Aunque se había anunciado a través de un comunicado que Madrid también firmaba este compromiso en el marco de la cumbre de C40, el propio Ayuntamiento de Madrid desmintió la noticia, por medio de sus voceros.
Hay una cifra contundente de la Organización Mundial de la Salud y que evidencia la dramática situación del aire: 3 millones de muertes al año se producen en todo el mundo, vinculadas con la exposición a la contaminación atmosférica, y la mayoría de estos decesos ocurre en las ciudades.
Es por ello que los habitantes de las ciudades y los colectivos ambientalistas alrededor del mundo están uniéndose al llamado por un aire más limpio y están exigiendo que los fabricantes de vehículos asuman compromisos en la transformación de la calidad del aire. Los ciudadanos están instando a las compañías a dejar de producir vehículos diésel para 2025 y que contribuyan a una rápida transición hacia vehículos eléctricos, de hidrógeno e híbridos. Pero también, esos mismos ciudadanos les están exigiendo a sus autoridades –alcaldes y gobiernos locales-, que emprendan acciones efectivas para descontaminar sus ciudades.
De ahí que, al término de la Cumbre de C40 en la Ciudad de México, ya gobiernos locales hayan hecho pública la decisión de que los vehículos con motores de diésel desaparecerán de sus calles. París, Atenas y Ciudad de México han dado este paso. Asimismo, se han comprometido a incentivar el uso de vehículos alternativos y promover los desplazamientos a pie y las infraestructuras para bicicletas.
“Hoy, alzamos la voz para anunciar que no seguiremos tolerando la contaminación atmosférica y los problemas de salud y muertes que provoca, especialmente entre nuestros ciudadanos más vulnerables. Los grandes problemas como la contaminación atmosférica requieren grandes acciones para hacerles frente. Por ello, pedimos a los productores de coches y autobuses que se unan a nosotros”, señalo Anne Hidalgo, alcaldesa de París y nueva presidenta del grupo de liderazgo contra el cambio climático de ciudades C40.
En el mismo sentido, se pronunció el jefe de gobierno de Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera. “No es ningún secreto que en Ciudad de México nos enfrentamos a dos problemas que van unidos: la contaminación atmosférica y el tráfico”, dijo. “Con el desarrollo de opciones de transporte alternativas como nuestro sistema de metro y nuestro autobús de tránsito rápido y con la inversión en una infraestructura para bicicletas, trabajamos para reducir la congestión de nuestras carreteras y de nuestros pulmones”, añadió Mancera.
Atenas, por su parte, destacó a través de su alcalde, Giorgos Kaminis, que “Nuestro objetivo es finalmente eliminar todos los coches del centro de Atenas en los próximos años”, Y no dudó en señalar que apoya “la ambiciosa Declaración de Calidad del Aire y exhorto a nuestros dirigentes en el gobierno nacional a que implementen sus compromisos basándose en los acuerdos internacionales de acción climática y unirse a nuestro esfuerzo común para limpiar el aire que respiramos.”
C40 también ha anunciado que colaborará con la Organización Mundial de la Salud y la Coalición Clima y Aire Limpio (Climate and Clean Air Coalition) en el apoyo a la campaña Respira la vida 2030. Esta campaña internacional ayudará a los gobiernos municipales a reducir las emisiones dañinas de los sectores energéticos, de tratamiento de residuos y de transporte, y tratará de movilizar la acción ciudadana.
Sin duda, las políticas para la mejora de la calidad del aire, como los sistemas de transporte sin carburantes y la promoción de opciones de transporte alternativas, también ayudarán a las ciudades a cumplir las ambiciosas propuestas del Acuerdo de París. Por eso el primer paso dado por París, Atenas y Ciudad de México es muy significativo.