El progreso social retrocede en siete de diez ciudades colombianas

derecho_1
LA Network
22 noviembre, 2016 - Inclusión

El Índice de Progreso Social es considerado por las instituciones promotoras “una herramienta de medición que permite crear lenguajes comunes entre actores públicos y privados, investigadores, académicos, centros de pensamiento y organizaciones  no  gubernamentales, con el fin de que puedan articular esfuerzos”.

En el informe revelado este 21 de noviembre, se afirma que “la tendencia creciente que se había evidenciado entre 2009 y 2014 se frenó en 2015”.
En el informe revelado este 21 de noviembre, se afirma que “la tendencia creciente que se había evidenciado entre 2009 y 2014 se frenó en 2015”. Foto: Bogotá, Colombia

La medición del Índice de Progreso Social (IPS) en diez ciudades colombianas terminó revelando niveles de retroceso social en siete de ellas, según un estudio promovido por la Red de Ciudades Cómo Vamos, Social Progress Imperative y la Universidad del Norte.

Esas siete ciudades son Bogotá, Medellín, Barranquilla, Bucaramanga, Pereira, Cartagena y Manizales. Y, con un resultado positivo, Cali e Ibagué.

Por primera vez se midió el progreso social en Cúcuta, razón por la cual no hay elementos para comparar su IPS de 57,2 ni sus grandes rezagos frente a las otras ciudades.

El retroceso significa que se han desactivado los esfuerzos enfocados en mejorar las condiciones de  vida y de bienestar de las personas en aspectos que, no necesariamente, se pueden mejorar con el ingreso o el simple bienestar económico.

A partir de los resultados, entre los principales problemas que requieren  mayor atención están: trabajo infantil, tasa de fecundidad en adolescentes, tolerancia hacia la población LGTBI, inclusión de la población con discapacidad y calidad de la educación media.

Y, a pesar de las reducciones en los homicidios en varias de las ciudades, la  dimensión que sigue siendo crítica para todas las ciudades colombianas es la de seguridad personal, con un puntaje promedio que apenas supera los 50 puntos.

El informe destaca, de manera particular, el incremento de las tasas de suicidio en la ciudad de Manizales, donde el fenómeno casi que se duplicó en el último año.

“Cada una de estas variables se constituye en retos de intervención de la política pública que, con mayor o menor incidencia en las distintas ciudades, exigen un compromiso nacional y local para su erradicación o promoción según sea el caso”, precisa el estudio.

Pérdida del liderazgo

En el informe revelado este 21 de noviembre, se afirma que “la tendencia creciente que se había evidenciado entre 2009 y 2014 se frenó en 2015”.

Se presentan “reducciones significativas” del Índice de Progreso Social en ciudades que venían liderando los avances sociales en el país, como Medellín donde disminuyó un 4.14%, Bucaramanga un 3.59% y Bogotá un 2.42%. No obstante, las tres conservan su ubicación en el nivel medio-alto.

Manizales sigue siendo un ejemplo. Es la única situada en el nivel alto y con el índice más destacado: 75.1, aunque es otra capital que experimentó un decrecimiento, aunque leve, de 0.55%.

Las dos ciudades que presentan cifras alentadoras entre los años 2014 y 2015, según el informe, son Cali con un incremento del 8,39% e Ibagué con 1,04%, pero el caso de Cali es relevante porque ascendió del nivel bajo a medio-bajo.

Cartagena es la única  ciudad que en 2015 se ubicó en el nivel bajo de progreso social y con la mayor reducción, 5.7%, entre 2014 y 2015, a pesar de haber tenido el segundo mayor crecimiento entre 2009 y 2014.

Salud y bienestar a la baja

Además de las variables ya señaladas para el campo de las oportunidades, si se promedian las 9 ciudades medidas en 2015 –dice la investigación– se  evidencia  que la prioridad para revertir los malos resultados en la agenda de progreso  social, pasa también por atender de manera impostergable temas como la salud y el bienestar, en los que Medellín presenta entre 2014 y 2015 la mayor variación negativa, la cual se eleva a un preocupante 30%. Le siguen Bucaramanga con un negativo del 29% y Pereira del 28%.

A este respecto, y dado que el “el componente de salud y bienestar fue el de mayor deterioro en el año 2015”, la recomendación que se plantea es que “las tasas de suicidios, la baja actividad física y las altas mortalidades prematuras por enfermedades no contagiosas (en especial en las ciudades del occidente andino), son aspectos que deberían captar la atención de los distintos actores públicos y privados”.

Interrogantes por resolver

Los promotores del IPS advierten que una  sociedad que no satisfaga o que descuide la atención de las necesidades básicas de sus individuos, que no genere condiciones óptimas para mejorar su calidad de vida, que no proteja el medio ambiente y que no ofrezca oportunidades bajo un enfoque de equidad,” no es una  sociedad exitosa, independientemente de los logros económicos que obtenga”.

En consecuencia y con las alarmas encendidas, el camino que ha de emprender Colombia es a establecer las razones por las cuales “en el 2015 se rompió la tendencia del aumento del progreso social que venía presentando el grupo de ciudades colombianas desde 2009”.

Aunque el estudio admite que “esta disminución es bastante coherente con las reducciones en el ingreso por habitante registradas por el DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadística) en cada una de las ciudades que tuvieron retrocesos”.

Ejemplo de ello es que en Bogotá, Bucaramanga y Medellín, al tiempo que disminuyó el ingreso per cápita, también se registraron disminuciones en el IPS. Mientras que Cali, segunda con mayor crecimiento en ingresos, registró el mayor aumento en el IPS.

Barranquilla, por  su parte, tenía un IPS relativamente alto para su nivel de ingresos entre 2009 y 2014, pero en 2015 perdió esa característica, ubicándose sobre la línea de tendencia. Esto se debe a que fue la ciudad de mayor aumento en los ingresos por habitante, 12,4% entre 2014 y 2015 pero registró un ligero deterioro en su IPS del 1,1%.

Otros hallazgos de la investigación

  • Las diez ciudades analizadas tienen mucho por mejorar en materia de mortalidad por accidentes de tránsito.
  • Al igual que se había mostrado entre los años 2009 y 2014, así como en las actualizaciones del IPS que se han calculado en distintos contextos a nivel mundial, no existe una relación estable entre Progreso Social y desigualdad en los ingresos.
  • En 2015 se pudo apreciar, por primera vez, una alta relación directa entre el progreso social y la satisfacción con las ciudades como lugar para vivir.