LA Network dialogó con Elkin Velásquez, director de ONU Habitat para América Latina y El Caribe sobre este mes dedicado a promover una mejor calidad de vida para todos y que concluye el día 31 con el Día Mundial de las Ciudades.
“El desarrollo urbano tiene que ser verde, de lo contrario no es”, dice el colombiano Elkin Velásquez, director de ONU Habitat para América Latina y El Caribe desde su base en Río de Janeiro y con el objetivo de destacar una de las claves que promueve este Octubre Urbano, la celebración anual de la organización para estimular el desarrollo urbano.
Luego de celebrar el #DíaMundialdelHábitat – ‘Vivienda para todos’, que marca el inicio de Octubre Urbano, LA Network dialogó con el líder regional de la organización para conocer las claves de esta versión que por supuesto, está cruzada por la crisis por COVID-19 y la reflexión sobre la llamada ‘nueva normalidad’, que de paso señaló Velásquez, “no puede ser solamente la recuperación de lo que teníamos, pues la realidad que teníamos no era buena”.
Sin embargo, antes de listar esos puntos cruciales que deben sustentar el desarrollo urbano en clave de Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y ratificación de la Nueva Agenda Urbana (NAU), Velásquez destacó a los ganadores latinoamericanos en los Premiso Pergamino de Honor 2020 y las actividades de Circuito Urbano -programa creado en 2018 para la movilización y el apoyo institucional- que este año tendrá como protagonista al gigante regional Brasil y los países africanos Cabo Verde, Angola, Mozambique, Guinea-Bissau y Santo Tomé y Príncipe.
“Estamos felices porque dos experiencias de América latina fueron elegidas entre las ganadoras”, expresó Velásquez.
Esas dos experiencias fueron la política integral de vivienda del Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio de Colombia –por su integralidad e innovación- y la iniciativa mexicana Eco Casa, de la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF) que se enfoca en la producción de vivienda baja en emisiones de CO2.
“Lo que veo en estos dos ganadores es una señal importante del papel crítico y crucial desde el punto de vista de una política pública integrada que combina múltiples herramientas financieras, técnicas y sociales para ampliar la oferta y apoyar también la demanda de vivienda y adicionalmente con un impacto importante en la economía gracias al sector de la construcción también. En México se está avanzando en un punto importante que es mirar cómo se va internalizando todo lo que son las metodologías, los estándares, las prácticas del desarrollo sostenible de la vivienda y la construcción verde”.
Respecto a Circuito Urbano, el director regional de ONU Habitat destacó la conversación sur-sur que generan los más de 180 eventos en lengua portuguesa y 1.000 panelistas que tendrá el programa en Brasil y los países africanos, pero que no se quedará solamente en ese marco sino que tendrá también actividades intensas en México, Colombia y otros países andinos.
“Vamos a tener la posibilidad de promover mucho más los Objetivos Desarrollo Sostenible en las ciudades. Una parte importante de los ODS ocurren en las ciudades y en ese sentido hemos venido promoviendo las Revisiones Voluntarias Locales (RVL) para fortalecerlas y que se vuelvan más determinantes en las Revisiones Voluntarias Nacionales (RVN) con las que los países evalúan cómo avanzan en la Agenda y los ODS de cara a los 10 años que nos restan para su implementación”.
Octubre Urbano, un momento para la reflexión y la revisión de lo establecido
Para desplegar las claves del desarrollo en las ciudades que promueve Octubre Urbano, Velásquez empieza por reconocer que “hace falta mucho por hacer” y en ese sentido expresa varios puntos fundamentales para Latinoamérica.
Respuesta a la crisis. Seguir impulsando la perspectiva de respuesta integrada a nivel territorial, a nivel local frente al impacto social y económico de la pandemia. Comprender que para América Latina es un momento crítico y se deben aunar todos los esfuerzos posibles ante impactos como el aumento de la pobreza, más personas con hambre y reducción del crecimiento económico.
