Hasta 2030 la reducción de caudales en La Paz podría llegar hasta un 25%.
De acuerdo con la Empresa Pública Social de Agua y Saneamiento (Epsas) de La Paz, el fenómeno de El Niño es el principal causante de que más de 50 mil familias de la zona sur y ladera de la ciudad se encuentren sin el servicio de agua potable.
El corte que afecta a esta población, correspondiente a cerca de la tercera parte de La Paz, comenzó a ser atendida por el Gobierno de la capital boliviana a través de un plan de emergencias que busca asistir a las escuelas y centros de salud, evitando así que se propague algún tipo de problema de salud.
Pese a la respuesta de la Epsas, los habitantes de la zona afirman que la problemática se produce por falta de políticas públicas sólidas, que se enfoquen en la prevención y atención ante la ocurrencia de fenómenos climáticos de extremo calor y lluvias prolongadas.
A esto, se suma que ya en el año 2013 un estudio publicado por el Stockholm Environment Institute – SEI, titulado “El Cambio Climático y la Crisis del Agua en La Paz y El Alto”, reveló que las cuencas en las ciudades de La Paz y El Alto estaban presentando un aumento de temperatura de hasta dos grados centígrados.
Según expertos, esta subida en la temperatura significa una posible reducción en el flujo de agua de hasta 10% hasta el año 2050. Además, se le suma que en los últimos años el aumento demográfico en estas 94 zonas de La Paz, significaron que los niveles de consumo aumentaran a 142 litros diarios por persona.
Además y como si no fuera poco, el estudio SEI sobre Cambio Climático encontró que es muy posible que para el año 2030 los caudales de la capital boliviana se hayan disminuido hasta en 25%. Igualmente, la confiabilidad en el sistema Pampahasi que abastece a esta zona de La Paz, variaría entre el 50 y el 80 por ciento.