Fomentar una bioeconomía potente y equitativa basada en el aprovechamiento conservacionista de la biodiversidad, orientada por la ciencia y el conocimiento ancestral de sus pueblos indígenas, es la propuesta de desarrollo para el bosque tropical más grande del mundo, planteada por el Panel Científico por la Amazonia para 2021.
Al menos 150 destacados científicos de 8 países amazónicos, el departamento de ultramar Guayana Francesa y socios globales, trabajan desde principios de 2020 en la primera revisión científica de la cuenca del Amazonas y sus biomas, para entender su funcionamiento y buscar formas de generar riqueza que aprovechen su biodiversidad y aseguren un futuro económico y sostenible para ellos.
El profesor Germán Poveda, de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Medellín, miembro del Comité de Dirección Científica del Panel, destaca que en la biodiversidad amazónica hay grandes tesoros por descubrir con investigación científica, como nuevos fármacos, materiales, saborizantes, moléculas, productos de bioingeniería y biomimética, en concordancia con las recomendaciones para Colombia de la Misión Internacional de Sabios 2019, de la cual también formó parte.
“En el libro Evaluación científica del estado de la cuenca del Amazonas, que se publicará en 2021, se presenta la importancia hidrológica, climática, biogeoquímica y ecológica de la Amazonia, sus riquezas en biodiversidad, y cómo se ve amenazada por los cambios en usos del suelo, la deforestación y los incendios”, indicó el académico.
Panel Científico por la Amazonia
El acelerado ritmo de la deforestación y los incendios forestales que en 2019 devastaron cerca de 14.000 km2 de la Amazonia son procesos que aún tienen incidencia en la calidad del aire de esa región, pues el carbón negro y el hollín que emanan dichos incendios es transportado por los vientos hasta las cumbres de los Andes, y al caer sobre la nieve la vuelve más negra, y por tanto absorbe más radiación solar.
Por eso los glaciares de los Andes tropicales aumentan su deshielo y se acelera su desaparición. “Esto tiene implicaciones muy fuertes en la salud, y en tiempos de pandemia es mucho más grave”, agrega el académico.
El 21 de septiembre de 2019, antes de la Cumbre de Acción Climática en la sede de ONU en Nueva York, se reunieron más de 30 investigadores –entre ellos el profesor Poveda– para llamar a la comunidad científica a salvar la Amazonia.
Allí se comprometieron a contribuir con su conocimiento y experiencia en la evaluación científica del estado de los ecosistemas, usos de la tierra y cambios climáticos de esta región y sus implicaciones, utilizando la mejor ciencia y las tecnologías más avanzadas para salvar el bosque tropical, proteger sus ecosistemas y los pueblos indígenas y tradicionales, y además aprovechar la economía sostenible de una bioeconomía innovadora.
“Queremos proponer un camino de desarrollo consecuente con el desarrollo sostenible en la región, que proteja sus riquezas de agua, aire, clima y biodiversidad, que contribuyen al bienestar y la calidad de vida”, reitera el experto en cambio climático.
El Panel constituyó 12 grupos con investigadores de los 9 países amazónicos, pues “hay mucha investigación sobre la Amazonia brasileña, pero muy poca sobre la no que no lo es, en particular la andina. Es la primera vez que se dará una señal panamazónica desde la perspectiva de los 9 países de la cuenca, para proponer soluciones”, comenta el profesor Poveda.
Agrega que “como está de por medio el nuevo modelo de desarrollo económico y un nuevo paradigma de desarrollo para la Amazonia, esto va más allá de la dimensión social, económica y política, entonces es necesario el trabajo transdisciplinario entre científicos de las ciencias naturales y las sociales, para proponer soluciones”.
Dicho panel busca proveer, desde una perspectiva estrictamente científica, una salida inteligente a la paradoja del desarrollo y la conservación, muchas veces contrapuestas.
“Estamos construyendo una manera de romper esa paradoja y demostrar que sí es posible que se dé el desarrollo económico, y que a la vez se preserven los ecosistemas y la biodiversidad, y se cree riqueza económica”, explicó el profesor Poveda.
El trabajo abarca dimensiones climáticas, hidrológicas, bioquímicas, ecológicas, sociales, humanas, antropológicas e involucra las comunidades amazónicas y tribus indígenas, porque el conocimiento ancestral de sus ecosistemas es muy importante para el nuevo paradigma de desarrollo.
La supervivencia del planeta
Para el doctor en Recursos Hídricos, la deforestación amazónica amenaza el suministro de agua y la producción de alimentos en toda Suramérica: “el bosque amazónico genera entre 35 y 50 % de su propia lluvia a través de la evapotranspiración. El agua que llega a muchas ciudades y pueblos de los Andes y del continente nace en la cuenca amazónica y es transportada por los vientos hasta Bogotá, Quito, La Paz, Buenos Aires y Sao Paulo, ciudades que dependen del agua evapotranspirada por el bosque amazónico”.
Dicha deforestación altera cada vez más el ciclo hidrológico de la región y del continente, y amenaza la biodiversidad del bosque más biodiverso. “Es un suicidio colectivo seguir deforestando, porque acabamos con el agua y la biodiversidad”, advirtió.
El Panel formulará recomendaciones basadas en ciencia, con la intención de que los Gobiernos y decisores reciban esta propuesta para plantear un modelo de desarrollo alternativo para la Amazonia, que conserve su biodiversidad, contribuya al desarrollo sostenible y produzca bienestar y riqueza económica para las comunidades.
Esta iniciativa de la comunidad científica es un trabajo colaborativo ad honorem, coordinado por la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas.
Agencia de Noticias UN