Pobreza Infantil en Argentina llegaría a 63 % al finalizar 2020

Pobreza Infantil en Argentina llegaría a 63 % al finalizar 2020

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LA Network
16 agosto, 2020 - Inclusión

Pese a ayudas del gobierno nacional y de las gestiones de organismos como Unicef, este indicador crece y las condiciones económicas podría llevar familias a la pobreza extrema o la indigencia.  

Pobreza Infantil en Argentina llegaría a 63 % al finalizar 2020
En medio de esta situación generada por la pandemia y el cierre de gran parte del sector productivo en Argentina, el número de hogares que han requerido asistencia para su alimentación casi duplica la cifra al pasar del 19 al 36 % de abril a junio.

La pobreza infantil en Argentina que al cierre de 2019 presentaba un triste panorama con un 53 %, se calcula que aumentará hasta un 62.9 % al cerrar este 2020 debido a los impactos económicos y sociales de la pandemia por coronavirus, es decir un aumento aproximado del 10 % en un año.

Así lo indicaron el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, Unicef y su representante en Argentina, Luisa Brumana, médica epidemióloga quien preciso a medios internacionales que, al mes de diciembre, ese indicador llegaría al 62.9 %.

“Hay que continuar los programas de asistencia social”, dijo la experta quien en junio acompañó la presentación del informe ‘Covid-19 en Argentina: impacto socioeconómico y ambiental’ que reportó la agudización de problemas como la tasa de desempleo proyectada que rondaría en la actualidad estaría en un 15 % o muy cerca, y que impacta directamente la capacidad de los padres de satisfacer las necesidades básicas de sus hijos.

Para la funcionaria, en el caso de la pobreza extrema, el porcentaje general del país llegaría a un 17.8 % debido a los impactos económicos de la pandemia que se han sumado, claro está, a los problemas estructurales de la economía argentina y que en lo que respecta a la pobreza infantil, una de sus consecuencias es que, las últimas décadas, esa condición no ha bajado del 30 % en promedio.

“El covid-19 no solo puede enfermarlos: aunque no lo veamos, la pandemia también afecta su educación, los expone a la violencia e impacta en su salud mental y nutricional. Nos preocupa, en particular, la situación de las familias más vulnerables que viven hacinadas, las comunidades indígenas del norte del país que no cuentan con agua y jabón para lavarse las manos, las chicas y los chicos institucionalizados”, advirtió Brumana cuando fue activado en abril el Plan de apoyo a niños, niñas y adolescentes vulnerables de Unicef.

En medio de esta situación generada por la pandemia y el cierre de gran parte del sector productivo en Argentina, el número de hogares que han requerido asistencia para su alimentación casi duplica la cifra al pasar del 19 al 36 % de abril a junio, lo que afecta directamente a la población infantil ya que se indicó, en este segundo semestre el 25 % de los hogares argentinos no tenía recursos para comprar comida.

Una de las respuestas formuladas en el plan justamente para responder a esta crítica situación de pobreza infantil, en lo relativo a la dimensión de la inseguridad alimentaria, es el apoyo que se entrega a los comedores comunitarios en la ciudad de Buenos Aires, la provincia y el norte de Argentina para complementar la alimentación a 20 000 niños.

De la misma manera, respecto a otra dimensión de esa pobreza infantil como es el acceso a la educación, dentro del Plan de respuesta se ha articulado con entidades del orden nacional como el Ministerio de Educación, se busca garantizar la continuidad educativa para 4.200.000 menores.

Para la representante de Unicef en Argentina, pese a que el Gobierno nacional ha destinado un monto de ayuda de US$137 y que se calcula llega a unos nueve millones de familias, eso podría no ser suficiente para reducir un indicador que viene creciendo durante la crisis sanitaria y que podría llevar a muchas de esas familias a la pobreza extrema e incluso la indigencia.