Un estudio internacional dirigido por la Universidad Autónoma de Barcelona (España) afirma que reconocer los derechos y el conocimiento de los pueblos indígenas y las comunidades locales es fundamental para abordar la actual crisis de la biodiversidad.
Las políticas establecidas por el Marco Mundial para la Diversidad Biológica posterior a 2020 del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) promovido por Naciones Unidas podrían resultar ineficaces si los derechos y el conocimiento de los pueblos indígenas y las comunidades locales no se reconocen e incorporan plenamente en la gestión de la diversidad biológica. Así lo sostiene un estudio internacional liderado por el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB).
El Convenio sobre la Diversidad Biológica está trabajando ahora para formular los objetivos que enmarcarán la política mundial de biodiversidad en los años venideros. Esto se hará a través de un ambicioso plan internacional comúnmente conocido como el Marco Global de Biodiversidad posterior a 2020. El objetivo de este marco es promover una transformación profunda en el nivel social que permita frenar la pérdida de biodiversidad en el planeta. Desafortunadamente, el marco, tal como está escrito actualmente, todavía tiene un largo camino por recorrer para reconocer plenamente los derechos y la capacidad de los pueblos indígenas, argumentan los científicos.
“La comprensión de la naturaleza de los pueblos indígenas y las comunidades locales se alinea perfectamente con la visión del Convenio sobre la Diversidad Biológica de vivir en armonía con la naturaleza”, dice la profesora Victoria Reyes-García, líder del estudio. “Parece paradójico que las discusiones globales sobre el futuro colectivo del planeta no escuchen las voces de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales, uno de los grupos de actores que más ha contribuido a salvaguardar la biodiversidad del planeta”.
El estudio, firmado por 21 científicos de todo el mundo, presenta un conjunto de argumentos por los que poner en primer plano los derechos y la sabiduría de los pueblos indígenas y las comunidades locales es esencial para el éxito de la futura política de biodiversidad. Basado en una revisión profunda de la literatura, el estudio destaca que los Pueblos Indígenas y las comunidades locales poseen conocimientos críticos para establecer objetivos de biodiversidad realistas, legítimos y efectivos.
“El Marco Global de Biodiversidad debe reconocer y abordar los puntos de vista y perspectivas de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales”, agrega Álvaro Fernández-Llamazares, coautor del estudio e investigador de la Universidad de Helsinki. «Hay pruebas claras de que sus sistemas de conocimiento, prácticas y valores tienen mucho que ofrecer para abordar la actual crisis de la biodiversidad».
Los autores argumentan que la participación de los pueblos indígenas y las comunidades locales en la política de biodiversidad contribuye al reconocimiento y la defensa de los derechos humanos, y piden al Convenio sobre la Diversidad Biológica que reconozca plenamente a los pueblos indígenas y las comunidades locales no solo como partes interesadas, sino también como derechos, agencia y poseedores de conocimientos.