De acuerdo con datos del Instituto Pro-Ciudadanía, en Curitiba viven 181.491 niños menores de 6 años, de los cuales el 66% procede de familias en estado de vulnerabilidad.
En un 4 %, al pasar de mil 750 millones de reales a mil 800 millones (unos 482 millones de dólares), fueron aumentados los recursos para la infancia y adolescencia de la ciudad brasilera de Curitiba, que serán utilizados en acciones en tres pilares: salud, educación y protección social.
«Este es un compromiso con el futuro, con los verdaderos herederos de la ciudad que aquí nacieron, que son nuestros curitibinhas. Son ellos quienes harán el futuro. Nuestro objetivo es entregar una ciudad más bonita y justa de lo que recibimos», destacó el alcalde Rafael Greca.
Del total de recursos previstos para el año, mil 300 millones serán destinados para educación, cultura de innovación, deporte y lúdica. Los restantes 500 millones (27%) serán destinados al área de salud con foco en políticas de salud, defensa social, seguridad alimentaria y política sobre drogas.
A su vez, Carla Braun, asesora de Apoyo a las Políticas del Niño y del Adolescente, destacó que “la cuestión del niño y del adolescente es una pauta nacional, con el compromiso de los municipios de priorizar esa área y centralizar políticas públicas».
De otro lado, como parte del anuncio, este viernes Curitiba llevó a cabo el XII Seminario Municipal de Enfrentamiento al Abuso y la Explotación Sexual de Niños y Adolescentes. El evento marcó las conmemoraciones del Día Nacional de Combate al Abuso y la Explotación Sexual de Niños y Adolescentes, celebrado el 18 de mayo.
Durante esta fecha, el país latinoamericano recuerda que, en 1973, en la ciudad de Vitória, un crimen conmocionó a todo Brasil y se conoció como el Caso Araceli. Ese era el nombre de una niña de 8 años de edad a quien le desconocieron todos los derechos humanos: fue secuestrada, violada y muerta por jóvenes de aquella ciudad.
