Los resultados de esta medida en una de las ciudades pioneras en su aplicación, evidencian la necesidad de escalar este tipo de políticas a las ciudades latinoamericanas.
Cuatro de cada diez niños del centro de Londres que iban al colegio en automóvil cambiaron a modos de transporte más activos, como caminar, montar en bicicleta o utilizar el transporte público, tras la introducción de la Zonas de Emisiones Ultrabajas (ULEZ, por su sigla en inglés), según los resultados presentados de un nuevo estudio. Mientras tanto en Luton, la zona de comparación sin ULEZ, solo dos de cada diez niños hicieron este cambio durante el mismo período.
Los viajes en automóvil contribuyen a la contaminación del aire, una de las principales causas de enfermedades cardíacas y pulmonares, incluidos los ataques de asma. Además, limitan las oportunidades de los niños para realizar actividad física, lo que dificulta su desarrollo y su salud mental y aumenta el riesgo de que sufran obesidad y enfermedades crónicas.
A pesar de que las pautas del Reino Unido recomiendan un promedio diario de 60 minutos de actividad física moderada a vigorosa para niños en edad escolar y adolescentes, menos de la mitad (45 %) de los niños de 5 a 16 años cumplieron estos niveles en 2021. Uno de cada tres niños de 10 a 11 años en el Reino Unido tiene sobrepeso u obesidad.
En abril de 2019, Londres introdujo la ULEZ para ayudar a mejorar la calidad del aire al reducir la cantidad de vehículos en circulación que no cumplen con los estándares de emisiones. Según Transport for London , la ULEZ del centro de Londres redujo los óxidos de nitrógeno nocivos en un 35 % y las partículas en suspensión en un 15 % en el centro de Londres en los primeros 10 meses desde su introducción.
Un equipo dirigido por investigadores de la Universidad de Cambridge y la Universidad Queen Mary de Londres examinó el impacto de la ULEZ en el modo en que los niños se desplazaban a la escuela. La investigación formaba parte del estudio denominado CHILL (Salud Infantil en Londres y Luton).
El estudio examinó datos de casi 2000 niños de entre seis y nueve años que asistían a 84 escuelas primarias en Londres y el área de control, Luton. 44 escuelas estaban ubicadas en áreas de influencia dentro o aledañas a la ULEZ de Londres, y se compararon con un número similar en Luton y Dunstable (que actuó como grupo de comparación). La inclusión del sitio de comparación permitió a los investigadores sacar conclusiones más sólidas y aumentar la confianza en la atribución de los cambios observados a la introducción de la ULEZ.
Los investigadores recopilaron datos del período de junio de 2018 a abril de 2019, antes de la implementación de la ULEZ, y nuevamente del período de junio de 2019 a marzo de 2020, el año posterior a la implementación de la ULEZ, pero antes de los cierres de escuelas relacionados con el COVID-19.
Entre los niños de Londres que viajaban en auto antes de la introducción de la ULEZ, cuatro de cada 10 (42 %) cambiaron a modos activos, mientras que uno de cada 20 (5 %) cambió de modos activos a inactivos.
En cambio, solo dos de cada diez niños (20 %) de Luton cambiaron de viajar en coche a modos de transporte activos, mientras que un número similar (21 %) cambió de viajes activos a viajes en coche. Esto significa que los niños de Londres dentro de la ULEZ tenían 3,6 veces más probabilidades de cambiar de viajar en coche a modos de transporte activos en comparación con los niños de Luton y mucho menos probabilidades (0,11 veces) de cambiar a modos de transporte inactivos.
El impacto de la ULEZ en el cambio a modos de transporte activos fue más fuerte para aquellos niños que vivían a más de media milla (0,78 km) de la escuela. Esto probablemente se debió a que muchos niños que viven más cerca de la escuela ya caminaban o iban en bicicleta a la escuela antes de la ULEZ y, por lo tanto, había más potencial de cambio para aquellos que vivían más lejos de su escuela.
La autora del estudio, la doctora Christina Xiao, de la Unidad de Epidemiología del Consejo de Investigación Médica (MRC) de la Universidad de Cambridge, explicó que “la introducción del ULEZ se asoció con cambios positivos en la forma en que los niños viajaban a la escuela, con un número mucho mayor de niños pasando de modos de transporte inactivos a activos en Londres que en Luton.
La coautora principal, Jenna Panter, de la Unidad de Epidemiología del MRC de la Universidad de Cambridge, afirmó que “El gobierno anterior se comprometió a aumentar la proporción de niños que caminan hasta la escuela para 2025 y esperamos que el nuevo gobierno siga su ejemplo. Cambiar la forma en que los niños viajan a la escuela puede tener efectos significativos en sus niveles de actividad física al mismo tiempo que trae otros beneficios colaterales como mejorar la congestión y la calidad del aire, ya que aproximadamente una cuarta parte de los viajes en automóvil durante las horas pico de la mañana en Londres se realizan para dejar a los niños en la escuela”.
Después de la introducción de ULEZ en el centro de Londres, el número total de vehículos en las carreteras se redujo en un 9 %, y en un tercio (34 %) en el caso de los vehículos que no cumplían con los estándares de emisiones de escape requeridos, sin evidencia clara de que el tráfico se moviera hacia áreas cercanas.
Las zonas de bajas emisiones o LEZ (Low Emmisions Zones) son herramientas claves para trabajar por un aire más limpio en las ciudades. Hasta la fecha, las LEZ se han centrado principalmente en abordar la contaminación del tráfico vehicular, pero tienen el potencial de incluir también políticas que aborden la quema de residuos sólidos, combustibles para cocinar y las emisiones industriales. En el caso de Londres, su gobierno decidió ser más ambicioso en las medidas y por eso aplicó las ULEZ, es decir, Zonas de Emisiones Ultrabajas. En America Latina pocas ciudades, entre ellas Guadalajara y Medellín, han diseñado zonas de bajas emisiones de la ciudad (ZUAP) para mejorar la salud de los habitantes urbanos.