LA Network dialogó con Jorge Ratto Cúneo, asesor del Ministerio de Vivienda. El reto: articular a los actores necesarios para alcanzar este gran objetivo nacional.
Como muchos países latinoamericanos, Perú tiene un amplio déficit de vivienda que ascendía hasta el año anterior a 1.86 millones de unidades según el Instituto Nacional de Estadística e Informática, Inei, lo que lo ubicó en ese momento, en el tercer lugar en la región solo por debajo de Nicaragua y Bolivia.
Tan solo la capital peruana, Lima, presentaba un déficit de 612.500 viviendas para 2016.
En este contexto, el asesor del Ministerio de Vivienda, el ingeniero Jorge Ratto Cúneo, le contó a La Network que la meta actual del Ministerio de Vivienda es la construcción de 500.000 unidades en el presente periodo.
Explicó que esa meta se realizará a través de una estrategia mixta en unión con el sector privado y otros sectores como el inmobiliario y el bancario, teniendo en cuenta lo ambicioso del reto y las leyes peruanas.
“Es una generación mixta e incluso con el sector privado. Parte de esa viviendas se deben hacer con subsidios para las familias con ingresos más bajos y también con créditos para financiar la demanda, para que puedan acceder a la unidad”, señaló Ratto Cúneo.
Agregó que esa unión con el sector privado es obligatoria ya que en este país la vivienda es una tarea subsidiaria entre el Estado y los entes privados.
Es más, el asesor aceptó que la vinculación y articulación de todos estos sectores y actores, es tal vez, el reto más grande de su misión como asesor de la cartera de Vivienda.
“El reto más grande es articular a todos los actores que tienen que trabajar en este sentido”, afirmó. A su vez, el funcionario destacó que esa integración de los sectores es más necesaria cuando se piensa en un proyecto nacional integral que no se conforma con construir la casa propiamente dicha.
“No solamente es dar una vivienda, es darle un tratamiento integral al tema, no solo es una casa sino que provea confort, que además tenga los servicios públicos básicos, que promuevan incluso una mejora en empleabilidad a las personas, de llegar a formalizar a muchas familias en el sector informal, entonces ese es un reto”, explicó.
El ingeniero y Magíster en Administración, destacó que este proyecto no es solo un tema atinente al nivel nacional sino que los gobiernos locales tienen un papel fundamental ya que son estos quienes primero tienen la normatividad que los hace independientes en su decisiones y además el contacto directo con pobladores y territorios. “Son el brazo del estado que está más cerca a la población y conocen sus necesidades entonces trabajamos de la mano con ellos”, indicó.
Incluso, Ratto Cúneo habló de la participación en este propósito de la reducción del déficit, de las Organizaciones No Gubernamentales. Reconoció que en lo que lleva su encargo no se han adelantado proyectos conjuntos pero destacó a la ONG Luz y Esperanza que bajo la ‘sombrilla’ de ONU Hábitat desarrolla actualmente programas de construcción de vivienda apoyada con los subsidios estatales y obviamente cumpliendo los parámetros del organismo internacional.
Finalmente, Ratto Cúneo llamó la atención de todos los actores a quienes invitó a participar de este proyecto en el que advirtió, el Estado no puede solo en búsqueda de la sostenibilidad para el país.
“Porque no podemos como Estado hacerlo todo, debemos unirnos y eso necesita efectivamente un desarrollo sano y sostenible en el que participen todos: a través de créditos hipotecarios de distinta índole que permitan, en el caso de subsidios, que signifiquen incluso una dinamización de la economía del país”.