Menos viviendas… Pero más caras

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Menos viviendas… Pero más caras
Ciudad de México

Dicen que cada vez que un periódico necesita información hace una encuesta…

Dicen…

Y no es que sea mi caso…Pero hace unas semanas hice una serie de encuestas a través de mis redes sociales en un intento por entender cuál era la percepción de la gente respecto a la acelerada alza en los precios de la vivienda que hemos vivido en las ciudades mexicanas.

Mis encuestas toman como sujeto de estudio a la Ciudad de México, pero estoy más que seguro que permiten trazar paralelismos para entender lo que pueda estar pasando en otros lugares del país.

Pregunté primero qué opinaban sobre los precios a que estaban llegando las viviendas en la Ciudad de México… Y bueno…. Un contundente 93% respondió que estaban absurdamente caros.

Pregunté después quién tenía más culpa de ese encarecimiento… Y 43% dijo que los desarrolladores, ubicando en lejanos segundo y tercer lugar a los legisladores y gobiernos locales y en el fondo de la clasificación, casi sin pintar, a los dueños del suelo.

Ya sobre esa base pregunté qué nivel de prioridad debería tener la planeación urbana para el próximo jefe de gobierno de la “capirucha”, a lo que un casi un 97% respondió: absoluta.

Siguiente pregunta; ¿a qué destinaría las mayores inversiones si usted fuera el próximo jefe de gobierno de la Ciudad de México? Y aquí se registró un empate en el primer lugar entre Transporte público y agua, mandando a lejanísimos tercero y cuarto lugar a la vivienda y la mejora de calles.

Cerré la serie preguntando qué pasaría con los precios si en lugar de las menos de 8,000 viviendas que se desarrollan anualmente en la capital se hicieran 20,000 o incluso más (considerando que la ciudad requiere al menos 40,000 por año)… Y oh sorpresa, aunque muy pocos piensan que los precios subirían, se dio un empate técnico entre la posibilidad de que bajen o se mantengan como están.

Pero como creo firmemente en la importancia de complementar lo que se hace en el gabinete (aunque en este caso fue desde mi poderoso IPhone), con lo que pasa en el campo, salí a contrastar los resultados de mis encuestas con la opinión directa de desarrolladores y banqueros.

Los desarrolladores de vivienda me confirmaron lo que he venido señalando desde hace tiempo, que en efecto, los precios se han elevado aceleradamente, pero, contrario al resultado de mis encuestas, esto se debe a la escasez de suelo que pueda ser usado conforme a la regulación para hacer vivienda.

Claro que es tema de planeación urbana, me dijeron, estando más que de acuerdo en que la planeación urbana tiene que ser prioridad para el próximo gobernante de la ciudad.

Y reconociendo la necesidad de que se invierta en transporte público, los “vivienderos” me hicieron ver que el gran pendiente es revertir los efectos de décadas de falta de planeación e inversión en los diferentes temas relacionados con el suministro del agua, y que tienen cuatro factores determinantes; somos muchos, consumimos más que el promedio mundial, la falta de mantenimiento provoca que se desperdicie la mitad del agua que llega y pues sí… hay que invertir para garantizar el abastecimiento.

Por su parte, los banqueros me confirmaron todo lo señalado, diciendo sencillamente que aunque el número de créditos ha bajado, el monto colocado ha subido, lo que dicho en efímeras palabras podemos sintetizar con el título de este texto; “menos viviendas… pero más caras”.