A mayor accesibilidad en la infraestructura vial también es mayor el número y la gravedad de los accidentes, según cálculos del radio de acción en el que ocurren estos eventos sobre la base de datos de accidentalidad urbana.
Así lo estableció Alejandro Londoño Vélez, magíster en Infraestructura y Sistemas de Transporte de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) Sede Manizales, quien adelantó un trabajo en el que comprueba que la ocurrencia de accidentes se puede inferir a partir del análisis de la red vial de una ciudad.
Uno de los parámetros principales en la investigación fue la estimación de la “densidad de núcleo”, es decir la proporción de kilómetros lineales de carretera por kilómetro cuadrado, la cual se usó para determinar el radio de búsqueda de accidentes, que para el caso de Manizales está en 100 m.
Esta medida responde a la longitud media de las cuadras de la ciudad, que en su Centro Histórico suelen ser de 80 m, y un poco mayores en zonas modernas. “Al otorgarle esta medida al modelo de estimación, se declara que la influencia de un accidente puede darse hasta los 100 m”, detalla el magíster.
Para el análisis de la accidentalidad se tomó como base a Manizales, apoyándose en los registros de accidentes viales de los últimos 10 años. “Evaluamos la propagación de los accidentes en el territorio y los clasificamos por la gravedad registrada; a partir de ahí generamos un valor agregado usando tres coeficientes de calificación: daños, heridos y muertos, que producen el número de accidentes equivalentes (NAE)”.
Para la accesibilidad territorial media global –que es el grado o nivel en el que se puede usar la infraestructura vial– se tuvieron en cuenta las velocidades de operación de los vehículos y se calcularon los tiempos de viaje promedio para cada vía, lo que permitió obtener una matriz de tiempos que describe las posibilidades de acceso al territorio a través de la infraestructura vial disponible.
En la investigación se ilustraron los accidentes registrados entre 2007 y 2016, según los cuales se identificó que la mayoría de estos ocasionan daños materiales, ya sea entre los vehículos involucrados o al mobiliario urbano circundante.
“Por su parte, la ocurrencia de heridos es de un 30 % de los eventos registrados. También se pudo ver que la proporción de accidentes que involucran muertes es baja con respecto al total de siniestros, pero debido al costo social que esto representa, y teniendo en cuenta que en un evento puede haber varias víctimas fatales, este resultado no deja de ser una consecuencia importante de la dinámica de movilidad en la ciudad”, añadió el investigador.
La accidentalidad vial es una de las mayores causas de muerte en el mundo, y actualmente es foco de esfuerzos de académicos y funcionarios gubernamentales. Colombia no se queda atrás en esta problemática, pues presenta valores elevados con respecto a los estándares internacionales.
Agencia de Noticias UN
