Perú: tras 10 años del sismo de Pisco el llamado es por una planificación frente al riesgo

Perú: tras 10 años del sismo de Pisco el llamado es por una planificación frente al riesgo

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LA Network
10 junio, 2018 - Resiliencia

La reconstrucción tras una tragedia natural es la excusa perfecta para planificar mejor las ciudades: historia de otra oportunidad perdida en Latinoamérica.

Perú: tras 10 años del sismo de Pisco el llamado es por una planificación frente al riesgo
Forsur era la encargada de gestionar todos los proyectos de reconstrucción de infraestructura y vivienda tendientes a la recuperación de las zonas afectadas. Foto: TV Perú

Cae la tarde del 15 de agosto de 2007 en territorio peruano. A 60 kilómetros de sus costas, frente a la ciudad de Pisco y a 47 kms de profundidad, la corteza terrestre se manifiesta con un fuerte movimiento: 7.9 grados en la escala de Richter.

Según el reporte del Instituto de Defensa Civil, el movimiento deja como resultado un total de 596 víctimas y cerca de 1.300 heridos. Además de ello, su impacto genera más de 720.000 damnificados y aproximadamente 76.000 viviendas afectadas (entre destruidas y muy afectadas) en los territorios circundantes; es decir afectando 123 municipalidades de 11 provincias.

Tras la tragedia, se crea el Fondo para la Reconstrucción Integral de las Zonas Afectadas, Forsur; entidad inspirada en el Fondo  de Reconstrucción del Eje Cafetero en Colombia  (terremoto de Armenia en 1999), Forec.

Así, Forsur era la encargada de gestionar todos los proyectos de reconstrucción de infraestructura y vivienda tendientes a la recuperación de las zonas afectadas. En el año 2011, luego de 941 proyectos atendidos con su presupuesto, se inició el proceso de liquidación de la entidad.

Ahora, poco más de 10 años después de la tragedia -que incluyó un tsunami que impactó las costas con olas de más de dos metros; el Consorcio de Investigación Económica y Social (CIES), organización dedicada a la investigación socioeconómica y ambiental, presentó su informe Lecciones Aprendidas del Fondo de Reconstrucción del Sur – Forsur 2007; con el que busca aportar, con base en esas conclusiones y aprendizajes, a la gestión del actual fondo de reconstrucción que atiende los efectos del Niño Costero 2017.

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Y precisamente dentro de esas conclusiones, LA Network dialogó en clave de planificación con el investigador del informe, Adrián Fernando Neyra Palomino, ex director Nacional de Vivienda y General de Ordenamiento Territorial del Ministerio de Vivienda de Perú.

Para Neyra, Geógrafo y Magíster en Economía y Gestión Regional y en Responsabilidad Social y Sostenibilidad; además de otras conclusiones del informe, una de las más impactantes es de nuevo la falta de planificación, pues se “está construyendo de nuevo el riesgo”.

El experto explicó que de nuevo, cómo ha ocurrido en otras experiencias similares, se perdió la oportunidad de avanzar en la planificación de los territorios, corrigiendo las falencias previas y dejando de nuevo expuestas al riesgo a las comunidades.

“No salimos del círculo en el cual definimos usar la inversión -sin investigación- para agilizar presupuestos, perfiles, intervenciones, antecedentes técnicos; pero ¿cuál es el criterio de planificación? Se prioriza la inversión y se ha dejado de lado a las personas”, señaló el autor del informe.

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Neyra se refiere a que solamente el 3% de los damnificados accedieron a una vivienda segura mientras que el resto accedió a soluciones informales. “El Estado les entregó materiales para que construyeran por su propia cuenta sin ningún tipo de asesoría técnica o supervisión. Eso es volver a construir el riesgo”, advirtió.

Con una escala similar de viviendas por reconstruir (entre 50 y 60 mil), Neyra Palomino comparó el impacto del sismo de Pisco con el Niño Costero (primer trimestre de 2017) también en número de damnificados: más de 200.000.

Con esas similitudes sobre la mesa, el experto afirma que esta es la ocasión ideal, capitalizando la experiencia de Forsur, para que el Estado supere los escollos administrativos, políticos, técnicos y presupuestales ; para hacer una intervención planificada, al tiempo que criticó que se conciban los sistemas de subsidios como como una solución a este tipo de tragedias.

¿Qué pasó con la reconstrucción de vivienda con Forsur?

Tanto en Perú como en gran parte de Latinoamérica, la ocupación informal y formal de territorios con altos factores de riesgo, es habitual.

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Por ello, la reubicación de viviendas sería una acción de sentido común en cualquier ejercicio de reconstrucción planificado. Sin embargo, el  ex director Nacional de Vivienda  e investigador de este informe, señaló que los tomadores de decisiones evitan el reto de las viviendas por ser más complejo y menos rentable que las infraestructuras.

“Lamentablemente la solución de vivienda se posterga porque es más compleja. En estos casos se presiona a los políticos y al final las decisiones que se toman son políticas. Con Forsur se realizaron acciones que no tenían nada que ver con el sismo: se priorizaron coliseos, estadios, obras que eran las añoranzas históricas de los pueblos pero que no tenían nada que ver con el sismo”, afirmó el investigador.

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En conclusión, Neyra espera que tras este informe, las entidades encargadas de esta nueva oportunidad con el Niño Costero,  -su impacto se calcula en una caída promedio en la región norte de Perú en 2.1% del PIB-; tomen en cuenta las experiencias de Forsur y la planificación cobre su verdadero protagonismo, es decir, con las personas en el centro.