Con esta aplicación, jóvenes emprendedores han unido a los productores de residuos y los recicladores de base de las ciudades chilenas para aumentar el porcentaje de reutilización. Quieren llegar a todas las urbes de la región.
Se trata de una escena común en las ciudades latinoamericanas: un reciclador de base que busca entre los recipientes de basura todos aquellos materiales susceptibles de ser reutilizados y que los ciudadanos, por cualquier razón, no separaron en sus hogares o empresas.
En países como Chile, el porcentaje de reciclaje de los residuos sólidos se mueve entre el 1 y 10 %; en Latinoamérica se calcula que se recicla el 15% y en toda la Región, hay un total de cuatro millones de personas “que obtienen su sustento de la recuperación y comercialización de materiales reciclables como papel, cartón, plástico y metal, viven en una situación de permanente vulnerabilidad de sus derechos”, según la Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo.
Aquella imagen de un reciclador hurgando en la basura, exponiéndose a infecciones y heridas, encendió una idea en Cristian Lara y su grupo de amigos para crear Reciclapp, una aplicación a través de la cual se conectan quienes generan material reciclable con los recicladores de base, algo así como un ‘Uber’ del reciclaje.
Todo ello para dignificar a los recicladores, para hacer más eficiente el proceso y para motivar, a través de estímulos, a que la gente en los hogares o comercios, haga la separación de los materiales y los entregue a quienes se dedican a la destacada labor de darle un uso eficiente a todo aquello que sobra pero que se puede usar de nuevo.
“La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) vino y dijo que en Chile se recicla es el 1% y más que nada el core social era apoyar a los recicladores de base. De hecho acá del material que se recicla en Chile es gracias a los recicladores de base que recogen el 60%”, contó Lara, fundador y CEO de Reciclapp que nació en 2015 y ya cuenta con 500 recicladores en base de datos y 120 activos usando la aplicación.
Con Reciclapp, una ama de casa indica qué material tiene disponible y con esa información se asigna un reciclador que en su triciclo (medio tradicional en Chile para el reciclaje), va directamente a ese ‘productor’ de material y lo recupera sin tener que buscarlo en la basura o los denominados ‘Puntos limpios’, solo accesibles en los territorios más pudientes de Santiago o sin tantos y esforzados recorridos hechos a punta de pedalazos.
Una de las claves del éxito de la idea, es que los ciudadanos que reciclan acumulan puntos cada vez que entregan el material y por este sistema de puntos reciben premios. “Lo logramos a través de alianzas estratégicas con aliados comerciales, entidades, las marcas tecnológicas, los restaurantes que nos aportan productos o servicios”, afirmó Gabriel Illares, cofundador de Reciclapp.
Si bien la aplicación está aprovechando su primera fase, esta iniciativa, ejemplo de ciudadanía activa y de emprendimiento, ya cuenta con múltiples logros como los premios de innovación que ha ganado en Chile, o las movilización de voluntarios que lograron para el Festival Mil Tambores 2016 (Valparaíso) donde reciclaron más de 500 kilos, o las pruebas piloto que lograron, con apoyo de la Universidad Católica de Chile, implementar en Bolivia.
Allí, en las ciudades de La Paz, Santa Cruz y El Alto, estuvieron por tres semanas trabajando con los recicladores de base. “Están muy bien organizados y en El Alto se dejaron dos planes piloto en el segundo y tercer anillo -que es como está estructurada la ciudad-, con la Universidad del Alto”, explicó Lara sobre la expansión de esta aplicación que aporta a la sostenibilidad de las ciudades.
El sueño de Reciclapp, el de ser un instrumento tecnológico que facilite y dignifique el trabajo de los recicladores de base, así como aportar intensamente en el aumentos de los porcentajes de reciclaje en la ciudades; es un anhelo grande.
“Tenemos un problema de reciclaje en Latinoamérica. En Europa que es nuestro contraste, la mayoría de los países recicla y queremos hacer algo al respecto en las grandes ciudades de Chile y después en todas las de la Región”, afirmó Illares.
El grupo de emprendedores ya está a punto para presentar a finales de marzo su nueva fase, mucho más tecnológica y en la que tendrán entre las novedades, más celulares inteligentes para los recicladores. También la implementación de triciclos eléctricos, como una manera más de dignificar el trabajo de los recicladores de base, los protagonistas de todo este trabajo que le aporta a las ciudades sostenibilidad social, económica y ambiental.
Mejor dicho desarrollo con innovación, innovación que resulta casi un homenaje a ese esfuerzo que con cada pedalazo, hacen los recicladores de Chile y luego los de Latinoamérica entera, pues como dice Lara, “la innovación se hace en la calle, no entre cuatro paredes y con un computador”.
