Gran parte de las acciones para afrontar los nuevos retos post crisis sanitaria, requerirán este mejoramiento. Analistas afirman que puede ayudar hasta con cambio climático.
El estudio ‘Haciendo balance del COVID-19: derivaciones en el corto y largo plazo sobre tecnología y el fin de los mercados’, realizado por la firma de consultoría ABI Research con base en Nueva York, señala la necesidad urgente de que las ciudades adopten de manera masiva wi-fi 6 y responder así de mejor manera a un aumento del 80 % del tráfico reportado durante estos tiempos de cuarentena y que podría ser el panorama cotidiano próximo.
Los analistas indicaron que, tanto hogares como empresas deben proveerse de una cobertura de alta velocidad para adaptarse a la que parece ser una de las mayores consecuencias de la pandemia como lo es el establecimiento del teletrabajo, tendencia sobre la que incluso se considera, podría hacer aportes en la lucha contra el cambio climático gracias a que ayudará en la reducción de los viajes aéreos, una industria que calcula la Organización de Aviación Civil Internacional, es la responsable de la emisión del 2 % total de los gases de efecto invernadero (GEI).
Por ejemplo, al repasar los distintos planes y recomendaciones que organizaciones como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y ONU-Habitat hacen ante la pandemia, todos basan gran parte de las acciones para atender la emergencia y para reactivar y recuperar las ciudades, en la tecnología para la administración de datos, lo que coincide con las conclusiones de los analistas estadounidenses.
Según el BID en su guía de 10 Ejes y 20 recomendaciones que publicó LA Network hace pocos días, herramientas como el acceso a datos de mapeo de zonas críticas, creación de redes comunitarias para atención de casos y establecimiento de puntos de distribución de alimentos; son fundamentales para afrontar y superar la crisis sanitaria por COVID-19 en barrios informales; lo que obviamente requerirá una tecnología wi-fi que soporte estas recomendaciones.
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Sin embargo, esto no sólo es necesario para la atención y recuperación de asentamientos informales, sino para la dinámica económica de las compañías -sin importar su tamaño- que por estos días han aumentado el uso de redes privadas virtuales (VPN, por sus siglas en inglés) con sus cientos de empleados conectados.
Durante los últimos años los emprendedores y empresas de base tecnológica han basado el progreso en internet como su mayor aliado. También las grandes industrias han avanzado en el uso de la comunicación remota para sus distintos procesos administrativos e incluso operativos.
De hecho, el portal de datos Statista señala que el uso de la VPN aumentó en la primera semana de marzo en España un 36 %, en Estados Unidos un 57 % aproximadamente y en Italia cerca de un 112 %.
Así las cosas, ABI Research y sus analistas indican que ha llegado el momento de hacer una apuesta decidida de las ciudades para implementar el wi-fi 6 (nuevo estándar 802.11ax.) que ya el año pasado estaba impactando el mundo gracias a su mayor alcance y cobertura, mejor gestión simultánea de múltiples dispositivos, menor consumo energético y mayor velocidad; entre otras capacidades.
Por ejemplo, en velocidad, el wi-fi 5 puede alcanzar los 6,9 Gbps, mientras que, con wi-fi 6 es posible llegar a los 9,6 Gbps.
“Todas estas transformaciones a más largo plazo requieren una comprensión profunda de la necesidad de una infraestructura inalámbrica de alta velocidad y alta seguridad hacia y dentro del hogar, dijo Andrew Zignani, analista principal de ABI Research a Smart Cities World.
Ello en referencia a que el wi-fi 6 puede soportar la conexión simultánea de múltiples dispositivos algo que será recurrente en el nuevo panorama que se avizora para las ciudades, con sus habitantes más concentrados en sus hogares, con niños y jóvenes estudiando de forma virtual, con altos requerimientos de capacidades para transmitir vídeo, para acceder vía VPN a los sistemas de las compañías y claro, a un tráfico pesado de datos.
Esto, según ABI Research, estimularía a los tomadores de decisiones en las ciudades a desplegar redes de fibra de última milla de alta velocidad que puedan responder a un panorama urbano con una conectividad más sólida, acorde con las necesidades sanitarias, educativas, de bienestar y productividad en los hogares.
