“La adopción es un acto de responsabilidad, y ellos son tan especiales que nos brindan todo el amor del mundo y merecen una consideración muy alta, pues su nobleza nos enseña día a día a ser mejores seres vivos”, afirma Marcela Díaz, fundadora de esta organización humanitaria enfocada en el cuidado animal.
Cifras estimadas de las autoridades nacionales, afirman que en Colombia 6 de cada 10 familias tienen animales de compañía, mientras que, de acuerdo con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, autoridad ambiental de Medellín y su zona conurbada, para el año 2018 la población de caninos en el territorio era de 480 659 perros, por 152 997 felinos, convirtiendo su atención en una necesidad imperante para garantizar su bienestar.
Sin embargo, con el paso de los años la proporción de abandonos ha crecido, al tiempo que entidades privadas han dedicado años de esfuerzo para lograr salvar la mayor cantidad de vidas felinas y caninas, y darles una nueva oportunidad a través de planes padrino, hogares de paso y hogares definitivos.
En Medellín, la Organización por el Respeto y el Cuidado de los Animales (ORCA) completa ya 12 años de la mano de Marcela Díaz, su Directora Ejecutiva y fundadora, logrando que cada año más y más peludos puedan pasar sus días en hogares, rodeados de todo el cuidado y amor que necesitan y merecen.
“Trabajamos por crear conciencia social a favor de los animales, a través de redes de ayuda que buscan que todos aportemos para ellos según nuestras posibilidades, y poder lograr en un futuro ser un lugar mejor para los animales y por ende para toda la sociedad. Creemos en la solidaridad, la conmiseración y la armonía interespecies”, destaca Marcela.
Ella, desde su gran labor, necesidades y experiencia en estos procesos, recuerda que Medellín ha sido abanderada en las políticas públicas a favor de los animales, pero que a pesar de que la conciencia se ha despertado en mayor cuantía, todavía se perciben múltiples casos de maltrato y abandono.
“Hoy por hoy son más visibles a causa de la inmediatez de las redes sociales, de la conciencia de los otros observadores que no se quedan callados y se encargan de hacer visibles estos casos. Consideramos que, a pesar de existir muchas labores en pro de los animales, sigue siendo alto el número de casos de abandono, maltrato y crueldad”, reafirma.
En ORCA, la familia cada día tiene más integrantes y, por ende, mayores necesidades para garantizar su bienestar, pese a que no se escatiman esfuerzos para que todos tengan lo mejor. El lugar, cuenta actualmente con 80 animales entre perros y gatos, para los cuales procuran el encuentro de un hogar definitivo que les brinde los cuidados que tanto necesitan.
“Hay casos puntuales que requieren de una atención inmediata por sus problemas de salud o riesgo para sus vidas, ellos ingresan a una clínica veterinaria con la cual tenemos convenio; allí, realizamos todas las atenciones médicas requeridas (no escatimamos en gastos). Los vemos como parte de nuestra familia así que no se les niega nada, se recuperan, se rehabilitan y se les busca un buen hogar”, resalta Marcela Díaz, fundadora de ORCA.
La Fundación tiene una población amplia de gatos, algunos positivos para Sida y Leucemia, además de perros que han sufrido de atropellamiento. Ejemplo de esto, son dos border collie que fueron abandonados por su edad y por tener falla renal crónica (manejable con alimentación medicada y exámenes periódicos), y que aún nadie se decide a adoptar por su edad. Igualmente, hay otro número de perros con cáncer, entre ellos Pedro José (@pedrojose_orca), ícono de la Fundación.
“Todos ellos reciben atenciones médicas gracias a los padrinos que nos apoyan y que pueden ver de primera mano en qué se invierten sus recursos, pues tienen la posibilidad de recibir información, visitarlos y ver cómo se están cuidando hasta la llegada de su hogar”, destaca Marcela, quien agrega que la labor de ORCA también llega hasta las instituciones educativas, empresas o unidades residenciales con jornadas de sensibilización en relación con la tenencia responsable de animales de compañía.
En ORCA, la labor colaborativa permite que los animales estén en las mejores condiciones, y que cada atención necesaria, se realice con altura. En tal sentido, los procesos de apadrinamiento y adopción se cumplen con la rigurosidad requerida y siempre pensando en el bienestar de los peludos. Nunca se olvida un detalle cuando de pensar en calidad de atención se trata.
“Sabemos que hay personas que aman mucho a los animales, pero que por cualquier razón les queda imposible adoptarlos, de tal forma que les ofrecemos la opción de apadrinarlos. Ellos escriben a [email protected] y se les da la opción de ahijadito”, enfatiza Díaz.
Tras escoger, desde la Fundación les comienzan a enviar información de todo lo que suceda con su ahijado: fotos, estado de salud, de ánimo, de evolución etc. Para esto, los padrinos dan un aporte mensual para ellos y claramente se les informa qué se realiza con dicho aporte. Algunos van a visitarlos e incluso en ocasiones se Los llevan en hogar de paso por un fin de semana, por ejemplo, hasta el momento que su ahijado es adoptado.
De otro lado, cada domingo se lleva a cabo el paseo #OrcaAlParque, una actividad donde las personas van a compartir con los perritos que están esperando casa; la intención es que salgan a un parque a jugar, caminar, compartir y pasar un día de felicidad para ellos y para las personas que se acercan a contemplarlos.
Esta actividad cobra mayor importancia cuando de allí suceden adopciones. De acuerdo con la Fundadora de Orca, es un espacio en el que muchas personas se han enamorado de los animales y terminan siendo sus padrinos o nuevos cuidadores.
El proceso a veces resulta largo y muchos de esto animales han pasado tiempo esperando su hogar. En Medellín, la situación con los animales abandonados o maltratados parece ir en crecimiento, por lo que desde ORCA cada día se deben intensificar más las acciones de cuidado, prevención, atención y generar conciencia sobre la importancia de, entre todos, dar una mejor vida a estos caninos y felinos.
“Creo que lo más importante es reconocer que todos somos parte de este hermoso planeta, todos cumplimos un rol de relevancia y debemos tomar conciencia de lo que representa el respeto por el otro; de estas pequeñas acciones nace una sociedad más armoniosa y pacífica como queremos vivirla. La adopción es un acto de responsabilidad, y ellos son tan especiales que nos brindan todo el amor del mundo y merecen una consideración muy alta, pues su nobleza nos enseña día a día a ser mejores seres vivos”, sentencia Marcela.
