Agencia de la ONU ubica en primer lugar la lucha contra las violencias de género y doméstica.
Las mujeres latinoamericanas y del mundo han visto como algunas de las condiciones de vulnerabilidad que les impacta en la cotidianidad, se han visto agravadas por la crisis sanitaria generada por la COVID-19, por lo que ONU Mujeres, la agencia de las Naciones Unidas para este género, trabaja en cinco puntos prioritarios para mitigar el impacto sobre la población femenina.
Mitigar y reducir la violencia de género, incluida la violencia doméstica; protección social y paquetes de estímulo económico con énfasis en niñas y mujeres; equilibrar el reparto del trabajo de cuidados; participación del liderazgo femenino en todo lo concerniente a la pandemia y, datos y mecanismos de coordinación que incluyan perspectivas de género.
El primero de estos puntos prioritarios es toda una preocupación ya que en un gran número de países se ha registrado un aumento de las llamadas de emergencia por violencia domestica y violencia de género.
De hecho, “En los últimos 12 meses, 243 millones de mujeres y niñas (de edades entre 15 y 49 años) de todo el mundo han sufrido violencia sexual o física por parte de un compañero sentimental. Y, con el avance de la pandemia de COVID-19, es probable que esta cifra crezca con múltiples efectos en el bienestar de las mujeres, su salud sexual y reproductiva, su salud mental y su capacidad de liderar la recuperación de nuestras sociedades y economías, y de participar en ella”, señaló Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres, sobre el fenómeno que llamó “la pandemia en la sombra”.
En este sentido, ONU Mujeres advierte de la creación de redes de apoyo y líneas de atención que se han sumado a la actualización de protocolos en otros países (Asia, África y Europa) que tienen graves problemas de explotación sexual y violencia incluso por parte de policías y guardias fronterizos a los que llegan las mujeres migrantes en busco de empleo.
Específicamente para Latinoamérica, ONU Mujeres busca que se pueda mitigar aumentos como los de Argentina que para abril había aumentado en un 40 % el número de denuncias por violencia contra la mujer. La organización ha advertido que tres acciones son fundamentales para ello: “Si bien en la región se han potenciado las líneas de atención de casos de violencia, estos han incrementado y lo femicidios no cesan. Se trata efectivamente de otra pandemia a atacar. Es fundamental tener datos disponibles, más refugios y protocolos específicos, apoyar a las organizaciones y redes de mujeres, y capacitar a la policía”, explicó Florence Raes, representante de ONU Mujeres para Argentina y Paraguay.
El segundo punto priorizado por esta agencia es el de la Protección social y paquetes de estímulo económico que tengan en cuenta a las mujeres y las niñas. Sobre este tema y localizado en la región, ONU Mujeres está haciendo énfasis en el apoyo y protección a los sectores y empresas que generan empleos para las mujeres, con especial énfasis en hotelería y el turismo; además de apoyar a las propietarias de empresas.
Sobre el reparto equitativo de las labores de cuidado, la agencia señala que entre las estrategias que está apoyando están la de transferencias de dinero a las mujeres que integran la base de datos del Ministerio de Inclusión de Ecuador; así como la entrega de subsidios a las mujeres salvadoreñas que están realizando trabajos de cuidado no remunerado en relación con el COVID-19. A ello se suma la realización en Argentina, de una encuesta para determinar la cantidad de tiempo dedicado a los trabajos de cuidado y con ello desarrollar propuestas para políticas públicas que equilibren o hagan más justa esta labor.
Así mismo, la prioridad para que las niñas y mujeres participen activamente, a través de su liderazgo en la toma de decisiones respecto a la pandemia, ONU Mujeres señala que a través de alianzas y trabajo conjunto con decenas de organizaciones, especialmente en Asia y África, adelantan procesos participativos liderados por mujeres para la creación de planes de acción frente a los retos de la atención al COVID-19 en sus países y regiones. Un ejemplo de ello es el trabajo que se realiza en Bangladesh con población refugiada en la que mujeres están liderando no solo la respuesta ante la pandemia, sino las acciones contra casos de violencia de género, así como la prevención para los efectos de monzones y ciclones.
Finalmente, la quinta prioridad de ONU Mujeres, Datos y mecanismos de coordinación que incluyan perspectivas de género, la agencia ha desplegado a sus especialistas en distintos países del mundo para asesorar y acompañar los procesos de género. En Paraguay, por ejemplo, se está realizando un asesoramiento al Ministerio de las Mujeres con la participación de Plan de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), la Unicef, el UNFPA (Fondo de Población de las Naciones Unidas) lo que permite, al igual que en otros lugares, la consolidación de respuestas a los retos de género dentro y fuera de los efectos de la pandemia.
