Aunque parezca un escenario apocalíptico, la posibilidad de que una ciudad como Miami desaparezca en el futuro no es del todo irreal. Un estudio publicado por Natural Climate Change advierte que el aumento del nivel del mar podría convertir a 2.5 millones de habitantes de zonas costeras de Miami, Fort Lauderdale y West Palm Beach en desplazados climáticos. Es claro que el cambio climático es hoy más peligroso para los latinos en EE.UU.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no cree en los efectos del calentamiento global. Ya anunció al mundo que se retirará del Acuerdo de París y mantiene su idea casi obsesiva de promover la industria de los combustibles fósiles. Lo cierto es que tal postura y una inacción en la lucha contra el cambio climático, representan un riesgo mayor para la comunidad latina, a la luz de sendos estudios científicos.
El más reciente es un estudio publicado por Natural Climate Change y liderado por el investigador Mathew E. Hauer, que advierte que el aumento del nivel del mar podría convertir a 2.5 millones de habitantes de las ciudades costeras de Miami, Fort Lauderdale y West Palm Beach en desplazados climáticos para el año 2100 como consecuencia del eventual aumento de 1.8 metros del nivel del mar.
En el caso de Miami, el porcentaje de población latina según datos de 2010 es del 70%, mientras que en una ciudad como Fort Lauderdale es de 13.7%. Una ciudad como Hialeah –con población marcadamente colombiana- tiene un 94.7% de latinos.
Para el investigador Hauer “este trabajo ofrece la primera visión de cómo el aumento del nivel del mar podría alterar la distribución de la población de los EE.UU., ya que tanto las comunidades costeras y sin litoral son susceptibles de ser afectados por ello: directamente en las zonas costeras debido al nivel del mar e indirectamente en las zonas sin litoral a través de la afluencia de personas desplazadas”
Ya el pasado mes de diciembre, 10 científicos de distintas universidades del estado de La Florida, le habían advertido a Trump en un carta, que de no mantener la lucha contra el cambio climático, su mansión privada de Mar-A-Lago en West Palm Beach (considerada hoy por muchos la segunda Casa Blanca), será una de las más vulnerables ante este aumento del nivel del mar.
Este informe tiene total coincidencia en sus exposiciones con el presentado en octubre pasado por el Consejo de Defensa de los Recursos Naturales (NRDC por sus siglas en inglés).
En Estados Unidos viven cerca de 58 millones de latinos. De ese número, el 60 por ciento vive en California, Texas, Florida y Nueva York, estados que son extremadamente vulnerables a las amenazas relacionadas con el clima, tales como: las inundaciones, el calor extremo o la contaminación del aire. Ante el inminente cambio en las políticas ambientales, los latinos hoy son doblemente vulnerables.
En el apartado de inundaciones, el sur de la Florida, en donde para el 2014 vivían más de 2.7 millones de hispanos, enfrenta una de las peores amenazas en todo el país en lo que respecta a inundaciones a causa del nivel del mar y de huracanes.
Científicos del Instituto para la Investigación del Impacto Climático de Potsdam estiman que “aún si el día de hoy el mundo entero dejara de emitir contaminantes que calientan la atmósfera”, por lo menos ocho ciudades de la Florida con grandes comunidades serán inundadas con futuras mareas altas.
Esas ocho ciudades son: Fort Lauderdale, Hialeah, Miami, Miramar, Hollywood, Miami Gardens, Pembroke Pines y St. Petersburg.
Según un estudio adelantado en el 2014 en el Área Metropolitana de Miami–Fort Lauderdale– Pompano Beach, una de las zonas urbanas más hispanas del país, es más probable que los hispanos que estén en territorios de inundación vivan en zonas de alto riesgo a que vivan en zonas de riesgo moderado.
También está claro en caso de emergencia, que “los latinos con poco dominio del inglés o aquellos que han llegado recientemente a zonas inundables puede que no tengan la experiencia o el conocimiento para tomar decisiones informadas sobre el desalojo y los preparativos para una tormenta”, señala el estudio de NRDC.
Ante esta alerta reflejada por el informe de NRDC y el estudio de Natural Climate Change, vale señalar que los latinos son una fuerza poblacional que crece todos los días y cada vez está más preocupada por los problemas ambientales y de salud pública. Ante esta realidad exigen soluciones.
Hoy 9 de cada 10 latinos quieren que se adopten medidas contra la contaminación. Y así como hoy los latinos se preparan para una mayor organización ciudadana y movilización ante las amenazas que suponen las medidas de Donald Trump en asuntos migratorios, deberán hacerlo por el desinterés del mandatario frente al cambio climático. Ya está probado que de no hacer nada, sufrirán las mayores consecuencias por la alteración climática.