reducen las cifras de pérdidas operativas y estamos más cerca de un punto de equilibrio para el sistema de cables.
Un tercer tema clave es el río, recuperarlo, ¿nos mencionaba al inicio la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales PTAR?
Este es un proyecto que va muy adelantado, de hecho, los pliegos se publicaron la semana pasada, es además una licitación que ha tenido varias complicaciones. Dos veces la hemos retirado porque no hemos tenido sino un solo proponente, esta es la tercera vez que se hace esta licitación de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales en la que esperamos tener una pluralidad de oferentes que nos permita tener unas condiciones de convocatoria pública diferentes a las que se han tenido. Es un proyecto también bastante grande, en cerca de 130 mil millones de pesos salieron los pliegos de licitación, que va a permitir que en más o menos dos años y medio tengamos esta planta que va a limpiar las aguas del Río Chinchiná y es, sobre todo, un acto de responsabilidad con Manizales, pero sobre todo con nuestros vecinos de Chinchiná que son los que reciben en este momento las aguas contaminadas.
¿Cuál es el nivel de contaminación hoy del río?
El Río Chinchiná tiene su nacimiento cerca al Parque de los Nevados. En la parte alta los indicadores son bastante buenos e incluso de allí es de donde se toma gran parte del agua del acueducto de Manizales cuando todavía presenta unos niveles de calidad del agua excelentes, prácticamente que bajan desde el nevado directamente, pero una vez el Río empieza a atravesar a Manizales y Villamaría, toda el área de influencia del área metropolitana, empieza a recibir las descargas de aguas residuales de Manizales y de Villamaría, y en esta parte del recorrido ya pasamos a una calidad del agua que en algunos puntos es malo e incluso en algunos puntos es pésimo.
Es decir, ¿este proyecto también en una manera de resignificar la relación con el Río Chinchiná que es clave para la ciudad?
Incluso acá en Manizales se han hecho bastantes ejercicios importantes de planeación alrededor de la cuenca; la cuenca del Río Chinchiná es casi que la que nos conecta como área metropolitana también pues porque nace en Villamaría, pasa por Manizales, llega a Chinchiná, entonces casi que hay una planeación alrededor de ese ordenamiento de la cuenca, pero ese ordenamiento de la cuenca necesitamos es garantizar que podamos tener un río que esté en unas condiciones óptimas, que esté en unas condiciones de una calidad que permita unos usos hacia la parte baja del Río, que permita tener una relación importante con este Río que es casi el que nos está diseñando parte del ordenamiento territorial que tenemos en el área metropolitana.
Por último, háblenos del mejoramiento de parques
El proyecto de parques es toda una apuesta alrededor del mejoramiento, de la cualificación y de la construcción de nuevos espacios públicos en la ciudad, es un proyecto que va muy de la mano con el de ciudad universitaria que hablamos al inicio, pero que busca enfocarse en algunas intervenciones de parques que han estado abandonados hace mucho tiempo o en la generación de espacios públicos que podamos trabajar con la comunidad. Entonces, allí tenemos pensadas inversiones cercanas a los 16 mil millones de pesos, en algunas intervenciones en parques que son relativamente de tamaño importante, de tamaño mediano, que nos permitan recuperar algunos espacios que hace un tiempo están muy olvidados, o construir nueva infraestructura verde; ahí tenemos un parque que es el Parque San José que queda en toda la mitad de Manizales, cerca a la zona de la Galería donde tenemos un macroproyecto en el que es necesario hacer inversiones y allí vamos a construir una infraestructura urbana de 17 mil metros cuadrados, cuatro manzanas de parque en toda la mitad de la ciudad, y ya iniciamos con el proceso de la gestión predial de lo que van a ser los lotes para este parque que esperamos construir más o menos hacia 2023.
¿También habrá el esquema de parques de bolsillo?
Así es. Esto adicional se junta con intervenciones a pequeña escala que estamos trabajando con la comunidad desde el concepto de parques de bolsillo; allí vamos a estar haciendo cerca de unas 30 a 40 intervenciones este año que esperamos repetirlas cada año hasta que termine esta Administración, que nos permitan recuperar áreas pequeñas, parques de bolsillo, áreas de sesión que están abandonadas en muchos barrios de la ciudad, pero con participación comunitaria, o sea, definiendo la vocación del espacio con la comunidad y con la gente, y haciendo un trabajo de diseño participativo, para que nos permitan no solo diseñar, sino garantizar la apropiación de los espacios públicos. Entonces, este proyecto va muy en el foco de generar espacio público para la gente, de construir ciudadanía alrededor del espacio público y alrededor de lo que debería ser el espacio público para una comunidad y para un barrio, y avanzar en esos indicadores de sostenibilidad ambiental, de generación de espacio público.
Para este plan tan ambicioso de más de 400 mil millones de pesos, ¿cómo se va a fondear la ciudad? ¿Cuál es el clima político en favor de todos estos proyectos? Háblenos también de eso un poco en tono de reactivación económica pensando en lo golpeadas que están ahora las ciudades.
Parte incluso de lo que nos motiva a nosotros a presentar estos proyectos juntos, en paquete y pidiendo vigencias futuras, es porque los estamos pensando en clave de reactivación económica y social; entonces estamos pensando que esta posibilidad de generar un paquete de obras públicas ambiciosas en este momento, pues lo que nos permite también es generar empleo, irradiar la economía, hacer una inyección importante de gasto público en la economía de la ciudad, que permita movilizar otros sectores que permite inyectarle y poner a circular dinero en la economía de la ciudad, y por eso es que estamos pidiendo vigencias futuras para muchos de estos proyectos, de manera que podamos empezar como la irrigación del capital en este momento en la ciudad. En esto lo que hemos encontrado es que hemos tratado de socialización y de consenso y de conversación con la ciudad importante, antes de presentar públicamente este pacto nosotros nos reunimos con cerca de 500 personas, gremios, entidades, universidades, les mostramos los proyectos, recibimos retroalimentación de ellos, modificamos el pacto por la reactivación con las sugerencias y la retroalimentación que nos hicieron, conscientes de que esto más allá del interés de una administración, pues tiene que ser el interés de una ciudad que quiera salir adelante y quiera también aprovechar esta oportunidad única para avanzar en ser una ciudad más competitiva, en ser una ciudad más sostenible y en ser una ciudad que se acerque a la visión de largo plazo.
¿Qué tanta consciencia hay hoy en el manizaleño de esta nueva ciudad, de este nuevo modelo de ciudad, justamente para hacer esta transformación?
Bueno, ahí yo creo que es importante trabajar mucho más fuertemente en los procesos de cultura ciudadana; muchos de estos proyectos implican un cambio cultural y los cambios culturales toman tiempo, toman esfuerzo y toman el esfuerzo de muchas administraciones y de muchos ciudadanos y sociedad civil también trabajando alrededor de los temas de sostenibilidad. Nosotros tenemos como instrumento muy importante los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que marcan un orden de mundo, pero yo sí creo que hay que hacer un esfuerzo muy importante en trabajar acerca de lo que eso implica y de las necesidades que tenemos de transformación alrededor de alcanzar los ODS, y ese es un esfuerzo en el que, seguramente, vamos a tener que redoblar muchísimo las acciones, estar trabajando más de la mano con los ciudadanos y estar bajando también las necesidades de la ciudad a clave de ODS que es lo que necesitamos hacer para que tengamos una conciencia de este cambio cultural que tenemos que emprender los ciudadanos.