Medellín y Berlín intercambian experiencias de urbanismo y arquitectura

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LA Network

El Urban Lab Medellín – Berlín fue el espacio para intercambiar, a partir de la decisión ciudadana, conocimiento urbanístico y arquitectónico entre estas dos ciudades. Un ejemplo de cómo compartir buenas prácticas.

Moravia, Medellín

Tres arquitectos alemanes, que por casualidad dieron con el barrio Moravia, enclavado en el nororiente de Medellín y que es una comunidad que Latinoamérica y el mundo conoce porque creció a partir de una colina que se formó de un botadero de basura; se enamoraron del lugar y ahora tienen a varias entidades académicas y oficiales, expertos, la comunidad y a la ciudad de Berlín, intercambiando experiencias urbanas.

Se trata del ‘Urban Lab Medellín – Berlín: co producing housing solutions’ (co-produciendo soluciones habitacionales), que con la vinculación de la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín y la Universidad de Berlín, la Alcaldía de Medellín, la Embajada de Alemania en Colombia, entre otras entidades, se constituye en “un laboratorio intercultural e interdisciplinario donde se encuentran estudiantes y expertos de Alemania y Colombia para investigar, discutir y co-crear junto a los habitantes y actores locales in situ”.

“La idea es que sea un intercambio igual y la base del taller académico es una mezcla de dos estudiantes de arquitectura y urbanismo de Berlín y dos de Medellín de UPB y de dos líderes del barrio y forman grupos mezclados por parejas: qué aprende un alemán de un colombiano; el colombiano del alemán; que el arquitecto aprenda del líder del barrio, del barrio mismo y viceversa”, comentó Albert Kreisel, uno de los creadores de esta experiencia.

El más reciente espacio de este proceso que está planeado para un año, fue la Escuela de Primavera  que se realizó en el Centro Cultural de Moravia con el seminario ‘Mi casa, mi calle, mi barrio’ en el que expertos alemanes y locales; concejales y comunidad, compartieron experiencias desde el urbanismo, la arquitectura, la sociología y las políticas públicas para enriquecer el laboratorio que, además, tendrá en julio próximo, la Escuela de Verano en Berlín.

Durante ‘Mi casa’ se adelantó un análisis de la vivienda social, de qué tipo de vivienda podría ser la ideal en un programa habitacional de ese tipo para una comunidad como la del sector El Oasis de Moravia. En el segundo momento, ‘Mi calle’, se abordó con expertos locales y alemanes, con gestores culturales, la relación del habitante con el espacio público y de cómo convertir ese espacio en uno de mayor apropiación ciudadano.

Y por último, ‘Mi calle’, en el que se abordó “cómo hacemos comunidad, no solo físicamente sino como sociedad”, comentó Jorge Humberto Melguizo, moderador del espacio académico y ex secretario de Cultura de Medellín.

Luego de la actividad académica, todos los participantes visitaron la construcción de unas escaleras públicas, uno de los productos tangibles del laboratorio en el sector del Oasis de Moravia, una comunidad de cerca de 800 familias, aproximadamente 4.000 personas, que desde hace más de una década han vivido un proceso inacabado de reasentamiento.

“Esas escaleras unen a dos comunidades, por allí pasan cerca de 600 personas por hora pero estaban en muy malas condiciones, eran casi una escombrera, sin luz, las lluvias escurren por allí”, relata el arquitecto Kreisel.

El alemán explicó que la construcción de la escaleras, próximo a concluirse,  no es solo una intervención física y urbanística sino un experiencia comunitaria que se inició con un carnaval, también con un concierto, en una manera de movilizar la apropiación del proyecto por parte de la comunidad. Una comunidad de la que dice, ha aprendido mucho y que le ha enseñado, viviendo en ella, que la arquitectura, el urbanismo y las  transformación urbana, debe tener como eje a la comunidad.

“No es nuestro proyecto y la comunidad participa; es un proyecto de la comunidad en el que nosotros participamos. De eso se trata la coproducción, desde lo comunitario, lo público, lo privado, lo académico; pero primero la comunidad decide”, concluyó.