Experiencias de sostenibilidad en ciudades de Puerto Rico, Costa Rica, Ecuador y Brasil fueron elegidas por sus propuestas transformadoras.
Distintas organizaciones internacionales que promueven la implementación de la Nueva Agenda Urbana, el documento con el que la ONU busca guiar el desarrollo sostenible de las ciudades del mundo, reconocieron en la tarde de este jueves en la Universidad Eafit de Medellín, las cuatro experiencias más “inspiradoras” en Latinoamérica.
Espacios de Dulzura en la pequeña ciudad de Curridabat (Costa Rica); el Plan de Mejoramiento Integral de Barrios Periféricos de Cuenca (Ecuador) que impacta a 10 sectores deprimidos; el Proyecto Enlace del Caño Martín Peña en San Juan de Puerto Rico que integra a 30.000 personas y el Plan Director de la ciudad de Sao Paulo en Brasil; fueron galardonados por su potencial para servir de ejemplos en la región de esta ‘hoja de ruta’ para el avance de las ciudades en las siguientes dos décadas.
El concurso fue convocado por el Programa de Buenas Prácticas de ONU Hábitat, el Foro Iberoamericano de Buenas Prácticas, Mercociudades, la Federación Latinoamericana de Municipios y Asociaciones Municipalistas FLACMA; así como por el Ministerio de Fomento del Gobierno de España ante quienes se presentaron 146 proyectos que, tras una evaluación en la que participó un grupo de expertos, derivó en estos cuatro proyectos tangibles.
“El objetivo era traer algo muy estratégico a algo muy concreto en las ciudades y que pudieran contestar si eso era lo que considerábamos Agenda Urbana”, dijo Carolina Guimarães, Coordinadora del Programa de Mejores Prácticas ONU Hábitat.
Uno de los denominadores comunes de los proyectos, y quizás el más relevante según destacaron los representantes de las iniciativas, fue la participación de los ciudadanos en cada uno de ellos, en un modelo de gobernanza en el que fueron ellos los que soñaron, idearon, promovieron, defendieron sus proyectos y orientaron a sus gobiernos hacia su cumplimiento.
“Nuestros jefes son la comunidad y este proyecto lo construye el barrio que se llama Martín Peña y la comunidad de base, la que estuvo marginada y que se ha puesto en pie para decir ‘somos un país y queremos esto’”, relató Alejandro Cotté Morales, Director de Participación Ciudadana y Desarrollo Social del Proyecto Enlace del Caño Martín Peña en San Juan (Puerto Rico).
Este proyecto, que ya suma 15 años de trabajo, fue orientado por la misma comunidad y llegó a tal punto de empoderamiento, que ella misma formuló una Ley para que con el cambio en el gobierno local, sus pretensiones no fueran modificadas por el vaivén político.
Hoy esa comunidad deteriorada, recupera un río que durante décadas fue rellenado con basura e invadido por viviendas hasta el punto de pasar de más de 50 metros de ancho a convertirse en un caño. Ahora, aunque falta mucho por avanzar, habitan sus territorios de una manera distinta y sostenible.
Otro de los proyectos, fuertemente aplaudido, fue el de ‘Ciudad de Dulzura’ o ‘Espacios de Dulzura’, implementado en la ciudad de Curridabat (70.000 habitantes), que hace parte del área metropolitana de San José, la capital costarricense.
Según su alcalde, Edgar Mora Altamirano, pese a que su país tiene un alto valor por su naturaleza, ello no aplica en sus ciudades donde se ha creado una barrera para separar lo urbano de lo natural.
De allí que junto a la comunidad de su ciudad, se dieran a la tarea, entre otras acciones, en recuperar esos corredores naturales por los que deberán volver a volar colibríes, mariposas y abejas, esos polinizadores que para Mora Altamirano y su paisanos, “también son ciudadanos”.
“Es una visión de desarrollo de 360 grados que denominamos ‘Ciudad Dulce’. Las políticas públicas se hacen a partir de vivir las experiencias de cualquier ser y estas son las de la fauna y el territorio, no como mapa sino como realidad. Queremos desafiar la idea de que existe un antagonismo entre la naturaleza y la ciudad”, recalcó.
Patricia Marra Sepe, Geóloga de la Secretaría Municipal de Urbanismo de la Alcaldía de Sao Paulo, destacó que el éxito del Plan Estratégico del Municipio de Sao Paulo -toda una megaciudad-, no fue poner a pensar igual a 12 millones de personas, sino en “que todas pensaran distinto para crear un pacto de consensos posibles: la gran lección de participación popular permanente”.
Cuando la iniciativa estuvo en riesgo de no ser aprobado, la ciudadanía se levantó para defenderlo y alcanzar su implementación para una región metropolitana de cerca de 40 ciudades y afectada por los múltiples problemas de las urbes en movilidad, agua, espacio público, participación ciudadana.
Por último, ONU Hábitat galardonó a la ciudad ecuatoriana de Cuenca por su Mejoramiento Integral de Barrios Periféricos en el que se trabajará por entregarle a cada comunidad las condiciones necesarias para elevar su calidad de vida al mismo nivel de una ciudad que se precia de tener altos estándares. Su mandatario, el alcalde Marcelo Cabrera, destacó que ese objetivo se cumplirá luego de que la comunidad participara activamente y a su vez, con el apoyo de una experta de ONU, se definieron “los ejes transversales que fueron los derechos humanos, género, los jóvenes, el cambio climático, entre otros, todo ello siguiendo la Nueva Agenda Urbana”.
Al final; Elkin Velásquez, Director Regional de ONU Hábitat para América Latina, destacó que se avanza por un buen camino, que hay retos y oportunidades, pero que sobre todo, “la Agenda no es de un experto, ni de una entidad, sino un bien público, global”.
Alentó a todos los expertos y entidades presentes para que se implemente la Agenda en todas las ciudades latinoamericanas y llamó la atención para verla como una gran oportunidad para construir las calidades de vida que requieren las ciudades, en las que habita el 80% de la población regional.