El libro compila los estudios de diagnóstico para seis urbes del país con las que pueden ser ejemplos para el futuro.
Barranquilla, Montería, Valledupar, Santa Marta, Villavicencio y Pasto, son las ciudades colombianas que hoy cuentan con un tesoro a modo de libro, una ruta concreta para usar sus riquezas y aprovechar las ventajas para su futuro, en tres ejes esenciales para su sostenibilidad y desarrollo: cambio climático, riesgos naturales y crecimiento urbano.
El libro ‘Planeando ciudades sostenibles’ que hace poco presentó la Financiera de Desarrollo Territorial, Findeter, hoy convertida en una banca de desarrollo, es el resultado de un riguroso trabajo de estudio que ahora deja como herramienta “que rompemos el paradigma de entender estos territorios, no solo entendidos en función de sus déficits sino con sus oportunidades, vocaciones productivas. Podemos efectivamente generar apuestas y proponer acciones que sean materializables generando desarrollo desde las regiones o ciudades”, expresó Ana María Palau, vicepresidenta de Planeación y Sostenibilidad de Findeter.
La ruta al tesoro de la ciudad sostenible
El texto, como se indicó, es el resultado de estudiar a estas seis ciudades en esos tres ejes que impactan muy fuerte el desarrollo de estas ciudades. Una vez realizado el diagnóstico, por ejemplo de cuántas toneladas de residuos sólidos genera la ciudad y su caracterización; Findeter formula las propuestas, algunas ya tangibles, para enfrentar los retos y ser la guía que lleve estas ciudades, a sus tomadores de decisiones y a su ciudadanía; a una construcción sostenible de su municipio.
¿Cuáles son los impactos del cambio climático actual en esos territorios? ¿Cómo se está gestionando el riesgo natural en estos territorios? ¿Han crecido adecuadamente estas ciudades?
Un ejemplo de ello son ciudades como Villavicencio y Pasto: el 14% de sus poblaciones están dispersas en casi 70% del territorio, ello en oposición a lo recomendado que es hacer ciudades compactas que requieren menos espacio, generan menos impactos en sus territorios y aprovechen mejor el suelo con usos mixtos.
La vicepresidenta lo explica muy bien al recrear una escena común en nuestro país y que no es ajena a los impactos de la tendencia mundial de ser más urbanos cada día: en 2050, el 85% de la población colombiana vivirá en ciudades.
“Desafortunadamente vivimos tragedias recientes en ciudades como Mocoa y Manizales que tuvieron un alto impacto económico y eso afecta posibles inversiones y tienes que reaccionar ante eso. Esos recursos los hubieras podido invertir en temas sociales. Más o menos lo que el país invirtió en esas emergencias, posibilitaba siete veces en inversión”, explicó Palau.
En ese orden, los estudios entregan datos tan complejos pero tan esperanzadores como este: “En la ciudad de Valledupar el 49% de los gases tipo efecto invernadero son emitidos por el sector de la agricultura, silvicultura y otros usos del suelo (AFOLU), con un potencial de reducción del 44%”.
Para Pasto, por ejemplo, en relación con el eje de Gestión de Riesgo y que una vez diagnosticado puede aportar con prevención y planeación para esta importante ciudad verde del país que: “Las inundaciones fluviales de la ciudad de Pasto, teniendo en cuenta un periodo de retorno de 100 años, pueden afectar 40 ha del territorio la cual alberga a 33.000 personas y generar pérdidas por US$24 millones”.
Las respuestas a aquellas preguntas y su interrelación es lo que entrega Findeter plasmado en este libro además respondiendo a una escala que viene desde lo global. ‘Planeando ciudades sostenibles’ responde a los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU.
Específicamente los referentes a las ciudades como los son el 3 Salud y Bienestar; el 4 Educación de Calidad; el 6 Agua Limpia y Saneamiento; el 7 Energía Asequible y No Contaminante; el 9 Industria, Innovación e Infraestructura; el 11 Ciudades y Comunidades Sostenibles y el 17, Alianzas para Lograr los Objetivos.
“La gran sombrilla, básicamente nuestro eje, el norte de Findeter es ser el vehículo de Colombia para lograr el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde el papel de banco de desarrollo, ahí estamos hablando del objetivo 11 de ciudades y comunidades sostenibles”, destacó Palau.
La vicepresidente agregó que los territorios deben crecer de manera integral, “de manera holística”, es decir ciudades en este caso, que avancen en su crecimiento económico, pero que a la vez preserve el medio ambiente, que promueva las expresiones culturales y las tradiciones, con ciudadanía activa participando en las decisiones.
Y un aliado clave en todo este proceso de entregarle herramientas de sostenibilidad a estas seis ciudades colombianas es el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), entidad multilateral que entregó a Findeter toda la metodología para realizar los diagnósticos
“El BID ha sido fundamental, ha compartido toda la metodología de ciudades emergentes y lo que hace Findeter es darle un valor agregado con énfasis en la competitividad territorial, las industrias creativas y culturales y generando, por supuesto, un valor agregado a esta metodología”.
Así que con esta nueva publicación, se configura no solo una publicación de estudios que parten desde programas como Ciudades Sostenibles y Competitivas, sino una herramienta de sostenibilidad que ahora entrega Findeter, a todo el país ya que son 17 las ciudades que hacen parte de estos propósitos que construirán un país de urbes más humanas, incluyentes, equitativas, más sostenibles.