Mauricio Rodas es abogado de la Universidad Católica del Ecuador en Quito y cuenta con un master en Ciencias Políticas y Administración Gubernamental de la Universidad de Pennsylvania (EE.UU.)
Su nombre se hizo notable cuando en 2011 el presidente ecuatoriano Rafael Correa lanzó duras críticas contra él por la presentación del Índice Ethos de la Pobreza, en el que se listaba a Ecuador como el tercer país más pobre de Suramérica.
Este informe y su actividad como director de la Fundación Ethos le permitieron participar en el Foro Económico Mundial (WEF) en 2012. Luego Rodas fundó el partido político Sociedad Unida Más Acción (SUMA). Con ese partido promovió su candidatura a la Presidencia del Ecuador en las elecciones de febrero de 2013, en las que obtuvo el cuarto lugar de entre 8 candidatos con un exiguo respaldo del 3,90% del electorado.
Con los reflectores puestos sobre él, Rodas fue ungido como el candidato de todo el bloque opositor a la Alcaldía de Quito, para derrotar al alcalde del presidente Correa, Augusto Barrera. Rodas ganó con un 58% sobre un 38% de Barrera. Asumió su cargo el 14 de mayo de 2014 con 39 años de edad.
La gestión de Mauricio Rodas se ha caracterizado por diversas obras de infraestructura en las que sobresale la construcción de la primera línea del metro que recorrerá la longitudinal ciudad de norte a sur y que costará 2 mil millones de dólares (una obra dejada por su antecesor Barrera); también están los Quito Cables que han sido muy polémicos con las comunidades cercanas a las obras y varios intercambiadores viales.
Pero en el último tiempo las cosas no han venido bien para Rodas. El escándalo de la empresa brasileña Odebrecht llegó a su despacho, ya que la firma lideraba la construcción del Metro de Quito. En diciembre pasado debió rendir versión libre voluntaria ante la Fiscalía Provincial de Pichincha y defender que la obra “no es parte de la red de corrupción” de la constructora.
De igual manera en diciembre, se desató en la ciudad una crisis sanitaria por la no recolección de basuras, a tal punto que hizo evidentes problemas irresolutos de la ciudad en materia de disposición de residuos sólidos. El alcalde Rodas intentó conjurar la crisis con el despido y cambio de directivos de la empresa Emaseo, responsable del tema, pero ha sido insuficiente para contener las críticas por la falta de acción.
A estos episodios se ha sumado la solicitud de remoción del cargo a Rodas, que fue presentada en la secretaría del Concejo Metropolitano de Quito el pasado 12 de enero por cinco ciudadanos, quienes argumentaron que el mandatario ha incumplido disposiciones para garantizar el derecho a la participación ciudadana. Aunque la Comisión de Mesa del Concejo no admitió el trámite de la revocatoria, es un ruido más en una cadena de eventos que hoy tiene a Rodas con la favorabilidad más baja en todo su gobierno. Para mayo de 2017 la opinión favorable estaba en el 31 % y hoy es muchísimo menor.
A la luz del actual escenario, el caso de Mauricio Rodas puede ser el de un político prometedor, al punto de ser considerado futuro candidato presidencial, pero cuya gestión de gobierno como alcalde puede cobrarle factura y evaporar todo su capital político. El tiempo lo dirá, aunque en política nadie muere del todo.