Un grupo independiente que examinó la eficacia del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat), ha propuesto que la entidad sea modificada y redimensionada para responder a los retos que le significan la promoción e implementación de la Nueva Agenda Urbana.
El pasado mes de abril, a petición de la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Secretario General, António Guterres, estableció un Grupo Independiente de Alto Nivel compuesto por ocho expertos para evaluar la eficacia del Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos – ONU-Hábitat.
Tal informe fue entregado la semana pasada al propio Guterres y entre sus recomendaciones, señala que ONU Hábitat necesita fortalecerse y desarrollarse como una «estructura más flexible y eficiente» en favor de los residentes más vulnerables de las ciudades del mundo.
El panel de expertos puso de relieve los desafíos que han comprometido la capacidad de ONU-Hábitat de responder con agilidad y eficacia al rápido cambio mundial y llamó la atención sobre el fracaso del sistema de las Naciones Unidas en reconocer el ritmo, la escala y las implicaciones de la urbanización y la dependencia del desarrollo sostenible en la dirección del desarrollo urbano.
La evaluación dejó claro también que ONU-Hábitat tiene limitaciones en materia de rendición de cuentas, transparencia y eficiencia, que sus recursos han sido inadecuados, inestables e impredecibles y que la necesidad de conseguir fondos ha hecho que se desvíe de su mandato normativo.
Es por ello que este Grupo ha propuesto que el programa sea refundado como una especie de “campeón urbano”, que convoque y coordine a todos los organismos asociados de Naciones Unidas relacionados con la sostenibilidad urbana.
Recomienda que se establezca «ONU Urbana» como un mecanismo de coordinación similar a UN-Water o UN-Energy, como parte de la reforma de todo el sistema de las Naciones Unidas, con una pequeña secretaría en el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DESA) en Nueva York.
«El Secretario General aprecia las recomendaciones formuladas por el Grupo sobre mejores formas de abordar la urbanización, una mega-tendencia mundial que está ejerciendo presión sobre las comunidades, la infraestructura y el medio ambiente, y sobre cómo ONU-Hábitat y el sistema de las Naciones Unidas pueden reformarse», explicó Stéphane Dujarric, portavoz del Secretario General.
Transformación rápida para centrarse en agenda 2030
Para el grupo de expertos la primera prioridad es salvar, estabilizar y luego fortalecer rápidamente a ONU-Hábitat para dotarla de un protagonismo renovado basado en la Agenda para el Desarrollo Sostenible 2030.
El escenario para pasar de la retórica a la práctica de estas recomendaciones estará abierto los próximos días 5 y 6 de septiembre, cuando la Asamblea General convocará una Reunión de Alto Nivel sobre Nueva Agenda Urbana y ONU-Hábitat.
La reunión tendrá como objetivos discutir las mejores prácticas en la implementación de la Nueva Agenda Urbana, así como las recomendaciones formuladas por el Grupo.
Los resultados de la reunión servirán de insumo al principal órgano de la Asamblea General encargado de las cuestiones económicas y financieras (Segunda Comisión), para analizar la adopción de medidas a la luz de estas recomendaciones durante el próximo período de sesiones de este otoño.
El Grupo independiente que hizo la evaluación de ONU Hábitat estuvo conformado por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo; la fundadora y directora de SPARC, Sheela Patel; la ministra de Salud y Previsión Social de Lesoto, Ponsto S.M. Sekatle; el actual presidente de Ciudades y Gobiernos Locales Unidos, Mpho Parks Tau; el socio fundador del Congreso para el Nuevo Urbanismo, Peter Calthorpe; la secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano de México, Rosario Robles Berlanga, así como por los representantes de Indonesia y Eslovaquia ante las Naciones Unidas.
