Modelo de desigualdad en Lima Metropolitana

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Sasha Chumpitaz
30 octubre, 2018 - Gobernanza

A propósito del Día Mundial de las Ciudades que se celebrará este 31 de Octubre, la construcción prioritaria de la carretera que conectará Comas con San Juan de Lurigancho y también la construcción de la ciudadela en Ancón, estas dos últimas, promesas del actual alcalde electo Jorge Muñoz; debiera ser urgente evidenciar la relación entre el modelo urbano vigente y la reproducción de desigualdades que se expresan en nuestros territorios, más aún en ciudades fragmentadas como Lima Metropolitana.

En 1998, el arquitecto Wiley Ludeña nos explicaba como Lima y otras ciudades de Latinoamérica sufrieron un reajuste neoliberal que modificó su estructura urbana e inició un proceso de cambio hacia las ciudades de los megaproyectos, privatizadas por las grandes inversiones. Lo que más tarde Fernando Carrión llamaría “urbanismo de proyectos” y que hoy caracteriza al modelo urbano subordinado al modelo económico imperante en el mundo globalizado.

La dinámica neoliberal encontró en las ciudades su máquina irreversible de producción y acumulación del capital financiero, teniendo como prioridad que derechos fundamentales para una vida digna se conviertan en negocios rentables; como resultado tenemos millones de ciudadanos sin acceso a una vivienda digna, servicios urbanos básicos de calidad (agua y alcantarillado, energía eléctrica y conexiones de gas natural), equipamientos de educación, salud, cultura, espacios públicos y movilidad digna. El próximo gobierno municipal de Lima Metropolitana parece que reproducirá este modelo urbano, acentuando las desigualdades en todas sus dimensiones.

Ciudadela en Ancón: ¿La vivienda como mercancía?         

El déficit cuantitativo de la vivienda es un espacio rentable para el enriquecimiento de los grupos de poder, las inmobiliarias han impuesto la producción de viviendas concebidas como una mercancía encarecida para las grandes mayorías y además han ocultado el gran déficit cualitativo de la vivienda para no abandonar el negocio de la casa propia y nueva. Lima no requiere expandirse mucho más hacia los lados, esto no significa que el crecimiento vertical sea la solución absoluta, la densificación debe darse en zonas ya consolidadas o en camino a serlo.

Por tanto llama la atención que el virtual teniente alcalde de Lima, Miguel Romero Sotelo, proponga la construcción de una ciudadela en los arenales de Ancón, un área que no cuenta con servicios básicos, ni vías de acceso. A todas luces la habilitación urbana en esta zona resulta mucho más costosa que la consolidación de otras. Es necesario precisar que el proyecto “Ciudadela Alameda de Ancón” 1 ya fue diseñado por la Corporación SUYO dirigida por el propio arquitecto Romero, propuestas hechas a la medida.

Pasamayito: Tráfico de terrenos en la periferia de la periferia

Sobre la construcción de esta autopista que conectará Comas y San Juan de Lurigancho solo se ha discutido la reducción del tiempo de transporte de los usuarios. En efecto, es un gran avance disminuir la pérdida de horas / hombre a causa de la congestión vehicular y un deber mejorar las condiciones de movilidad de todas y todos los que habitamos en Lima.

Pero hay temas que deberíamos atender con prontitud, el modelo urbano vigente ha permitido la ausencia de un Estado planificador; en consecuencia, el mercado del suelo se regula en favor de intereses privados y traficantes de terrenos. Esto viene ocurriendo en la ruta conocida como “Pasamayito”, encontramos ocupaciones precarias que no tienen acceso a servicios básicos, equipamientos de educación, salud o cultura y espacios públicos. Esta zona de conexión se ubica en suelo no urbanizable, por ende las viviendas se encuentran en condiciones de vulnerabilidad y riesgo latente.

La simple expectativa de que esta obra vial se construya, logrará que la especulación con el precio de las lotizaciones e invasiones sea imparable; esto a causa del plusvalor que se genere en el suelo adyacente a la obra. El alcalde electo Jorge Muñoz debe aprobar un Plan de Desarrollo Urbano que garantice la función social del suelo y responda a una planificación urbana integral.

¿Salidas a este modelo de desigualdad?

El próximo gobierno municipal de Lima Metropolitana retomará con fuerza el “urbanismo de proyectos”, ese que le sirve al modelo neoliberal para asegurar la reversión de las ganancias del capital especulativo. Frente a ello, la ciudadanía y las organizaciones como la Plataforma 16N: Por el Derecho a la Ciudad están en constante movilización social y política en torno a la lucha por el derecho a la ciudad, que les permita usar, ocupar, producir y gobernar Lima.

En estos momentos el país a traviesa una crisis de régimen en la que el modelo político y económico vigente no puede resolver los desafíos que tenemos como nación. Por tanto, el modelo urbano también está en crisis, no puede solucionar los grandes retos que tiene Lima Metropolitana para lograr una ciudad policéntrica, sostenible, articulada y justa. Esta crisis urbana requiere un nuevo acuerdo constitucional, una nueva constitución que garantice la función social del suelo, el bien común sobre el derecho individual de propiedad, el derecho a la ciudad con una participación ciudadana activa que permita fiscalizar y cogobernar en condiciones claras y transparentes; de este modo lograremos una producción colectiva de las ciudades del país. Esta será una herramienta fundamental para que los gobiernos locales puedan desarrollar políticas públicas que hagan posible el cumplimiento de los derechos ciudadanos.

  1. https://www.suyourbanistas.com/pdf/Brochure-Proyectos-Emblematicos-CORSUYO.pdf