Estudiantes de la maestría en Construcción y Diseño Urbano en Desarrollo del University College London, explorarán junto a la comunidad, la riqueza inmaterial de este potente barrio de Medellín para convertirlo en un atlas.
“Moravia no fue una invasión, fue una colonización que buscaba calidad de vida y la dignidad de sus habitantes”, expresa Luzmila Hernández, líder comunitaria y del Colectivo Moravia Resiste que, durante un mes, integrará los grupos de trabajo para la creación de un atlas que revelará la riqueza inmaterial de este territorio en el proyecto ‘Patrimonio Vivo: como herramienta para pensar el futuro’.
Esta iniciativa, que reúne virtualmente a un conjunto de 50 personas de la Alcaldía de Medellín, el Centro de Desarrollo Cultural de Moravia, estudiantes voluntarios de arquitectura de la Cooperativa de Arquitectura Convite y a la comunidad, contará además con estudiantes de la maestría Construcción y Diseño Urbano en Desarrollo de la Unidad de Planificación del Desarrollo (DPU, por sus siglas en inglés) en la University College London – UCL, del Reino Unido.
Durante un mes, estos equipos de exploración estudiarán el patrimonio inmaterial de este territorio del norte de Medellín que nació hace unas décadas en el lugar donde la ciudad arrojaba sus basuras (1977 -1984) y hoy, tras convertirse en una comunidad potente, dinámica y estratégica, lucha por evitar el posible proceso de gentrificación que propondría el Plan Parcial de Renovación Urbana, del que es protagonista y al que sus cerca de 40 000 habitantes se resisten.
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“Con esta asociación, el Centro de Desarrollo Cultural de Moravia busca generar un intercambio de experiencias frente a la pluralidad, como componente en la construcción de identidad, en especial en aquellas que se refieren al colectivo, su territorio, formas de ocupación, significados y luchas”, indicó la Administración municipal.
La exploración y sus resultados serán el insumo para la creación de un atlas patrimonial que se orientará, según explicó la comunicadora del Centro Cultural, María Juliana Yepes, en cuatro “lentes analíticos”: Migraciones y Memoria, Conexiones comunitarias y Comunicación, Paisajes del reciclaje y Mirada interseccional de género.
“Esto proyecto le va a aportar mucho a la ciudad y por eso vamos a desarrollar el atlas de patrimonio vivo que incluirá esta experiencia colectiva que, esperamos, les sirva a los tomadores de decisiones, a la academia y a la comunidad, para generar estrategias de conversación con la institucionalidad y también con otros territorios, no solo de Medellín sino a nivel regional, nacional e internacional. Creemos que con este proyecto estableceremos una guía desde Moravia para generar una perspectiva del derecho a la ciudad de manera comunitaria”.
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El grupo de estudiantes voluntarios de la maestría en Construcción y Diseño Urbano en Desarrollo del University College London y el proyecto, serán coordinados por la colombiana Catalina Ortiz-Arciniegas, profesora asociada de la DPU desde hace cinco años y quien fuera directora de la Escuela de Planeación Urbano-Regional en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia – Sede Medellín.
Justamente, la Unidad de Planificación del Desarrollo o Development Planning Unit (DPU), desarrolla en el nivel mundial investigación que ayuda a los gobiernos nacionales y locales y los diversos actores de la gobernanza multinivel para “un desarrollo justo y sostenible en el sur global”.
Este precisamente ha sido el foco del trabajo de Ortiz-Arciniegas, quien ha manifestado que busca comprender la naturaleza territorial y relacional de los espacios urbanos, un ejercicio en favor de la “recalibración” del conocimiento sobre el sur global, “el principal desafío del urbanismo contemporáneo”.
Ahora, el proyecto ‘Patrimonio Vivo: como herramienta para pensar el futuro’, se realizará de manera virtual bajo el formato de seminario y se basará en la construcción de la memoria a través del intercambio cultural, su aporte en la identidad del territorio y generará productos comunicativos y documentales, insumo para que la comunidad incremente su “apropiación del conocimiento”.