Con una declaración de 10 acciones, surgidas en el marco del Congreso Internacional de Parques Urbanos, los mexicanos trazan su ruta para la estructuración de una nueva manera de ver el Espacio Público y la Vida Pública.
El primer Congreso Internacional de Parques Urbanos realizado en la ciudad de Mérida entre el 23 y el 27 de abril, con la presencia de 20 países, representantes de 200 ciudades; 1.700 asistentes y la contribución de 9 expertos de nivel mundial; no solo se constituyó en el pionero en Latinoamérica en plantear una reflexión multidisciplinaria y profunda sobre este tema. Del encuentro surgió además, un camino para México y sus habitantes en algo vital para su existencia: su espacio público.
Se trata de la declaración de la ‘Agenda 2025 para el Espacio Público y la Vida Pública en México’ que tiene el objetivo de “construir una visión compartida e impulsar un conjunto de líneas de acción para avanzar hacia una transformación urbana y social a partir del fortalecimiento del espacio público”.
El documento, que se conocerá simplemente como Agenda 2025, fue impulsado por la unión de cerca de 40 organizaciones y se constituye en un gran paso, mejor dicho, en ‘el’ gran paso para un país en el que cada ciudadano solo disfruta de 1.2 m2 de espacio público verde cuando Organización Mundial de la Salud determina que el ideal debe ser de al menos 9.0 m2/persona. Esta iniciativa está respaldada además por algunas de las organizaciones internacionales especializadas en este tema más reconocidas: World Urban Parks Association, Gehl Institute, Project for Public Spaces, National Recreation and Park Association de Estados Unidos, City Parks Alliance y 8 80 Cities.
“Somos pueblos que tienen dentro de sus raíces una profunda relación con el espacio público. Sin embargo, es muy sintomático en mi país en la gestión del espacio público en el último siglo, en el que dejó de ser profesionalizada. Así como un arquitecto diseña una casa, tiene que aprender, estudiar y saber cómo hacer ese diseño, el espacio público es sumamente complejo: de operarlo, de gestionarlo. No creo que haya sido mala intención, sino de falta experticia y de educación”, dice Luis Antonio Román Díez, presidente de la Asociación Nacional de Parques y Recreación de México, organizador del Congreso e integrante del Grupo Promovente.
Las barreras para un espacio público democrático y vital
Ya sea, una barrera como la falta de conocimiento que menciona Román Díez u otra de las cinco estructurales (de financiamiento, sociales, institucionales, de corresponsabilidad y de información) que identificó el Grupo Promovente para el desarrollo del espacio público en México; lo cierto es que “se calcula que sólo 51% de las personas en las ciudades del país viven a menos de 10 minutos caminando de un espacio público. De las 95 ciudades del país con más de 100,000 habitantes, ninguna cuenta con un sistema de parques propiamente establecido”, indica la Agenda en la descripción del reto que tendrán para superar.
Aunque es claro que todas estas barreras constituyen un todo, un ‘hueso duro de roer’, el presidente de la Asociación de Parques y pionero del Congreso Internacional, cree que es la unión de los actores institucionales y la ciudadanía activa, la clave para superar esos escollos.
“La responsabilidad es un asunto de todos porque el parque es tuyo y mío. No solamente del gobierno o solamente de los vecinos. El gobierno lo administra y al ser el gobierno el ente que tiene más poder de decisión y poder económico, la responsabilidad reside en las decisiones de los funcionarios públicos y los políticos. Sin embargo, el ciudadano no puede seguir esperando a que el funcionario público, el político le resuelva todas las cosas o peor aún, tomé sólo las decisiones del espacio público, las decisiones sobre los bienes que son de todos”, indicó.
Las 10 acciones para unas ciudades más humanas
Es claro que, como lo dice este documento de agenda, el éxito de los espacios públicos se mide en relación con la vida pública que soportan. Cuanto más un espacio posibilite e invite a su uso y a realizar múltiples actividades por una diversidad de personas, en distintos horarios, días y temporadas del año, más exitoso será y añadirá mayor valor social y económico a una ciudad. Además, estos espacios que se conviertan en una extensión de los hogares de los residentes, y un escenario de disfrute para visitantes.
Por eso y con el objetivo de generar unas ciudades mexicanas más incluyentes, equitativas, con desarrollo para todos sus habitantes y en el entendido de que, como afirma ONU Hábitat, el espacio público es vital para la construcción de ciudades exitosas y con calidad de vida; este grupo promotor estableció en la Agenda 2025 un total de 10 acciones que guiarán sus esfuerzos en los próximos siete años:
- Formulación y adopción de una política pública.
- Mejoramiento de la capacidad técnica.
- Fortalecimiento institucional.
- Financiamiento.
- Gestión integral de los espacios públicos.
- Participación comunitaria.
- Procesos de gobernanza.
- Sistemas de Información.
- Planeación y Desarrollo Urbano.
- Cobertura y calidad.
Bajo estos lineamientos, la sociedad civil mexicana, representada por la voluntad de este grupo promotor, espera cambiar el rumbo que según Román Díez, tuvo la gestión de los parques en su país y sus ciudades durante años; y que al final de este periodo, sus paisanos puedan caminar, en un espacio verde como el color que lleva su bandera, que sea usado y disfrutado, “por todas las personas, durante todo el tiempo; de día y de noche”, como afirma la Agenda 2025 en su principios.
