Quito Hábitat Silvestre, los otros habitantes de la capital ecuatoriana

Quito Hábitat Silvestre, los otros habitantes de la capital ecuatoriana

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LA Network Ciudades
3 diciembre, 2017 - Ecología Urbana

Dentro de las expectativas de Quito Hábitat Silvestre, se encontraba poder ver unas veinte especies de aves, dos tipos de ranas, lagartijas y culebras; varias de docenas de insectos y otros invertebrados.

Quito Hábitat Silvestre, los otros habitantes de la capital ecuatoriana
Ilustración: Alcaldía de Quito

Después de un tiempo de pausa, el programa Quitó Hábitat Silvestre retomará actividades con un enfoque más vinculante al ciudadano. La iniciativa, propende por promover una valoración del patrimonio natural quiteño, luego de su nacimiento años atrás de la mano de colboradores, organizaciones no gubernamentales y la Secretaría de Ambiente del Distrito Metropolitano de Quito.

Ahora, la propuesta de Quito Hábitat Silvestre es liderada por La Fundación Zoológica del Ecuador, el Zoológico de Quito en Guayllabamba y la Universidad Tecnológica Indoamérica. Las instituciones, llevaron a cabo este sábado el primer BioBlitz Quito 2017. Esta experiencia buscaba la participación de la comunidad en el conocimiento de la biodiversidad urbana bajo la guianza de investigadores expertos que dominan el conocimiento de diferentes grupos biológicos.

La actividad, se convirtió en un día completo para saber qué plantas y animales viven en Quito, cuánto conocen los ciudadanos sobre ellos y qué significados tienen en la vida de la gente.

Así reconoce Quito su hábitat

El BioBlitz es una iniciativa global para que la ciudadanía se familiarice con la fauna y flora de una región particular. Se celebra en lugares escogidos puntualmente por características biológicas interesantes como alta riqueza de especies, especies raras o amenazadas.

Además, estos inventarios participativos promueven que la gente conozca en detalle a los seres más comunes, así como los más extraños.

Durante el certamen, la investigación de animales como insectos se llevó a cabo mediante técnicas especializadas y la colocación de trampas inofensivas que permitirán descubrirlos. Los anfibios del parque empezaron sus cantos al caer el sol y esa también fue otra forma de detectar a estos moradores del parque.

Finalmente, las luces de las linternas ayudaron a descubrir los ojos de quienes en lo alto de los árboles o en el suelo se mueven sigilosamente. Quienes participantes pudieron escoger entre las experiencias nocturnas para descubrir la vida de la noche.