El Museo Casa Kubitschek adoptó estrategias para proponer una mirada diferenciada al museo y su entorno, valorizando la educación patrimonial y paisajística.
Una innovadora y amigable apuesta puso en marcha el Museo Casa Kubistchek, en Belo Horizonte, donde además de promover las visitas guiadas, han apostado por regalar diferentes especies de la flora local a los visitantes, con el propósito de propagar la conservación del medioambiente en esta ciudad.
La idea tiene como base el concepto de «obra de arte total», y busca extrapolar el bien de valor universal excepcional. La estrategia, además, es una forma de estrechar la participación del público con el Museo y de valorar los jardines históricos. También, de reforzar la idea de protección y preservación del paisaje en el que se inserta el museo.
«En este contexto y entendiendo que el Museo Casa Kubitschek es mucho mayor de lo que la exposición vigente ha desplazado, nuestra mirada hacia los jardines que componen nuestro espacio, comprenden el museo como un todo». Destacó la gerente del Conjunto Moderno de la Pampulha, de cual la casa Kubistchek forma parte, Janaina Francia Costa.
Según Janaína Francia, la distribución de plantas, aliada a otras acciones de carácter educativo, como visitas mediadas y talleres, ha representado una buena repercusión entre los visitantes espontáneos y la comunidad escolar.
«Además de ser una forma de hacer que los proyectos educativos extrapolen los muros del Museo, también representan una gentileza con la ciudad. Los habitantes y visitantes, que siempre admiraron los jardines del Conjunto Moderno de la Pampulha, tienen hoy la posibilidad de llevar un pedacito de él a casa». Remarcó.
En el Proyecto de Educación Ambiental del Museo Casa Kubitschek y la distribución de plantas de sus jardines es una actividad continua que ocurrirá a lo largo de todo el año. Las demás actividades ocurren de manera esporádica.
