Esta provincia argentina viene desarrollando de la mano con la ciudadanía un proceso colaborativo y de cocreación de soluciones urbanas para los principales problemas del territorio. LA Network dialogó con su coordinador, Ernesto Figueroa.
Con la llegada de la pandemia por COVID-19, la necesidad de pensar en la innovación cobró un nivel especial. De un lado, pensando en la recuperación de las ciudades; y de otro, generando consciencia sobre que la recuperación incluya a los ciudadanos, la materia prima con la que cuentan las urbes.
Y, precisamente, ese es el rumbo en el que avanza el Laboratorio de Innovación Pública Abierta de la provincia argentina de Neuquén, en la Patagonia, donde el conjunto de trabajo del Ministerio de Ciudadanía y el Gobierno provincial, ha propiciado que se avance en el Plan Quinquenal Neuquén, un proceso comenzado en 2019 y que “se sintetiza en un futuro deseable a alcanzar materializando políticas, planes, programas y proyectos, que generarán los resultados necesarios para alcanzar la provincia que buscamos”, destacan sus promotores.
Con ellos, trabajan los integrantes del Laboratorio Neuquén Lab, coordinados por Ernesto Figueroa, director Provincial de Gestión Estratégica, con quien LA Network habló para conocer más detalles sobre lo que están haciendo y cómo lo hacen.
Comencemos por hacer una presentación sobre el Laboratorio de Innovación Pública Abierta de Neuquén, ¿cómo se conformó? ¿quiénes lo integran y a qué se dedica?
Somos un dispositivo gubernamental del Ministerio de Ciudadanía de Neuquén de cocreación, colaboración e inteligencia colectiva. Buscamos a través de la inteligencia colectiva, promover espacios de innovación abierta para generar valor público. Nacimos hace dos años como herramienta para la gestión estratégica de las políticas de promoción de derechos del único Ministerio de Ciudadanía de Argentina, para avanzar en otras formas de pensar, actuar y hacer políticas públicas ‘desde’ y ‘con’ la ciudadanía.
¿Cómo definir el concepto de innovación pública o abierta?
Es ‘abrir’, asociase a lo ‘extitucional’, salir de la idea de que solo (y solo los funcionarios) desde los escritorios gubernamentales podemos resolver la complejidad de la agenda de problemáticas sociales que hoy el COVID-19 disparó exponencialmente.
¿Y cómo se logra tener éxito en este proceso?
Creemos que es clave el tríptico de:
- Participación: muchas y otras personas en los espacios de innovación
- Innovación, buscar otras formas de coconstruir espacios de inteligencia colectiva
- Pero, sobre todo, incidencia, que pase algo, que se transforme la vida”.
En Neuquén, por ejemplo, ¿es posible destacar espacios de inteligencia colectiva ya consolidados?
Hay varios procesos consolidados, como el trabajo de innovación pública desarrollado en el Poder Judicial de la Provincia de Neuquén desde hace dos años, abriendo hacia lo institucional y ‘extitucional’ procesos de inteligencia colectiva para mejorar el servicio de justicia.
Y, en relación con estos ejemplos, ¿cuáles casos de éxito nos puede poner de ejemplo que hayan nacido precisamente allí y que se encuentren fortalecidos ahora mismo?
La puesta en marcha de un espacio de ideas de bienestar laboral para crear proyectos que mejoraran la calidad de vida en el trabajo de los trabajadores con discapacidad, en articulación con la Subsecretaría de Discapacidad. Fue un gran reto y experiencia incidente.
En la actualidad, ¿qué procesos están en marcha desde el Laboratorio que nos quieran contar y cómo han logrado sortear la pandemia para no detener sus propósitos?
Arrancamos con @CoGob_NQN (Gestión colaborativa de los saberes) un proyecto de coworking ‘en’ gobierno del Laboratorio. Estamos conformando comunidades de trabajo colaborativo en municipios y organismos públicos, para la producción de ideas y acciones sobre procomunes en territorio.
Finalmente, una reflexión: ¿cómo lograremos, a través del trabajo colaborativo, tener a Latinoamérica como una región líder consolidada en innovación abierta?
Nos parece que la clave es la colaboración. No hay nadie más inteligente que todos nosotros cuando estamos juntos creando, pensando, soñando, transformando. Tenemos tantas necesidades y tan poco tiempo y recursos, que la colaboración es un imperativo ético en Latinoamérica.