Revisar los paradigmas. Es un momento crucial para revisar el paradigma de desarrollo urbano. Suena como algo grandilocuente, pero en verdad es un momento de tanta incertidumbre que solo nos queda, como lo estamos haciendo, revisar, ajustar los modelos de desarrollo a nivel local. No en términos teóricos sino en términos concretos, en términos de pensar cuáles son aquellas formas de intervención en el territorio para tener mayores impactos, impactos integrados de manera orgánica y bien planificada.
Desarrollo en medio de la crisis fiscal. Dentro de la revisión de los modelos de desarrollo hay que aceptar una realidad: las crisis fiscales para ciudades y países. Tenemos la necesidad de promover un gran esfuerzo en movilización de los sectores de financiamiento del desarrollo, concebir formas innovadoras para apoyar los países de Latinoamérica, que recordemos, son países de renta media. Brasil nos da una señal interesante ante la incertidumbre: allí esperábamos un retroceso muy grande, pero avanzó gracias al mecanismo de renta básica emergencial -con transferencias de dinero no condicionadas a una gran cantidad de población- ha tenido un impacto positivo en el país en términos de la economía.
El malestar social. Las situaciones de la clave anterior son base también del malestar social. Debemos recordar que, cuando llegó la pandemia era manifiesto el reclamo social y todos los meses de confinamiento contribuyeron de alguna manera a que se condensara un poco más ese malestar. Vemos que es absolutamente necesario un trabajo específico para entender las evoluciones de ese malestar social y mirar cómo desde la política pública, desde la construcción de confianza institucional se puede responder a ese malestar que tiene que ver con las expectativas de una población en relación con lo que piensan debería ser el desarrollo de las ciudades, el desarrollo social y en particular la expectativa de que las familias puedan beneficiarse de ese desarrollo.
Ecosistemas de Bienes Públicos Regionales. Se trata de la acción colectiva en beneficio de incrementar los resultados positivos del desarrollo urbano, del área de vivienda, con recursos limitados como una serie de plataformas de mutualización de servicios, de información. Un ejemplo es el UHPH o Urban Housing Practitioners Hub, un hub (concentración) de expertos y expertas en temas de vivienda, una convergencia de entidades del sector privado, entidades de la ONU, del sector filantrópico, del sector asociativo. Esto consolida las redes regionales de trabajo, algo fundamental en América Latina. Somos buenos amigos, buenos para hacer relaciones, pero no tanto en aportar cada uno para lograr un resultado concreto.
El corto y el largo plazo comienzan el mismo día. También es del caso, además de mirar la crisis actual, abordar las crisis de largo plazo como la del cambio climático. El corto y el largo plazo inician el mismo día. Todas las estrategias deben ser vistas con esa lógica, tanto de largo plazo como de corto plazo. El desarrollo debe ser verde, si no es verde no es, porque precisamente de lo que se trata este momento es de revisar los modelos, las metodologías para que no solamente puedan dar resultados positivos en el corto plazo, sino tener impactos desde la perspectiva de largo plazo. De lo contrario, vamos simplemente a resolver un problema parcialmente y, en dos o en cinco años, estaremos patinando sobre una nueva crisis. Nuestro Secretario general lo ha dicho ‘Build Back Better’, reconstruir mejor. También ONU dice ‘Medidas urgentes para tiempos urgentes’ y yo agrego, medidas urgentes para tiempos urgentes, pero con impactos duraderos y transformadores. Esta segunda parte es tan importante como la primera.
Innovación y decisiones con base en la evidencia. El ejemplo es ECoCasa, una herramienta innovadora desde el punto de vista de cómo utilizar bien las herramientas financieras para orientar e incentivar una tipología específica de vivienda verde. A ello se suma que ante la pandemia se ha reaccionado con base en una perspectiva de política de datos abiertos, como por ejemplo en Bogotá; para analizar las consecuencias, para apoyar las decisiones con información, con evidencia en medio de un ambiente de incertidumbre. Datos abiertos para que muchos colectivos, especialmente la academia, puedan analizarlos: la pandemia llegó con impactos negativos, pero también nos permite encontrar las pistas para el futuro.